¿Sabías que la artritis afecta a millones de personas en todo el mundo? Esta afección común causa dolor, rigidez e inflamación en diversas articulaciones, lo que dificulta las actividades cotidianas para quienes la padecen. La artritis puede afectar significativamente la calidad de vida, pero comprender sus síntomas, causas y tratamientos puede ayudar a controlar mejor la enfermedad. Este artículo explora los distintos tipos de artritis, sus síntomas y posibles causas.
¿Qué es la artritis?
La artritis significa literalmente inflamación de las articulaciones. Se refiere a un grupo de enfermedades que afectan a las articulaciones, causando dolor, rigidez e hinchazón. Las articulaciones son los puntos de unión de dos huesos, como el codo, los dedos o la rodilla. Los principales síntomas de la artritis incluyen dolor, rigidez, limitación de la movilidad e hinchazón en las articulaciones y los tejidos circundantes.
tipos de artritis
La artritis comprende más de 100 formas diferentes, cada una de las cuales afecta a las articulaciones de manera única. Los tipos más comunes incluyen:
Otros tipos incluyen el lupus, que puede afectar las articulaciones y múltiples órganos, y la artritis juvenil, que se presenta en niños menores de 16 años.
Los síntomas de la artritis
La artritis se manifiesta a través de diversos síntomas, que afectan principalmente a las articulaciones.
Las personas con artritis pueden notar una decoloración de la piel alrededor de las articulaciones, que suele aparecer roja o inflamada.
Algunas personas experimentan una sensación de calor o calor cerca de las articulaciones, lo que puede ser un signo de inflamación activa.
Causas de la artritis
La artritis tiene diversas causas, dependiendo del tipo específico, entre ellas:
La osteoartritis, la forma más común, se produce naturalmente con la edad. Es consecuencia del desgaste del cartílago que amortigua los extremos de los huesos en las articulaciones. Con el tiempo, este daño puede provocar que el hueso roce directamente contra el hueso, causando dolor y limitación del movimiento. Las lesiones o infecciones articulares pueden acelerar este proceso.
Por otro lado, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. El sistema inmunitario del cuerpo ataca por error el revestimiento de la cápsula articular, lo que provoca inflamación e hinchazón. Esta inflamación puede llegar a destruir el cartílago y el hueso dentro de la articulación.
La gota se desarrolla cuando hay demasiado ácido úrico en la sangre.
Infecciones virales, incluyendo la COVID-19, pueden desencadenar artritis viral.
A veces, la artritis se presenta sin una causa clara, lo que los médicos denominan artritis idiopática.
Factores de riesgo para la artritis
La artritis puede afectar a cualquiera, pero ciertos factores aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección, tales como:
El riesgo de padecer muchos tipos de artritis (osteoartritis, artritis reumatoide y gota) aumenta con la edad.
Las mujeres son más propensas a la osteoartritis, la artritis reumatoide y la fibromialgia, mientras que los hombres se enfrentan a un mayor riesgo de gota.
Las personas con padres o hermanos que padecen artritis pueden tener mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad.
Obesidad Ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, en particular sobre las rodillas, las caderas y la columna vertebral, aumentando el riesgo de artrosis de rodilla.
Las lesiones articulares previas, como las sufridas durante la práctica deportiva, pueden provocar osteoartritis en la articulación afectada más adelante en la vida.
Fumar aumenta el riesgo de artritis reumatoide y puede empeorar los síntomas de la artritis existente.
Ciertas infecciones provocan inflamación articular, lo que puede aumentar el riesgo de artritis.
Algunas ocupaciones que implican estrés articular repetitivo o exposición a ciertas sustancias pueden aumentar el riesgo de artritis.
Diagnóstico de la artritis
Diagnosticar la artritis puede ser complejo debido a la existencia de más de 100 tipos diferentes con síntomas similares. Los traumatólogos utilizan un enfoque integral para realizar un diagnóstico preciso.
Historial médico: Los médicos revisan el historial médico del paciente, preguntando sobre enfermedades previas, lesiones, antecedentes familiares de artritis y medicamentos que toma actualmente. También indagan sobre síntomas específicos, como la localización, duración e intensidad del dolor, y los factores que lo agravan o alivian.
Exploración física: Los médicos examinarán las articulaciones para detectar hinchazón, enrojecimiento y calor. Evaluarán la amplitud de movimiento del paciente y la función articular general.
Pruebas de laboratorio:
Análisis de sangre: Un análisis de sangre ayuda a medir los niveles de anticuerpos, el hemograma completo y marcadores de inflamación como la proteína C reactiva y la velocidad de sedimentación globular.
Análisis del líquido sinovial: El análisis del líquido sinovial aspirado mediante artrocentesis puede proporcionar información valiosa.
Técnicas de imagen: Las radiografías, las resonancias magnéticas y las tomografías computarizadas ofrecen una imagen más clara de la salud articular.
La artroscopiaEn algunos casos, los médicos pueden realizar una artroscopia para examinar directamente el interior de la articulación.
Tratamiento para la artritis
Aunque no existe cura para la artritis, diversos remedios a corto y largo plazo ayudan a controlar la enfermedad de forma eficaz.
Tratamientos a corto plazo:
Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar el dolor y la inflamación
Acupuntura o el uso de contrairritantes como cremas que contienen mentol o capsaicina
Tratamientos a largo plazo:
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) para ralentizar la progresión de la artritis reumatoide y prevenir el daño articular
Los corticosteroides y la terapia con ácido hialurónico son otras opciones.
En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía, incluyendo la reparación, el reemplazo o la fusión de la articulación.
Complicaciones de la artritis
La artritis puede causar diversas complicaciones si no se trata o se controla mal, tales como:
Sin un tratamiento adecuado para la artritis, la inflamación puede causar daños permanentes en los huesos, cartílagos y tendones cercanos.
La artritis reumatoide puede provocar inflamación en otras partes del cuerpo, incluidos los pulmones, el corazón, los ojos y los vasos sanguíneos, lo que da lugar a numerosas afecciones, como pleuresía, pericarditis, escleritis y vasculitis.
El síndrome del túnel carpiano es otra complicación frecuente, sobre todo en personas con artritis reumatoide. Esta afección provoca dolor, entumecimiento y hormigueo en las manos debido a la compresión del nervio mediano.
El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aumenta en las personas con artritis reumatoide, lo que puede provocar problemas potencialmente mortales como ataques al corazón y golpes.
La artritis reumatoide a largo plazo puede aumentar el riesgo de mielopatía cervical, una afección grave que afecta a la columna vertebral y que puede requerir cirugía.
En los casos graves, la artritis puede dificultar las tareas diarias, afectando la capacidad de una persona para caminar cómodamente o mantener una postura adecuada.
Cuándo ver a un doctor
Es recomendable pedir cita con el médico si:
Los síntomas articulares persisten durante tres días o más.
Se producen varios episodios de síntomas articulares en un mes.
Los tratamientos caseros no han funcionado después de aproximadamente una semana.
El dolor afecta a múltiples articulaciones.
Me duelen mucho las articulaciones
El dolor no disminuye después del descanso
Las articulaciones se ponen rojas o calientes de repente.
Prevención
Aunque la artritis no siempre se puede prevenir, las personas pueden tomar medidas para disminuir el riesgo de desarrollar dolor en las articulaciones a medida que envejecen.
Mantener un peso corporal saludable es vital, ya que el exceso de peso ejerce presión sobre las articulaciones que soportan peso. Perder tan solo medio kilo puede aliviar casi dos kilos de presión sobre las rodillas en personas con osteoartritis de rodilla.
El ejercicio regular desempeña un papel fundamental en la prevención de la artritis. Fortalece los músculos que rodean las articulaciones, estabilizándolas y protegiéndolas del desgaste. Los médicos o fisioterapeutas pueden recomendar una combinación de ejercicios:
Ejercicios de resistencia como caminar o nadar (30 minutos, cinco días a la semana)
Ejercicios de fuerza con pesas o bandas de resistencia (2 sesiones semanales)
Ejercicios de flexibilidad como estiramientos o yoga (4-5 días a la semana)
Ejercicios de equilibrio como el tai chi (varias veces por semana)
Otras medidas preventivas incluyen:
Utilizar el equipo de seguridad adecuado durante la práctica deportiva
Dejar de fumarlo cual puede reducir el riesgo de artritis reumatoide
Configurar espacios de trabajo ergonómicos para prevenir la tensión articular
Controlar el azúcar en sangre, ya que la diabetes está relacionada con un mayor riesgo de osteoartritis.
Conclusión
Aunque la artritis no siempre se puede prevenir, las personas pueden tomar medidas proactivas para disminuir el riesgo y controlar los síntomas eficazmente. Mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad y adoptar hábitos de vida saludables son esenciales para proteger la salud de las articulaciones. Al mantenerse informados sobre la artritis y trabajar en estrecha colaboración con los médicos, las personas pueden desarrollar estrategias personalizadas para vivir bien con esta afección y minimizar sus efectos en su vida.
FAQ's
1. ¿Con qué frecuencia se presenta la artritis?
La artritis afecta a millones de personas en todo el mundo. Se estima que más del 15 % de la población padece artritis en las articulaciones. La osteoartritis, el tipo más común, afecta aproximadamente al 80 % de los adultos mayores de 55 años, y cerca del 60 % experimenta síntomas notables.
2. ¿A qué edad suele comenzar la artritis?
La artritis puede desarrollarse a cualquier edad, incluso en niños y adolescentes. Sin embargo, la edad de inicio varía según el tipo:
La osteoartritis afecta generalmente a adultos mayores de 50 años.
La artritis reumatoide suele comenzar entre los 30 y los 60 años.
La gota puede afectar a hombres de entre 20 y 30 años y a mujeres después de la menopausia.
La espondilitis anquilosante suele aparecer entre los 20 y los 30 años.
3. ¿Cuál es la forma más rápida de aliviar el dolor de la artritis?
Para aliviar rápidamente el dolor de la artritis, pruebe:
Tomar analgésicos de venta libre
Aplicación de terapia de calor o frío
Uso de cremas tópicas con AINE
Participar en ejercicios suaves
Probar técnicas de relajación
4. ¿Empeoran los efectos de ciertos tipos de clima en la artritis?
Muchas personas afirman que el clima influye en el dolor de su artritis. Los días fríos y lluviosos, así como los cambios en la presión atmosférica, suelen desencadenar brotes. Algunos estudios han mostrado una correlación entre el dolor articular y la humedad, la presión atmosférica y la velocidad del viento. Sin embargo, la evidencia científica es contradictoria y los efectos pueden variar de una persona a otra.