La endocarditis, una afección grave que afecta el revestimiento interno de las cavidades y válvulas del corazón, a menudo comienza con algo tan simple como una higiene dental deficiente. Esta infección puede causar daños graves al corazón si no se trata, por lo que es fundamental comprender sus síntomas, causas y opciones de tratamiento.
Este artículo tiene como objetivo brindar información esencial sobre la endocarditis, abarcando sus diversos tipos, signos y síntomas, y posibles causas. Exploraremos los factores de riesgo que hacen que algunas personas sean más vulnerables a esta afección y analizaremos las complicaciones que pueden surgir si no se trata a tiempo.

La endocarditis es una inflamación grave y potencialmente mortal del revestimiento interno de las cavidades cardíacas (aurículas y ventrículos) y las válvulas, conocido como endocardio. Esta afección suele producirse cuando las bacterias (rara vez los hongos) entran en el torrente sanguíneo y se adhieren a zonas dañadas del corazón. La infección puede afectar al músculo cardíaco, las válvulas o el endocardio, lo que puede provocar complicaciones graves si no se trata.
Existen tres tipos principales de endocarditis:
Las infecciones bacterianas son la principal causa de endocarditis, aunque en raras ocasiones los hongos también pueden ser responsables. La infección se produce cuando microorganismos dañinos entran en el torrente sanguíneo y se adhieren a zonas dañadas del corazón, especialmente a las válvulas. Algunas actividades comunes que pueden provocar la entrada de bacterias en la sangre son los procedimientos dentales, comer, cepillarse los dientes e incluso ir al baño.
Durante la infección, se forman vegetaciones en el endocardio, cúmulos de bacterias u hongos y otros componentes. Estas vegetaciones pueden desprenderse del endocardio y diseminarse a otras partes del cuerpo, lo que provoca diversas afecciones cardíacas.
Los síntomas de la endocarditis pueden variar de una persona a otra y pueden desarrollarse de forma lenta o repentina, dependiendo del tipo de gérmenes que causan la infección y de los problemas cardíacos preexistentes. Los signos y síntomas comunes de la endocarditis incluyen:
Los síntomas menos comunes incluyen:
Si experimenta alguno de estos síntomas de endocarditis, especialmente si tiene antecedentes de problemas cardíacos, es crucial que consulte a un médico de inmediato para una evaluación y un diagnóstico adecuados.
Varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar endocarditis, entre ellos:
Es importante señalar que la endocarditis rara vez se presenta en personas con corazones sanos.
La endocarditis puede provocar complicaciones graves que afectan a diversos órganos, tales como:
Estas complicaciones pueden ocurrir simultáneamente, lo que convierte a la endocarditis en una afección potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata.
El diagnóstico de la endocarditis requiere un enfoque integral:
En los casos de endocarditis con cultivos negativos, los médicos pueden realizar pruebas serológicas especializadas o métodos moleculares para identificar organismos exigentes.
El tratamiento de la endocarditis generalmente consiste en:
Si experimenta síntomas de endocarditis, es fundamental buscar atención médica de inmediato, sobre todo si tiene antecedentes de problemas cardíacos. No espere a que los síntomas empeoren antes de consultar a un médico. Incluso si no está seguro de si sus síntomas indican endocarditis, es mejor pecar de precavido. Consulte a su médico si presenta signos y síntomas de infección, como fiebre, escalofríos o dolor articular. Es importante tener en cuenta que, si bien los resfriados y la gripe no causan endocarditis, pueden presentar síntomas similares.
Si le han diagnosticado endocarditis y nota un empeoramiento de los síntomas, como dificultad para respirar o dolores de cabezaInforme a su médico de inmediato. Llame a los servicios de emergencia sin demora en caso de síntomas repentinos y graves que pudieran indicar un derrame cerebral.
La prevención de la endocarditis implica varios pasos clave:
La endocarditis es una infección cardíaca grave que puede tener consecuencias severas si no se trata a tiempo. Comprender sus signos y síntomas, y saber cuándo buscar atención médica, puede influir significativamente en el pronóstico de esta afección potencialmente mortal. Mantener una buena higiene bucal y seguir las indicaciones del médico son pasos cruciales para prevenir la endocarditis, especialmente en pacientes de alto riesgo. Recuerde que, si bien esta infección es poco común en corazones sanos, es fundamental conocer los riesgos y tomar las precauciones necesarias. Manteniéndose informado y atento, puede proteger su salud cardíaca y garantizar una respuesta rápida ante cualquier síntoma preocupante.
La recuperación de la endocarditis es posible con un tratamiento rápido y adecuado. Muchos pacientes se recuperan satisfactoriamente con antibioticoterapia, que puede durar varias semanas. Sin embargo, el proceso de recuperación puede ser prolongado y, a menudo, se requiere un seguimiento a largo plazo para prevenir la recurrencia.
Los signos de alarma de la endocarditis incluyen fiebreEscalofríos, sudoración nocturna, fatiga y pérdida de peso inexplicable. Otros síntomas pueden incluir dolor de pecho, dificultad para respirar y un soplo cardíaco nuevo o modificado. Algunos pacientes pueden experimentar dolor en las articulaciones y los músculos, hinchazón en los pies o las piernas y cambios en la piel, como manchas rojas o moradas en las palmas de las manos o las plantas de los pies.
La endocarditis se desarrolla en tres etapas:
Bacteriemia: Los microorganismos entran en el torrente sanguíneo.
Adhesión: Los microorganismos se adhieren a las zonas dañadas del revestimiento interno del corazón.
Colonización: Los organismos se multiplican, formando vegetación y causando inflamación.
Las personas con mayor riesgo de endocarditis bacteriana incluyen aquellas con válvulas cardíacas artificiales, válvulas cardíacas dañadas o cardiopatías congénitas. Otros factores de riesgo son los antecedentes de endocarditis, el consumo de drogas intravenosas, la higiene dental deficiente, el uso prolongado de catéteres y la inmunosupresión.
La endocarditis en sí misma no es permanente si se trata de forma rápida y eficaz. Sin embargo, puede causar daños permanentes en las válvulas cardíacas u otras complicaciones si no se trata o si el tratamiento se retrasa. Algunos pacientes pueden experimentar efectos a largo plazo o requerir atención médica continua, especialmente si tienen afecciones cardíacas preexistentes o si la infección ha causado daños significativos.
La endocarditis es tratable, principalmente con altas dosis de antibióticos intravenosos. El tratamiento suele durar varias semanas y puede requerir hospitalización inicial. En algunos casos, se utilizan medicamentos antifúngicos si la infección es causada por hongos. Los médicos pueden realizar una cirugía para reparar o reemplazar las válvulas cardíacas dañadas o para extirpar el tejido infectado.
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