La diverticulitis se produce cuando unas pequeñas bolsas (divertículos) en el tracto digestivo se inflaman o se infectan. Es probable que experimente un dolor abdominal intenso. fiebre, náuseay cambios en el funcionamiento intestinal. Si bien la diverticulosis (presencia de bolsas sin inflamación) se presenta en muchas personas, solo algunos de estos casos se convierten en diverticulitis.
Los hombres menores de 50 años y las mujeres entre 50 y 70 años tienden a padecer diverticulitis con mayor frecuencia. La diverticulitis no tratada puede derivar en problemas graves como abscesosobstrucciones intestinales y perforaciones en la pared intestinal. Conocer sus causas, síntomas y tratamientos es fundamental si se padecen problemas digestivos o si se presentan mayores riesgos debido a la edad o factores relacionados con el estilo de vida.
Pequeñas bolsas se forman a través de zonas débiles del colon y se inflaman o infectan; esta afección se denomina diverticulitis. Esto difiere de la diverticulosis, que simplemente significa tener bolsas sin inflamación. Estas bolsas suelen formarse en la parte inferior del colon, particularmente en el colon sigmoide. Algunas personas con diverticulosis experimentan inflamación en algún momento de su vida.
Los médicos clasifican la diverticulitis en varios tipos:
El dolor en la parte inferior izquierda del abdomen destaca como el síntoma principal. Otros síntomas incluyen:
Los científicos no han determinado las causas exactas, pero la diverticulitis probablemente comienza cuando las bacterias o las heces quedan atrapadas en los divertículos. Las bolsas originales podrían formarse debido al aumento de presión causado por el estreñimiento. Un divertículo desgarrado puede provocar infección e inflamación.
Sus probabilidades de desarrollar esta afección aumentan con:
La diverticulitis no tratada puede provocar complicaciones graves:
La identificación y el tratamiento rápidos de la diverticulitis pueden prevenir complicaciones graves.
Los médicos confirman la diverticulitis mediante varios métodos. Comienzan revisando su historial médico y realizando una exploración física. La exploración incluye comprobar la sensibilidad del abdomen, especialmente si el dolor se localiza en la parte inferior izquierda. Su médico también podría solicitar:
Las tomografías computarizadas crean imágenes detalladas que muestran a los médicos las bolsas y posibles complicaciones como abscesos o fístulas.
Los planes de tratamiento cambian en función de la gravedad de su afección:
Es posible que necesite cirugía tras varios episodios graves, sangrado, dolor intenso o complicaciones como perforación o absceso. Las opciones quirúrgicas incluyen la extirpación de la sección afectada del colon y, en ocasiones, requieren una colostomía temporal.
Su médico necesita saber de inmediato si usted tiene:
Estos cambios en el estilo de vida ayudan a prevenir los brotes de diverticulitis:
La diverticulitis aguda suele mejorar con el tratamiento adecuado, pero la afección original (diverticulosis) persiste. Los médicos pueden recomendar cirugía en casos recurrentes o graves.
Los médicos aún no han encontrado la causa exacta. La diverticulitis probablemente comienza cuando las bacterias o las heces quedan atrapadas en las bolsas de los divertículos. Varios factores influyen:
La primera etapa se caracteriza por la inflamación de uno o más divertículos. Los pacientes suelen experimentar dolor intenso y repentino (generalmente en la parte inferior izquierda del abdomen), fiebre y cambios en sus hábitos intestinales. Esta etapa inicial suele transcurrir sin complicaciones, lo que significa que la inflamación permanece confinada a los divertículos sin formar abscesos.
La diverticulosis en la mayoría de las personas no causa síntomas ni problemas. Solo algunos pacientes desarrollan diverticulitis. Esta afección se vuelve más común con la edad y afecta a la mayoría de las personas mayores de 80 años. Una dieta rica en fibra y los chequeos regulares ayudan a prevenir complicaciones.
Las investigaciones no han vinculado directamente alimentos específicos con la diverticulitis. Una dieta baja en fibra y rica en carnes rojas y alimentos procesados podría aumentar el riesgo. Durante un brote, conviene evitar temporalmente los alimentos ricos en fibra para reducir la presión sobre los intestinos.
La mayoría de las personas se recuperan de la diverticulitis no complicada en 12-14 días. Los casos leves muestran mejoría a los 2-3 días de tratamiento. Los antibióticos orales suelen durar 7-10 días. Algunos pacientes necesitan antibióticos intravenosos durante 3-5 días, seguidos de 10-14 días de medicación oral. La mayoría de los pacientes comienzan a sentirse mejor a los 3-4 días de iniciar el tratamiento.
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