La enfermedad renal crónica (ERC), también conocida como insuficiencia renal crónica, suele desarrollarse lentamente con el tiempo debido a afecciones como diabetes o hipertensión arterial que daña los riñones. Este daño reduce la capacidad de los riñones para filtrar los desechos y el exceso de líquidos. A medida que la enfermedad progresa, la función renal continúa deteriorándose, a menudo sin síntomas evidentes en las primeras etapas. Con el tiempo, la enfermedad renal crónica (ERC) puede provocar complicaciones de salud graves si no se controla eficazmente.

Las etapas de la enfermedad renal crónica se clasifican en 5 etapas diferentes según el grado de daño y la disminución de la función renal, que son las siguientes:
Los síntomas de la ERC pueden ser sutiles en las primeras etapas y volverse más notorios a medida que la enfermedad progresa. Los síntomas comunes incluyen:
La hipertensión arterial y la diabetes son las dos causas más comunes de enfermedad renal crónica. Otras causas y afecciones que afectan la función renal y pueden provocar enfermedad renal crónica incluyen:
Antes de iniciar cualquier tratamiento, su médico revisará su historial clínico, le realizará una exploración física, le preguntará sobre los medicamentos que está tomando actualmente y sobre cualquier síntoma que haya tenido. Otras pruebas diagnósticas incluyen:
No existe cura para la enfermedad renal crónica; sin embargo, se puede controlar. El objetivo principal del tratamiento es ralentizar su progresión y controlar los síntomas. El tratamiento de la enfermedad renal crónica incluye:
Ciertos factores aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica (ERC):
Todo el organismo puede verse afectado por la enfermedad renal crónica. Posibles efectos secundarios de la enfermedad renal crónica:
Si una persona sufre de fatiga persistente, hinchazón, cambios en el patrón urinario o presión arterial alta, debe buscar atención médica de inmediato. La detección temprana puede marcar una gran diferencia en el manejo de la enfermedad.
Para reducir las probabilidades de padecer una enfermedad renal:
La enfermedad renal crónica empeora con el tiempo y puede afectar su calidad de vida. Para controlarla mejor, es importante centrarse en la prevención y la detección temprana. Esto ayuda a reducir sus efectos y a mejorar los resultados para quienes la padecen. Mantenerse sano y realizarse chequeos regulares es fundamental para la salud renal.
R. Se estima que la enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10% de la población mundial. Su incidencia sigue aumentando en una población cada vez más envejecida, junto con el incremento de las tasas de diabetes e hipertensión, lo que sin duda constituye un importante problema de salud pública a nivel mundial.
Respuesta: Los alimentos con alto contenido de sodio, las carnes procesadas, las bebidas azucaradas, los alimentos con alto contenido de fósforo —como ciertos productos lácteos y frutos secos— y los alimentos con alto contenido de potasio —por ejemplo, plátanos y naranjas— podrían ser perjudiciales para los riñones, especialmente en presencia de enfermedad renal crónica.
Respuesta: No, la enfermedad renal crónica (ERC) no tiene cura definitiva. Sin embargo, su progresión puede controlarse y ralentizarse con el tratamiento adecuado, cambios en el estilo de vida y medicamentos que mejoren la calidad de vida y la función renal.
Respuesta: Necesitas consultar con un médico. El médico te recetará análisis de sangre y orina, y probablemente pruebas de imagen para comprobar que tus riñones funcionan correctamente. Los análisis mostrarán el funcionamiento de tus riñones y si existe alguna anomalía o indicio de enfermedad renal crónica.
Respuesta: Una de las señales cuando tu Los riñones no funcionan Es normal que tu orina se vuelva oscura, casi marrón, roja o color té. Muchas veces, esto también indica la presencia de sangre o desechos en exceso. Además, puede ser espumosa o turbia si hay demasiada proteína u otras sustancias que no deberían estar en la orina.
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