Un análisis de ferritina en sangre es una prueba serológica que mide la concentración de esta proteína en una muestra de sangre y que los profesionales sanitarios suelen utilizar con fines diagnósticos. La ferritina es la proteína presente en los glóbulos rojos que almacena hierro. Un nivel de ferritina en sangre superior o inferior al normal puede indicar un problema de salud grave que requiere pruebas adicionales para su estudio.
La cantidad de ferritina presente, ya sea mayor o menor que el nivel normal, se determina mediante una prueba específica. La ferritina almacena hierro, un nutriente esencial indispensable para la formación de glóbulos rojos sanos y el transporte de oxígeno para una amplia gama de procesos corporales. Un nivel demasiado bajo o demasiado alto de esta importante proteína puede indicar problemas de salud que pueden presentar ciertos síntomas en la persona afectada. Por lo tanto, estos niveles pueden llevar a los médicos a evaluar el estado del hierro, lo que puede conducir al diagnóstico de enfermedades o afecciones que pueda padecer la persona.
El análisis de ferritina en sangre ayuda a determinar si el cuerpo de una persona almacena los niveles normales de ferritina. Generalmente se evalúa al mismo tiempo que se realizan pruebas completas de función hepática o estudios de hierro para investigar las causas de los síntomas que presenta una persona. Sin embargo, el resultado de un análisis de ferritina puede interpretarse de forma independiente.
Además del diagnóstico, la prueba de ferritina también puede utilizarse para la detección y el seguimiento de ciertas afecciones de salud, tales como:
Además de estas condiciones, una prueba de ferritina también puede determinar si el síndrome de piernas inquietas (SPI) y la enfermedad de Still de inicio en la edad adulta (ESAA) se deben a una deficiencia de hierro o ferritina.
Un análisis de ferritina puede revelar una deficiencia o un exceso de hierro si se presentan síntomas asociados. Una persona con deficiencia de hierro puede experimentar una amplia gama de síntomas, entre ellos:
Las personas con niveles elevados de ferritina pueden experimentar lo siguiente:
Un análisis de ferritina consiste en tomar una muestra de sangre para analizarla en un laboratorio y obtener una cuantificación de la ferritina presente en ella. Los resultados del análisis muestran los niveles de ferritina obtenidos en relación con el recuento normal de ferritina en sangre como referencia.
Un análisis de ferritina puede tener una amplia gama de aplicaciones, además de determinar la cantidad de ferritina o hierro presente en una muestra de sangre. Estas incluyen:
Aunque la cantidad de ferritina en sangre no se ve afectada por la ingesta de alimentos, otros estudios de hierro pueden requerir una preparación específica. El médico indicará si es necesario ayunar antes de la prueba, según los requisitos del análisis.
La prueba de ferritina se realiza con una muestra de sangre extraída de una vena del antebrazo. Antes de la extracción, se puede colocar una banda alrededor del brazo para ejercer presión y aumentar el flujo sanguíneo en la vena de donde se extraerá la sangre. El brazo se limpia con un antiséptico o se desinfecta antes de insertar la aguja. A continuación, se extrae la sangre mediante una inyección y se almacena en un tubo. La muestra de sangre se envía a un laboratorio para su análisis.
Un análisis de ferritina puede proporcionarse con una escala de referencia, que incluso puede variar de un laboratorio a otro. Su rango de referencia indica el nivel normal de ferritina que se espera en una persona del mismo sexo, edad y estado de salud general. Por regla general, la ferritina se encuentra en mayores cantidades en adultos mayores, hombres y mujeres que toman anticonceptivos orales. Por lo tanto, un médico puede interpretar mejor un análisis de ferritina y especificar su significado para cada persona en particular.
Los resultados de la prueba de ferritina se expresan en ng/ml. Los niveles de ferritina normales para hombres y mujeres se indican a continuación como referencia.
Un nivel bajo de ferritina en la prueba indica una deficiencia de hierro o ferritina, lo que sugiere una menor reserva de hierro en la sangre. En casos de anemia ferropénica en etapa temprana, puede haber niveles bajos de ferritina y niveles normales de hierro, lo que permite que el cuerpo aún produzca suficientes glóbulos rojos sanos. En esta etapa, puede haber pocos o ningún síntoma de anemia. A medida que la deficiencia de hierro progresa, puede haber niveles bajos de ferritina, seguidos de niveles bajos de hierro, ya que el cuerpo utiliza el hierro almacenado. En esta etapa, pueden comenzar a aparecer los síntomas. Por lo tanto, el médico podría solicitar pruebas adicionales para confirmar o determinar la gravedad de la anemia ferropénica.
Los niveles elevados de hierro pueden causar hemocromatosis, una afección en la que el cuerpo absorbe más hierro del necesario, provocando una sobrecarga de hierro. Además, en casos de inflamación, los niveles de ferritina pueden ser altos, ya que son un marcador importante de inflamación. Existen otras posibles causas para el aumento de los niveles de ferritina, como:
La prueba de ferritina ayuda a diagnosticar o controlar diversas afecciones relacionadas con una deficiencia o un exceso de hierro en la sangre. Es una prueba precisa muy útil para la medición del hierro en sangre, siempre que se realice en un centro de salud de primer nivel como CARE Hospitals.
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El nivel normal de ferritina es la cantidad habitual de ferritina presente en la sangre, teniendo en cuenta la edad, el sexo y el estado de salud general de la persona. Se expresa en un rango y se mide en ng/ml. En los hombres, oscila entre 14.7 y 205.1 ng/ml, mientras que en las mujeres se sitúa entre 30.3 y 565.7 ng/ml.
Un nivel elevado de ferritina, según lo indica un análisis de ferritina, puede ser señal de inflamación. Las enfermedades hepáticas, la artritis reumatoide y el hipertiroidismo son algunas de las causas comunes de niveles elevados de ferritina debido a la inflamación.
Los niveles bajos de ferritina pueden ser indicativos de afecciones con niveles bajos de hierro, como la anemia.
La hemoglobina y la ferritina son proteínas que almacenan hierro, pero en cantidades diferentes. La mayor parte del hierro se almacena en la hemoglobina, y solo alrededor de una cuarta parte se almacena en la ferritina.
La mejor manera de elevar los niveles de ferritina es consumir alimentos ricos en hierro, principalmente de origen animal.
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