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Actualizado el 30 de mayo de 2022
La placenta previa es la condición durante el embarazo en la cual la placenta dentro del útero de la mujer bloquea parcial o completamente el cuello uterino, que es donde se abre el útero.
La placenta se desarrolla únicamente durante el embarazo y proporciona nutrición y oxígeno al feto en desarrollo. Normalmente, la placenta comienza a formarse en la parte superior del útero o en cualquiera de las paredes internas del mismo.
Cuando la placenta se forma en una posición del útero que provoca que algunos tejidos placentarios obstruyan el cuello uterino, esta afección se conoce como placenta previa. Las complicaciones de la placenta previa pueden causar sangrado vaginal durante el parto. curso del embarazo o antes y después del parto.
Existen tres tipos de placenta previa según la posición de la placenta en relación con el cuello uterino:
El tipo de placenta previa determina el nivel de riesgo y el enfoque de manejo durante el embarazo y el parto.
La placenta previa se puede identificar a las veinte semanas de embarazo si se observa sangrado vaginal de color rojo brillante. Puede ser doloroso o no. El sangrado puede ir acompañado de contracciones preparto dentro del útero, las cuales pueden causar dolor.
Aunque se desconocen las causas exactas de la placenta previa, si experimenta sangrado vaginal durante el tercer trimestre, debe buscar asistencia médica para ayudar a diagnosticar, controlar y tratar el sangrado y otros síntomas de placenta previa para evitar complicaciones.
La placenta previa puede ser común en aquellas mujeres que tuvieron
Las mujeres también pueden verse afectadas por la placenta previa si son/fueron:
Las mujeres que fuman o consumen drogas también pueden ser afectada por placenta previa durante su período de embarazo.
Si se diagnostica placenta previa, la paciente podría ser monitoreada en el mejor hospital de embarazo de Hyderabad para detectar síntomas de cualquier complicación asociada que pudiera surgir. Estas pueden incluir:
Las pruebas diagnósticas para detectar la placenta previa incluyen la realización de una ecografía, que puede realizarse durante un control rutinario o durante un sangrado vaginal.
Para obtener una imagen más clara del problema real, un ginecólogo capacitado puede realizar una ecografía transvaginal.
Su médico utilizará ecografías para diagnosticar la placenta previa mediante el examen del interior del sistema reproductor femenino.
Ambos tipos de ecografía muestran imágenes en un monitor, lo que permite que el médico que atiende su embarazo determine qué parte del cuello uterino está cubierta por la placenta y recomiende el tratamiento adecuado.
Si se ha diagnosticado placenta previa, en un hospital de maternidad de Hyderabad se programan revisiones más frecuentes para controlar cualquier alteración inusual en la posición de la placenta.
En ocasiones, la placenta previa en las primeras etapas del embarazo se resuelve espontáneamente. Con el crecimiento del útero, el espacio entre la placenta y la abertura uterina también puede aumentar.
Si la placenta previa se resuelve espontáneamente, es posible un parto vaginal normal. Sin embargo, si el problema persiste, la cesárea es la única opción. El tratamiento de la placenta previa es fundamental para determinar el modo de parto más adecuado y garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
Tratamiento cuando se produce sangrado
El sangrado vaginal a las 20 semanas de embarazo puede considerarse una emergencia y la paciente debe ser trasladada al hospital. Allí, podría realizarse una transfusión de sangre para reponer la sangre perdida y se podrían llevar a cabo pruebas tanto a la madre como al feto para evaluar su estado de salud.
Si la paciente tiene 36 semanas de gestación, podría ser necesario realizar una cesárea. Si la hemorragia es abundante o existe un riesgo potencial para la salud de la paciente o del recién nacido, se requiere una cesárea de emergencia antes de que finalice el embarazo.
El tratamiento de la hemorragia puede depender de la intensidad y duración de la misma, así como de la duración del embarazo en ese momento.
Tratamiento sin sangrado
Si no hay sangrado real, pero una ecografía revela la posibilidad de que se desarrollen complicaciones, el objetivo principal del tratamiento puede ser reducir el riesgo de posibles episodios de sangrado y llegar al día del parto de la forma más tranquila posible.
Si se presentan episodios de sangrado vaginal, se le puede recomendar a la paciente que se comunique con el Hospital lo antes posible y será tratado como una emergencia médica.
Parto por cesárea programada
Se puede planificar un parto por cesárea a las 36 semanas de embarazo o después, independientemente de que haya un episodio de sangrado vaginal debido a placenta previa.
Si el parto se ha planificado antes de las 37 semanas de gestación, los profesionales sanitarios pueden examinar al bebé y ofrecerle medicamentos para ayudarle a desarrollar los pulmones adecuadamente y a tiempo para el parto.
Prevención de la placenta previa
No se conocen formas de prevenir la placenta previa. Sin embargo, en algunos casos, se pueden evitar los factores de riesgo subyacentes que la provocan, como por ejemplo, no fumar. El sangrado vaginal causado por esta afección se puede reducir fácilmente guardando reposo, evitando o reduciendo la frecuencia de las relaciones sexuales y limitando el trabajo físico intenso.
Aquí tienes algunas estrategias para la prevención de la placenta previa:
Se desconoce la causa exacta de la placenta previa. Sin embargo, ciertos factores, como los antecedentes médicos y determinados hábitos de vida, pueden aumentar la probabilidad de desarrollarla.
En definitiva, esta afección puede llegar a ser potencialmente mortal y debe tomarse muy en serio. Consulte a nuestros médicos en los Hospitales CARE si experimenta algún síntoma persistente para obtener la mejor atención y tratamiento. Los Hospitales CARE están reconocidos como uno de los mejores. embarazo de alto riesgo hospital en Hyderabad.
El sangrado se produce en casos de placenta previa porque la placenta se encuentra cerca o sobre el cuello uterino. A medida que el útero se expande, puede provocar que la placenta se estire o se desprenda ligeramente, lo que causa sangrado.
Si bien la placenta previa por sí sola no suele causar un aborto espontáneo, puede provocar complicaciones que pueden aumentar el riesgo de aborto espontáneo, especialmente en el primer trimestre.
En muchos casos, la placenta previa se resuelve espontáneamente a medida que avanza el embarazo. Conforme el útero se expande, la placenta puede desplazarse alejándose del cuello uterino. Sin embargo, esto no ocurre en todos los casos, por lo que es fundamental realizar controles regulares.
No, placenta previa y placenta anterior no son lo mismo. La placenta anterior se refiere a la posición de la placenta en la pared anterior del útero, mientras que la placenta previa significa que la placenta se encuentra sobre el cuello uterino.
La placenta previa se produce cuando la placenta cubre el cuello uterino, mientras que el desprendimiento de placenta ocurre cuando la placenta se separa del útero prematuramente. Ambas afecciones pueden causar sangrado, pero tienen causas e implicaciones diferentes.
Sí, la placenta previa puede aumentar el riesgo de parto prematuro. Si se produce un sangrado importante, los médicos pueden recomendar adelantar el parto para proteger la salud tanto de la madre como del bebé.
La placenta previa generalmente no afecta la fertilidad futura, pero haberla tenido en un embarazo anterior puede aumentar el riesgo de complicaciones similares en embarazos futuros.
La mayoría de las mujeres con placenta previa necesitarán una cesárea para dar a luz al bebé de forma segura, especialmente si la placenta permanece sobre el cuello uterino en el momento del parto.
La placenta previa por sí sola no causa defectos de nacimiento, pero las complicaciones asociadas a ella, como el parto prematuro, pueden aumentar el riesgo de problemas de salud en el bebé.
Sí, aún puedes sentir los movimientos fetales con placenta previa, aunque la posición de la placenta puede afectar la forma en que percibes esos movimientos.
En algunos casos, los médicos pueden recomendar reposo en cama o limitar la actividad física para reducir el riesgo de hemorragia, especialmente si ya se ha producido alguna hemorragia.
Viajar puede ser seguro para algunas mujeres con placenta previa, pero es fundamental consultar con su médico. Él o ella podrá brindarle asesoramiento personalizado según su situación particular.
Si tiene placenta previa, generalmente se recomienda evitar actividades que puedan aumentar el riesgo de sangrado, como levantar objetos pesados, hacer ejercicio intenso y tener relaciones sexuales. Siga siempre las recomendaciones de su médico.
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