¿Alguna vez has escuchado la tos de un niño que suena como el ladrido de una foca? Este sonido característico suele indicar crup, una enfermedad común. enfermedad infantil que afecta las vías respiratorias superiores. La tos crup puede preocupar a los padres, pero comprender sus síntomas y tratamientos puede ayudar a controlar la afección eficazmente.
Aunque la tos de crup puede ser molesta, generalmente se puede tratar en casa. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesaria la atención médica. Este blog explorará las causas, los síntomas y el tratamiento del crup, brindando a los padres el conocimiento necesario para identificar y tratar esta afección con confianza.

La laringotraqueobronquitis, también conocida como crup, es una infección respiratoria que afecta principalmente a niños pequeños. Esta afección provoca inflamación en la laringe y la tráquea, estrechando las vías respiratorias por debajo de las cuerdas vocales. Como consecuencia, los niños con crup experimentan dificultad para respirar y un sonido áspero y ronco al inhalar. Generalmente, la causa son infecciones virales, y la inflamación e irritación se extienden también a los bronquios.
La tos característica del crup es un sonido distintivo que recuerda mucho al ladrido de una foca. Este sonido único se produce cuando el aire se ve forzado a pasar por las vías respiratorias estrechadas, lo que provoca la vibración de las cuerdas vocales inflamadas. Además, los niños con crup suelen presentar un silbido agudo, llamado estridor, al inspirar.
La laringitis suele comenzar con síntomas parecidos a los de un resfriado común. La afección puede empeorar en las siguientes 12 a 48 horas, y la tos perruna característica puede aparecer y a menudo empeora por la noche.
Puede que note que su hijo experimenta:
En los casos moderados a graves, los niños podrían presentar:
Aunque la laringitis suele durar de 3 a 5 días, es fundamental controlar los síntomas de cerca.
La laringitis se debe principalmente a infecciones virales. El virus de la parainfluenza es el más común, pero otros virus como la influenza, el virus sincitial respiratorio (VSR), el sarampión y el adenovirus también pueden causarla. Estos virus provocan inflamación en las vías respiratorias superiores, lo que dificulta la respiración en los niños.
Los niños suelen contraer estos virus al inhalar gotitas respiratorias infectadas que se expulsan al toser o estornudar. Además, las partículas virales pueden sobrevivir en superficies como los juguetes. La infección puede producirse si un niño toca estas superficies contaminadas y luego se toca la nariz, los ojos o la boca.
En casos raros, las bacterias pueden complicar el cuadro. infección viral, lo que agrava las dificultades respiratorias. Sin embargo, las causas bacterianas de la laringitis son mucho menos frecuentes que las virales.
Los médicos suelen diagnosticar la laringitis aguda basándose en los síntomas del niño y en una exploración física. Los signos más comunes son una tos perruna característica, estridor y un silbido agudo al inspirar. Estos síntomas a menudo permiten a los padres identificar la laringitis aguda en casa.
Durante una evaluación médica, el médico:
Es importante señalar que estas pruebas rara vez son necesarias. La mayoría de los casos de crup se pueden diagnosticar únicamente mediante observación y exploración física.
El tratamiento de la laringitis depende de la gravedad del cuadro clínico del niño.
Para la laringitis leve, los padres pueden probar lo siguiente:
Los médicos pueden sugerir el siguiente tratamiento médico para los casos moderados a graves:
En casos raros y graves, un niño puede necesitar hospitalización para una monitorización más estrecha y, posiblemente, ventilación mecánica. Sin embargo, con un tratamiento rápido y adecuado para la laringitis, la mayoría de los niños con esta afección se recuperan rápidamente.
Varios factores aumentan la probabilidad de que un niño desarrolle esta afección, tales como:
Aunque la laringitis suele ser leve y autolimitada, en raras ocasiones pueden producirse complicaciones. Menos del 5% de los niños con laringitis requieren hospitalización.
Los motivos más comunes de hospitalización incluyen:
Entre las complicaciones poco frecuentes pero graves se incluyen:
Los padres deben buscar atención médica de emergencia si:
Los padres pueden controlar los casos leves de crup en casa con varios remedios eficaces, entre ellos:
Los padres pueden tomar varias medidas para prevenir la laringitis y reducir su propagación, tales como:
La laringitis puede ser una afección preocupante para los padres, pero comprender sus síntomas y opciones de tratamiento ayuda a controlarla eficazmente. La tos perruna característica, a menudo acompañada de dificultad para respirar, es un claro indicador de laringitis en niños pequeños. Si bien los padres pueden tratar la mayoría de los casos en casa con remedios sencillos como vapor frío y una hidratación adecuada, es fundamental reconocer cuándo se necesita atención médica. Con un diagnóstico oportuno y los cuidados apropiados, la mayoría de los niños se recuperan rápidamente de la laringitis, lo que permite a las familias afrontar esta enfermedad infantil común con confianza.
Aunque muchos padres creen que el vapor ayuda con la laringitis, no hay evidencia científica que lo respalde. Algunos encuentran que sentarse con su hijo en un baño con vapor mejora la respiración, pero los estudios no han demostrado su eficacia. A menudo se recomiendan los humidificadores de vapor frío en lugar de los vaporizadores de vapor caliente para evitar el riesgo de quemaduras.
En casos de crup moderado a grave, los tratamientos con nebulizador pueden ser beneficiosos. La epinefrina, administrada mediante un nebulizador, reduce rápidamente la inflamación de las vías respiratorias, generalmente en 10 minutos.
Los síntomas de la laringitis suelen empeorar por la noche. Los padres pueden usar un humidificador de vapor frío en la habitación del niño o sacarlo al exterior para que respire el aire fresco y húmedo de la noche. Es recomendable permanecer cerca del niño para brindarle ayuda inmediata si presenta dificultades respiratorias. Mantener al niño tranquilo es fundamental, ya que la ansiedad puede agravar los síntomas.
Los padres deben buscar atención médica inmediata si su hijo:
Los corticosteroides son muy eficaces para tratar la laringitis. Reducen la inflamación de las vías respiratorias, generalmente en las seis horas posteriores a la primera dosis. En casos leves, una sola dosis puede ser suficiente. En casos más graves, los médicos pueden recetar dosis adicionales o combinarlos con otros tratamientos, como la epinefrina nebulizada.
La laringitis afecta con mayor frecuencia a niños de entre seis meses y tres años. A medida que crecen, sus vías respiratorias se ensanchan, lo que los hace menos propensos a las dificultades respiratorias causadas por la laringitis. Esta afección rara vez se presenta en niños mayores de seis años.
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