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La Virus de la hepatitis C La hepatitis C causa inflamación del hígado, lo que puede derivar en cirrosis o cicatrices hepáticas. Se transmite a través de sangre contaminada, relaciones sexuales sin protección y otras vías. Este virus suele causar una infección asintomática, es decir, no presenta síntomas en sus etapas iniciales. Por lo tanto, es fundamental realizarse la prueba de detección del VHC (hepatitis C) al menos una vez en la vida. Además, actualmente no existe una vacuna para prevenir la infección, por lo que un diagnóstico precoz es crucial para planificar el tratamiento adecuado.

¿Qué es una prueba de hepatitis C?

La hepatitis C es la forma más común de hepatitis viral y se clasifica en aguda y crónica. Un médico solicita una prueba de detección de la hepatitis C para diagnosticarla y controlar el plan de tratamiento. 

La hepatitis C aguda se presenta durante los primeros seis meses posteriores a la exposición al virus. Inicialmente, no hay síntomas, lo que dificulta que la mayoría de las personas detecten la infección. En aproximadamente una cuarta parte de los pacientes, la sistema inmunológico Combate con éxito el virus, lo que resulta en un retorno a la salud normal.

Por otro lado, la hepatitis C crónica se produce cuando el sistema inmunitario es incapaz de eliminar el virus. Por lo tanto, es fundamental tratar el virus en sus primeras etapas, ya que la atención y el tratamiento inmediatos pueden prevenir ciertas complicaciones como la enfermedad hepática, el cáncer de hígado y la insuficiencia hepática.

El objetivo de la prueba de hepatitis C, o prueba de anticuerpos contra el VHC, es determinar si un paciente ha estado infectado alguna vez con el virus de la hepatitis C. Estos análisis de sangre detectan anticuerpos contra la hepatitis C en la sangre. Los anticuerpos son sustancias químicas que se liberan en el torrente sanguíneo cuando una persona se infecta con el virus de la hepatitis C. Esto se debe a que, una vez que una persona se infecta con el virus de la hepatitis C, siempre tendrá anticuerpos en su sangre, independientemente de si se ha curado o no.

¿Cuándo debo hacerme la prueba de la hepatitis C?

Existen muchas maneras de contraer el virus de la hepatitis C. Sin embargo, la más común es al compartir agujas. Otras formas de transmisión incluyen el contacto sexual, el contacto con la sangre de una persona con hepatitis C y, en ocasiones, el parto.

Es recomendable realizarse la prueba de detección del virus de la hepatitis C a partir de los 18 años. Esto se debe a que el virus inicialmente no presenta síntomas y continúa multiplicándose, lo que finalmente daña el hígado. Por lo tanto, si una persona tiene algún factor de riesgo, se recomienda realizar análisis de sangre periódicos para detectar el VHC. Algunos de los factores de riesgo son los siguientes:

  • Tener una infección por VIH
  • Recibir diálisis renal
  • Tener relaciones sexuales sin protección
  • Trabajar o residir en una prisión
  • Consumo de drogas (en el pasado o en la actualidad)
  • Haber nacido de una madre con hepatitis C
  • Recibir transfusiones de sangre o trasplantes de órganos

Aunque el virus de la hepatitis normalmente no causa ningún síntoma, una persona debe hacerse la prueba una vez que experimente cualquiera de los siguientes signos:

  • Fiebre
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Fatiga y cansancio
  • Coloración amarillenta de los ojos y la piel.
  • Orina oscura o amarilla

Procedimiento para la prueba de hepatitis C 

Durante la prueba de sangre para el VHC, un técnico de laboratorio Se coloca una banda elástica alrededor del brazo y se le pide al paciente que cierre el puño para favorecer el flujo sanguíneo en la vena. A continuación, se limpia la piel del brazo con alcohol para prevenir infecciones. Después, se inserta una aguja en la zona limpia para extraer sangre y recoger la muestra en un tubo. Este tubo se utiliza posteriormente para detectar la presencia del virus de la hepatitis C en la sangre.

Tipos de prueba del virus de la hepatitis C (VHC) 

Se utilizan diversos tipos de análisis de sangre para detectar la hepatitis C y así garantizar el tratamiento adecuado para este virus potencialmente mortal. Las siguientes pruebas son necesarias para detectar el virus de la hepatitis C:

  • Prueba de anticuerpos contra la hepatitis C: Este análisis de sangre determina si una persona está infectada con el virus de la hepatitis C mediante la detección de la presencia de anticuerpos.
  • Prueba de ARN del virus de la hepatitis C: Tras la prueba de anticuerpos, se realizan pruebas de ARN para confirmar la presencia del virus de la hepatitis C. Las pruebas cualitativas detectan la presencia de ARN del VHC, mientras que las pruebas cuantitativas miden la cantidad de ARN del VHC en el torrente sanguíneo.
  • Prueba de genotipo: Existen seis cepas del virus de la hepatitis C, conocidas como genotipos. Esta prueba se realiza para identificar el genotipo específico, lo cual es esencial para orientar las decisiones de tratamiento.

Objetivo de la prueba del VHC

Las pruebas de detección del virus de la hepatitis C (VHC) sirven para identificar la infección y orientar las decisiones de tratamiento. El VHC está presente en la sangre y otros fluidos corporales durante una infección.

La hepatitis C es el tipo más frecuente de hepatitis viral en Estados Unidos, y las infecciones se clasifican como agudas o crónicas. Los profesionales sanitarios pueden recomendar la prueba de detección de la hepatitis C para su diagnóstico y para el tratamiento.

  • La hepatitis C aguda se refiere a los primeros seis meses posteriores a la exposición al virus. En las primeras etapas, los síntomas pueden ser leves o estar ausentes, por lo que muchas personas desconocen la infección. Aproximadamente el 25 % de las personas eliminan el virus de su organismo de forma natural a medida que el sistema inmunitario combate la infección.
  • La hepatitis C crónica se desarrolla si el organismo no puede eliminar el virus. La transición de la hepatitis C aguda a la crónica es frecuente y ocurre en el 75 % al 85 % de los casos. El diagnóstico oportuno de la hepatitis C crónica es crucial, ya que el tratamiento precoz puede prevenir complicaciones asociadas a esta afección, como la enfermedad hepática, la insuficiencia hepática y el cáncer de hígado.

Usos de la prueba del VHC 

La prueba del VHC (virus de la hepatitis C) se utiliza para diversos fines relacionados con la detección y el tratamiento de las infecciones por hepatitis C. Estos son los principales usos de la prueba del VHC:

  • Detección de la hepatitis C: La prueba del VHC se utiliza frecuentemente como método de detección para identificar a personas que podrían haber estado expuestas al virus de la hepatitis C. Esto es especialmente importante para las personas con mayor riesgo, como aquellas con antecedentes de consumo de drogas intravenosas, que han recibido transfusiones de sangre o que han tenido comportamientos sexuales de riesgo.
  • Diagnóstico de la infección por hepatitis C: Cuando una persona presenta síntomas de hepatitis C o se identifican factores de riesgo, se realiza la prueba del VHC para confirmar la presencia del virus. Los síntomas pueden incluir fatiga, ictericia, dolor abdominal y niveles anormales de enzimas hepáticas.
  • Seguimiento de la progresión de la enfermedad: En personas diagnosticadas con hepatitis C crónica, la prueba del VHC se utiliza para controlar la progresión de la infección. Esto implica evaluar la carga viral y la función hepática mediante diversos análisis de sangre a lo largo del tiempo.
  • Evaluación de la eficacia del tratamiento: Durante y después del tratamiento antiviral, se utiliza la prueba del VHC para evaluar su eficacia. Una disminución de la carga viral indica una respuesta positiva al tratamiento.
  • Evaluación del riesgo de enfermedad hepática: Los resultados de la prueba del VHC, junto con otras evaluaciones clínicas, ayudan a estimar el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con el hígado, como cirrosis o cáncer de hígado, en personas con hepatitis C crónica.

¿Cómo prepararse para la prueba de la hepatitis C?

Para la prueba de hepatitis C no se requiere ninguna preparación especial. Por lo general, el médico no pide al paciente que ayune antes de la prueba. Por lo tanto, pueden acudir directamente a la clínica o al laboratorio y realizarse la prueba.

Resultados de la prueba de hepatitis C

Los resultados de la prueba de hepatitis C tardan entre unos días y unas semanas. Sin embargo, algunas clínicas también ofrecen pruebas rápidas de sangre para la hepatitis C, cuyos resultados se obtienen en 30-40 minutos. Una vez que estén disponibles los resultados, el profesional sanitario se los comunicará al paciente: positivo o negativo.

  • Prueba reactiva: Un resultado reactivo en la prueba, también conocido como prueba de anticuerpos positiva para la hepatitis C, significa que el paciente ha estado infectado con el virus de la hepatitis C en algún momento. Sin embargo, un resultado reactivo no significa que tenga el virus de la hepatitis C actualmente. Por lo tanto, se requeriría una prueba de seguimiento.
  • Prueba no reactiva: Un resultado negativo en la prueba de anticuerpos significa que la persona no está infectada con el virus de la hepatitis C. Sin embargo, si alguien cree haber estado expuesto al virus en los últimos tres a seis meses, es recomendable realizarse una prueba de detección del virus de la hepatitis C. 

Si los resultados de la prueba son positivos, el médico podría recomendar realizar pruebas adicionales para confirmar la presencia de hepatitis C, conocidas como prueba de ácidos nucleicos (NAT) o prueba de ARN del VHC. Si la NAT para ARN del VHC es:

  • Positiva: La persona está infectada con el virus de la hepatitis C.
  • Negativo: La persona estuvo infectada con el virus de la hepatitis C en algún momento, pero se ha curado y ya no tiene el virus en su cuerpo.

Si una persona obtiene un resultado positivo en la prueba de anticuerpos y en la prueba NAT de ARN del VHC, debe consultar con un médico, quien le brindará orientación sobre el plan de tratamiento, los costos asociados y los posibles resultados. El tratamiento para la hepatitis C suele durar entre 8 y 12 meses.

Conclusión

Una vez que una persona comienza a sentir fiebre, fatiga y vómitos que no desaparecen, se recomienda consultar a un médico lo antes posible. Hospitales CAREContamos con los mejores médicos, con años de experiencia en el tratamiento de pacientes con el virus de la hepatitis C. El proceso comienza con una consulta y la solicitud de una prueba de hepatitis C para evaluar la carga viral y elaborar un plan de tratamiento. Por lo tanto, es recomendable no demorar el tratamiento ante cualquier síntoma.

Preguntas Frecuentes

P1. ¿Cómo puedo hacerme la prueba de la hepatitis C?

Respuesta: Generalmente se recomienda hacerse la prueba de la hepatitis C una vez en la vida. Para ello, la persona puede acudir a un médico, quien le indicará qué prueba debe realizarse.

P2. ¿Cuáles son las dos pruebas para la hepatitis C?

Respuesta: Las dos pruebas para la hepatitis C son la prueba de anticuerpos contra la hepatitis C y la prueba de ARN del VHC.

P3. ¿Se realiza la prueba de la hepatitis C en la orina?

Sí, los médicos incluso podrían solicitar análisis de orina, ya que el virus de la hepatitis C puede detectarse en fluidos corporales como la orina.

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