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Ambliopía

La ambliopía afecta hasta al 3-4% de los niños en todo el mundo, lo que la convierte en uno de los problemas de visión más comunes en jóvenes. Esta afección, comúnmente conocida como ambliopía u ojo vago, se desarrolla cuando el cerebro y el ojo dejan de funcionar correctamente en conjunto. El cerebro comienza a depender más de un ojo e ignora las señales del otro, lo que resulta en una disminución de la visión en el ojo más débil. Analicemos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento de la ambliopía u ojo vago para ayudar a padres y cuidadores a tomar decisiones informadas sobre la salud ocular de sus hijos.

¿Qué es la ambliopía?

La ambliopía es un trastorno visual grave que se desarrolla cuando el cerebro y el ojo no funcionan correctamente en conjunto. Esta afección suele afectar a un solo ojo, aunque en raras ocasiones puede afectar a ambos. Cuando un niño tiene ambliopía, su cerebro deja gradualmente de reconocer las señales del ojo afectado, lo que provoca una disminución de la visión en ese ojo.

Esta afección se desarrolla durante la primera infancia, generalmente desde el nacimiento hasta los 7 años, y puede empeorar si no se trata. En los niños con ambliopía, el cerebro comienza a depender más del ojo más fuerte e ignora las señales visuales del ojo más débil. Esto crea una diferencia significativa en la calidad de la visión entre ambos ojos.

Causas y factores de riesgo de la ambliopía (ojo vago)

Diversas afecciones pueden impedir que los ojos de un niño formen imágenes nítidas y enfocadas, lo que puede provocar ambliopía. Las causas principales de la ambliopía se pueden clasificar en tres tipos principales:

  • Estrabismo (desequilibrio muscular): Cuando los ojos no están alineados correctamente, con un ojo desviado hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo, esta desalineación envía imágenes contradictorias al cerebro, suprimiendo la visión del ojo desviado.
  • Errores refractivos: Existen diferencias considerables en la visión entre ambos ojos, entre las que se incluyen:
    • Miopía (miopía)
    • Hipermetropía (hipermetropía)
    • Astigmatismo (forma irregular de la córnea)
  • Privación: Obstrucción física de la visión, como una zona turbia en el cristalino (catarata) o problemas en la córnea, que impide el desarrollo de una visión nítida.
  • Afecciones oculares estructurales: Diversas afecciones oculares pueden afectar la función ocular del niño, provocando visión borrosa y ambliopía. Entre ellas se incluyen la ptosis (párpados caídos), problemas corneales y cataratas.  

Varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar ambliopía. Estos son:

  • Niños nacidos prematuramente o con bajo peso al nacer (menos de 2,500 gramos) 
  • Tener familiares biológicos con problemas de la vista y de los ojos 
  • Niños con retrasos en el desarrollo 

Síntomas de la ambliopía

Detectar los síntomas de la ambliopía puede ser un reto, ya que muchos niños no se quejan de problemas de visión. Los niños con ambliopía pueden presentar diversos síntomas físicos y conductuales:

  • Chocarse frecuentemente con objetos, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Entrecerrar los ojos o cerrarlos con frecuencia
  • Inclinación constante de la cabeza al mirar objetos
  • Estrabismo notable
  • Párpado caído
  • Dificultad con la percepción de profundidad.
  • Mala coordinación mano-ojo
  • Tropezones o caídas frecuentes
  • Parpadeo excesivo o frotamiento de ojos
  • Quejas frecuentes de dolores de cabeza

Complicaciones

La ambliopía no tratada puede provocar complicaciones importantes a largo plazo que van mucho más allá de los problemas de visión. Si no se controla, esta afección puede causar pérdida de visión permanente, sobre todo si el ojo más fuerte se lesiona o desarrolla otras afecciones como cataratas.

El impacto de la ambliopía se extiende a diversos aspectos de la vida diaria. Las personas con ambliopía no tratada suelen experimentar:

  • La percepción reducida de la profundidad afecta a los deportes y a la conducción.
  • Dificultades con la lectura y las actividades educativas
  • Limitaciones en las opciones profesionales
  • Dificultades para realizar tareas detalladas
  • Mayor riesgo de pérdida total de la visión
  • Problemas con las interacciones sociales
  • El aumento del estrés y la ansiedad provoca tensiones en las relaciones familiares. 

Diagnóstico

El proceso de diagnóstico incluye varias pruebas clave:

  • Prueba de agudeza visual: El examen de la vista tradicional "20/20" con tablas alfabéticas para niños mayores que saben leer
  • Retinoscopia: Una prueba especializada que utiliza un retinoscopio para medir cómo se refleja la luz en la retina.
  • Prueba de cobertura: Alternando entre cubrir cada ojo para observar la respuesta del niño
  • Pruebas de Prism: Medición de la desalineación ocular mediante herramientas con forma de prisma
  • Prueba del reflejo rojo: Examinar cómo se refleja la luz en la parte posterior del ojo
  • Retinoscopia: El especialista proyecta un haz de luz sobre los ojos del niño (que aún no puede hablar ni leer) y observa cómo se refleja en la retina. 

Tratamientos para la ambliopía

La clave para un tratamiento exitoso radica en comenzar temprano y mantener la constancia durante todo el período prescrito. Las investigaciones demuestran que los niños que reciben tratamiento antes de los tres años tienen un 70 % menos de probabilidades de desarrollar ambliopía residual en comparación con aquellos que comienzan el tratamiento más tarde.

Las principales opciones de tratamiento incluyen:

  • Gafas correctoras: Las gafas o las lentes de contacto corrigen los errores refractivos subyacentes y a menudo constituyen el tratamiento de primera línea.
  • Terapia de oclusión: Utilizar un parche ocular en el ojo más fuerte durante 2 a 6 horas diarias para fortalecer el ojo más débil.
  • Gotas para los ojos de atropina: Se aplica al ojo más fuerte para desenfocar temporalmente la visión, fomentando el uso del ojo más débil.
  • Filtros Bangerter: Filtros especiales que se adhieren a las lentes de las gafas para reducir la visión del ojo más fuerte.
  • Terapia de la visión: Ejercicios prescritos para mejorar las habilidades visuales y la coordinación ocular
  • Terapias basadas en juegos: Utilizan tabletas y programas informáticos especializados. Estos métodos innovadores han mostrado resultados prometedores, sobre todo para mejorar el cumplimiento del tratamiento en niños.

Cuándo ver a un doctor

Los oftalmólogos recomiendan el primer examen ocular completo a los 3 años, aunque es fundamental realizar revisiones más tempranas si se sospechan problemas de visión o si existen antecedentes familiares de afecciones oculares. Es necesaria atención médica inmediata si los padres observan:

  • La mirada de su hijo se desvía después de las primeras semanas de vida
  • Cambios en el comportamiento visual o la claridad del niño
  • Mayor preferencia por un lado del cuerpo
  • Disminución de la confianza en el movimiento
  • Entrecerrar los ojos o adoptar una posición inusual de la cabeza al mirar objetos

Prevención

Los oftalmólogos destacan varios pasos esenciales que los padres y cuidadores pueden seguir para proteger la visión de sus hijos:

  • Programar exámenes oculares completos desde una edad temprana
  • Mantenga citas de seguimiento regulares con los especialistas en oftalmología.
  • Siga los planes de tratamiento exactamente como se lo recetaron
  • Monitorear el desarrollo de la visión durante los períodos de crecimiento cruciales
  • Informe inmediatamente cualquier cambio en la visión o en la alineación de los ojos.
  • Asegúrese de que los niños usen los anteojos correctivos recetados de forma constante.

El período crítico para el desarrollo de la visión se produce durante los primeros años de vida, extendiéndose hasta la primera infancia. Durante este tiempo, el cerebro forma conexiones cruciales para el procesamiento visual. Si la ambliopía no se trata durante este período, la discapacidad visual se vuelve permanente, afectando significativamente la calidad de vida del niño.

Conclusión

La ambliopía representa un importante desafío visual que afecta a niños en todo el mundo, pero los avances médicos ofrecen esperanza para un tratamiento exitoso. Los padres desempeñan un papel fundamental en la identificación de las señales de alerta temprana y en la búsqueda de atención médica adecuada. El impacto de esta afección va más allá de la visión, afectando el desarrollo educativo, las interacciones sociales y las actividades diarias, por lo que la atención oportuna es crucial para el bienestar general del niño. Los exámenes oculares regulares, el seguimiento cuidadoso y el cumplimiento constante del tratamiento constituyen el mejor camino hacia una mejor visión y una mejor calidad de vida para los niños con ambliopía. Los padres deben recordar que, si bien el camino puede parecer difícil, la orientación y el apoyo médico adecuados pueden conducir a mejoras significativas en la visión de su hijo.

Preguntas Frecuentes

1. ¿Con qué frecuencia se presenta la ambliopía?

Las investigaciones indican que la ambliopía afecta aproximadamente al 4.3 % de los niños en todo el mundo. Esta afección presenta una prevalencia ligeramente mayor en varones (1.40 %) que en mujeres (1.24 %). Estas estadísticas convierten a la ambliopía en una de las principales causas de discapacidad visual en niños menores de 15 años.

2. ¿Cómo afecta el ojo vago a la visión?

La ambliopía crea una diferencia significativa en la calidad de la visión entre ambos ojos. El ojo afectado experimenta:

  • Agudeza visual reducida
  • Disminución de la percepción de profundidad
  • Dificultad con las tareas motoras finas
  • Visión binocular deficiente

3. ¿Se puede corregir la ambliopía?

La ambliopía se puede corregir con el tratamiento adecuado. Las tasas de éxito varían y dependen de la edad al momento del diagnóstico y del inicio del tratamiento. El 53 % de los niños de 7 a 12 años muestran mejoría con el tratamiento, mientras que el 47 % de los adolescentes de 13 a 17 años también experimentan mejoría en la visión.

4. ¿Cuál es el límite de edad para la ambliopía?

Aunque no existe un límite de edad estricto para el tratamiento, su eficacia suele ser máxima durante la primera infancia. El tratamiento muestra resultados óptimos cuando se inicia antes de los 7 años, si bien es posible una mejoría durante la adolescencia e, incluso, en algunos casos, en la edad adulta.

5. ¿Cuándo es demasiado tarde para tratar la ambliopía?

Investigaciones recientes cuestionan la noción tradicional de una edad límite estricta para el tratamiento. Los estudios demuestran que pueden producirse mejoras significativas en la visión incluso en adolescentes y adultos, aunque la duración del tratamiento puede ser mayor y los resultados menos espectaculares que en niños pequeños.

6. ¿Puede desaparecer el ojo vago?

La ambliopía no se resuelve espontáneamente sin tratamiento. Sin embargo, es posible lograr una mejoría significativa de la visión con la intervención médica adecuada y el cumplimiento constante de los tratamientos prescritos. Esta afección requiere atención profesional para obtener resultados satisfactorios.

Dra. Neelu Mundhala

como uno Equipo médico de CARE

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