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Eosinofilia

La eosinofilia se produce cuando el cuerpo genera una cantidad inusualmente alta de eosinófilos en la sangre. El diagnóstico se realiza cuando hay 500 o más eosinófilos por microlitro de sangre. Los eosinófilos, producidos en la médula ósea, cumplen dos funciones principales en la protección de la salud. En primer lugar, defienden contra alérgenos y sustancias extrañas que ingresan al organismo. En segundo lugar, protegen contra infecciones fúngicas y parasitarias.

Esta afección puede clasificarse en dos tipos distintos según cómo afectan los eosinófilos al organismo:

  • Eosinofilia sanguínea: Se caracteriza por niveles elevados de eosinófilos en el torrente sanguíneo.
  • Eosinofilia tisular: Se caracteriza por una mayor presencia de eosinófilos en tejidos corporales específicos.

¿Cuáles son los síntomas de la eosinofilia?

La gravedad de los síntomas de la eosinofilia varía significativamente según el recuento de eosinófilos en sangre y los órganos afectados. La eosinofilia leve generalmente no presenta síntomas notables. Los síntomas comunes de la eosinofilia elevada incluyen:

  • Problemas respiratorios: 
  • Síntomas constitucionales:
    • Fiebre baja
    • Sudores nocturnos
    • Fatiga inexplicable
    • La pérdida de peso
    • Debilidad muscular
    • Confusión
  • Daño a órganos:
    • El corazón, los pulmones, el bazo, la piel y el sistema nervioso son los más afectados. 
  • Síntomas gastrointestinales:
    • Las manifestaciones gastrointestinales suelen aparecer a través de una afección denominada esofagitis eosinofílica, caracterizada por vómitos y dificultad para tragar. 
  • Síntomas relacionados con la piel:
    • Erupciones cutáneas y picazón persistente, particularmente en casos relacionados con linfoma cutáneo de células T o eccema.

Causas y factores de riesgo de la eosinofilia

Los médicos clasifican la eosinofilia en dos categorías principales: eosinofilia primaria y secundaria. La eosinofilia primaria se origina por trastornos que afectan directamente la producción de células sanguíneas, mientras que la eosinofilia secundaria se desarrolla como respuesta a otras afecciones médicas.

  • Eosinofilia primaria: Varios factores contribuyen al desarrollo de la eosinofilia primaria:
    • leucemia eosinofílica crónica
    • Neoplasias mieloides y linfoides con reordenamientos genéticos específicos
    • eosinofilia hereditaria
    • síndrome hipereosinofílico idiopático
  • Eosinofilia secundaria: La eosinofilia secundaria se presenta con mayor frecuencia y tiene numerosas causas subyacentes:
  • Infecciones parasitarias: 
    • anquilostomiasis
    • Ascariasis
    • La cisticercosis
    • Esquistosomiasis
    • Estrongiloidiasis
  • Infecciones fúngicas y bacterianas: 
  • Desencadenantes alérgicos comunes:
    • Asma bronquial
    • Fiebre de heno
    • Reacciones a medicamentos o alimentos.
  • Condiciones de la piel:
    • Dermatitis atópica
    • Eczema
    • Pénfigo
  • Factores genéticos: Un polimorfismo de un solo nucleótido en el gen que codifica la linfopoyetina estromal tímica se encuentra en la región pseudoautosómica de los cromosomas X e Y.

Los factores de riesgo asociados con tipos específicos de eosinofilia incluyen:

  • Género masculino
  • raza caucásica
  • Historia de la atopia
  • Historia familiar
  • Elementos ambientales, en particular el momento y la naturaleza de la exposición de los alimentos al sistema inmunológico en desarrollo
  • Enfermedades autoinmunes, incluyendo enfermedad inflamatoria intestinal, miocarditis autoinmune, vasculitis, y sarcoidosis
  • Ciertos medicamentos como los inhibidores de la interleucina-1 y la interleucina-6

Complicaciones de la eosinofilia

Los niveles persistentemente elevados de eosinófilos pueden provocar complicaciones graves que afectan a múltiples órganos del cuerpo. 

  • El daño orgánico se produce a través de varios mecanismos:
    • Infiltración tisular
    • Formación de fibrosis
    • Desarrollo de trombosis
    • Inflamación alérgica
  • Complicaciones cardíacas: El corazón se enfrenta a riesgos particulares derivados de la eosinofilia. Puede desarrollarse una afección denominada endocarditis de Löffler, que potencialmente causa:
  • Sistema respiratorio: La inflamación puede causar daño pulmonar e insuficiencia respiratoria.
  • Sistema nervioso: Puede provocar confusión y encefalopatía.
  • Piel: Puede provocar erupciones e inflamación
  • Tracto gastrointestinal: Afecta al esófago, el estómago y los intestinos.

Diagnóstico de la eosinofilia

La herramienta de diagnóstico inicial es un hemograma completo (CBC) con recuento diferencial de glóbulos blancos.

La eosinofilia sanguínea se confirma al detectar más de 500 eosinófilos por milímetro cúbico de sangre. Los médicos clasifican la gravedad en tres niveles distintos:

  • Leve: 500-1,500 células/mm³
  • Moderado: 1,500-5,000 células/mm³
  • Grave: Superior a 5,000 células/mm³

Dadas las diversas manifestaciones de la eosinofilia, los médicos realizan exámenes físicos completos centrándose en lo siguiente:

  • evaluación cardíaca
  • examen de la piel
  • Evaluación neurológica
  • Revisión del sistema pulmonar

En función de los hallazgos clínicos, los médicos podrían recomendar pruebas diagnósticas adicionales:

  • Examen de heces: Identifica infecciones parasitarias
  • Radiografías de tórax: Detectan infecciones pulmonares, inflamación o afecciones como la neumonía eosinofílica.
  • Análisis de orina: Ayuda a evaluar la afectación renal o las infecciones del tracto urinario.
  • Pruebas de función hepática: Evaluar la salud del hígado
  • Evaluación de la función renal: Comprueba si existen enfermedades renales que puedan contribuir a la elevación de eosinófilos.
  • Pruebas citogenéticas: Identifican anomalías cromosómicas asociadas con trastornos hematológicos.
  • Análisis FISH: Detecta mutaciones genéticas específicas vinculadas a síndromes eosinofílicos o cánceres.
  • Biopsias de piel para identificar afecciones como penfigoide, eccema o micosis fungoide.
  • Ecografía: Ayuda a detectar anomalías en órganos (hígado, bazo o ganglios linfáticos) relacionadas con afecciones asociadas a la eosinofilia.
  • EcocardiografíaEvalúa la función cardíaca y detecta la miocarditis eosinofílica.
  • Niveles de troponina sérica: Miden el daño al músculo cardíaco, que puede ocurrir en la miocarditis eosinofílica.
  • Pruebas de función pulmonar.
  • Evaluar la función pulmonar y detectar afecciones respiratorias

Tratamiento

En los casos leves, los médicos recomiendan un seguimiento constante mediante análisis de laboratorio periódicos para controlar los niveles de eosinófilos. 

  • En los casos en que los medicamentos desencadenan eosinofilia, los médicos suelen aconsejar suspender o modificar el fármaco problemático.
  • Los corticosteroides siguen siendo el tratamiento más eficaz para reducir el recuento de eosinófilos en sangre y tejidos. Inhibidores de la bomba de protones para la esofagitis ácida.
  • Inhaladores de fluticasona para controlar la inflamación
  • Budesonida líquida mezclada con agentes específicos
  • Productos biológicos para diversas afecciones eosinofílicas
  • Los médicos suelen recetar tratamientos para las reacciones alérgicas con el fin de controlar la respuesta inmunitaria del organismo. 
  • En los casos que implican infecciones parasitarias o fúngicas, los médicos evitan cuidadosamente los tratamientos con esteroides, ya que estos medicamentos podrían empeorar la afección.
  • Diversas modificaciones en el estilo de vida contribuyen a la eficacia del tratamiento:
    • Mantener una dieta equilibrada y libre de alimentos ácidos
    • Reducción de los niveles de estrés mediante técnicas de relajación
    • Mantener limpios los espacios habitables para minimizar la exposición a alérgenos
    • Creciente Vitamina D consumo
    • Incorporar alimentos antiinflamatorios como el jengibre y la cúrcuma
  • Los médicos suelen recomendar la dieta de eliminación de seis alimentos para pacientes con trastornos eosinofílicos que afectan al sistema digestivo. Este enfoque dietético excluye alimentos desencadenantes comunes, como huevos, soja, frutos secos, pescado, leche, mariscos y trigo.
  • Para los casos graves que no responden a los tratamientos estándar, los médicos podrían considerar el trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas no mieloablativo, aunque su papel aún se encuentra en investigación.

Cuándo ver a un doctor

Ciertos síntomas de la eosinofilia requieren atención médica inmediata, principalmente aquellos que afectan a órganos vitales:

  • Signos del sistema respiratorio:
    • Sibilancia persistente
    • Falta de aliento severa
    • Respiración dificultosa
  • Indicadores cardiovasculares:
    • Dolor de pecho
    • Síntomas de insuficiencia cardíaca.
    • Fatiga inexplicable
  • Problemas gastrointestinales:
    • molestias en la garganta
    • Dolor de estómago
    • Dificultad para tragar

Prevención de la eosinofilia

Dado que las alergias son el desencadenante más común de niveles elevados de eosinófilos, el control de las reacciones alérgicas constituye la primera línea de defensa.

  • Mantener un ambiente limpio: Crear un espacio vital libre de polvo es fundamental para la prevención. Las rutinas de limpieza regulares ayudan a minimizar la exposición a alérgenos comunes. Las prácticas esenciales incluyen:
    • Quitar el polvo al menos una vez por semana ayuda a prevenir la acumulación de ácaros.
    • Mantener las ventanas cerradas durante las temporadas de mayor concentración de polen
    • Mantener una ventilación adecuada
    • Siguiendo estrictos protocolos de higiene personal
  • Consideraciones dietéticas: La elección de alimentos influye significativamente en los niveles de eosinófilos. Un enfoque integral para el manejo dietético incluye:
    • Lavar bien las frutas y verduras
    • Evitar las carnes, el pescado y los mariscos crudos.
    • Evitar el consumo de gambas de agua dulce, caracoles y babosas.
    • Consumir únicamente líquidos hervidos
  • Modificaciones en el estilo de vida: Varios cambios en el estilo de vida pueden reducir eficazmente el riesgo de desarrollar eosinofilia:
    • Dejar de fumar
    • Limitar el consumo de alcohol
    • Seguir una dieta equilibrada baja en alimentos ácidos
    • Mantener un peso saludable
  • Para las personas con eosinofilia relacionada con el reflujo ácido, los ajustes en la dieta resultan beneficiosos. Los alimentos recomendados incluyen carnes magras, cereales integrales y frutas y verduras frescas. Por el contrario, ciertos alimentos deben evitarse:
    • Comida frita
    • Tomates
    • Chocolate
    • Mint
    • Ajo:
    • Cebollas
    • Café
  • Manejo de la medicación: Una atención cuidadosa al uso de medicamentos ayuda a prevenir la eosinofilia inducida por fármacos. Algunos medicamentos asociados con un aumento en el recuento de eosinófilos incluyen:
    • Las anfetaminas
    • Interferón
    • Algunos antibioticos
    • Laxantes que contienen psilio
    • Tranquilizantes

Conclusión

Comprender la eosinofilia sigue siendo fundamental para el manejo eficaz de esta afección. Si bien los casos leves pueden ser asintomáticos, un recuento elevado de eosinófilos puede provocar daños graves en los órganos si no se trata. Los médicos suelen recomendar cambios en el estilo de vida, ajustes en la medicación o tratamientos específicos según cada caso. Además, las medidas preventivas, como mantener un ambiente limpio y seguir una alimentación adecuada, ayudan a reducir el riesgo de desarrollar eosinofilia.

Preguntas Frecuentes

1. ¿Es grave la eosinofilia?

Un recuento elevado de eosinófilos puede indicar afecciones leves o graves. Sin tratamiento, el síndrome hipereosinofílico puede empeorar. Con la intervención médica adecuada, se puede tratar.

2. ¿Qué puede ocurrir si el recuento de eosinófilos es elevado?

Los niveles elevados de eosinófilos pueden dañar múltiples órganos mediante la inflamación. El corazón corre un riesgo particular, pudiendo desarrollar endocarditis de Löffler, que conlleva coágulos sanguíneos, insuficiencia cardíaca y problemas valvulares. Otras complicaciones afectan a los pulmones, la piel y el sistema nervioso.

3. ¿Qué causa un aumento de eosinófilos?

Diversos factores pueden provocar un aumento en el recuento de eosinófilos. Entre las causas comunes se incluyen reacciones alérgicas, infecciones parasitarias y ciertos medicamentos. En algunos casos, trastornos sanguíneos, enfermedades autoinmunitarias o alteraciones genéticas específicas pueden elevar los niveles de eosinófilos.

4. ¿Qué alimentos no son buenos para la eosinofilia?

Las personas con eosinofilia deben evitar:

  • Alimentos ácidos
  • alimentos fritos
  • Tomates
  • Chocolate
  • Ajo y cebolla
  • Café

5. ¿Qué alimento reduce los eosinófilos?

Entre los alimentos beneficiosos para controlar los niveles de eosinófilos se incluyen:

  • Frutas y verduras frescas
  • Carnes magras
  • granos enteros
  • Alimentos ricos en vitamina D
  • Antiinflamatorios naturales como la miel, la cúrcuma y el jengibre

6. ¿Tiene cura la eosinofilia?

La eosinofilia sigue siendo una afección crónica sin cura definitiva. 

7. ¿Pueden los eosinófilos volver a la normalidad?

Los niveles de eosinófilos suelen normalizarse tras tratar la afección subyacente. Además, los medicamentos antiinflamatorios, junto con cambios en el estilo de vida, ayudan a mantener un recuento saludable de eosinófilos. El control periódico mediante análisis de sangre garantiza que los niveles se mantengan dentro de los rangos normales.

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