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Síndrome hemolítico urémico

El síndrome urémico hemolítico (SUH) afecta a miles de personas en todo el mundo cada año, especialmente a niños pequeños y adultos mayores. Esta afección, poco frecuente pero grave, puede provocar complicaciones potencialmente mortales si no se diagnostica y trata a tiempo. Analicemos los aspectos esenciales de esta afección, desde sus distintos tipos y síntomas hasta las opciones de tratamiento y las estrategias de prevención del SUH.

¿Qué es el síndrome urémico hemolítico (SUH)?

El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una afección grave que se desarrolla cuando los vasos sanguíneos pequeños se dañan e inflaman. Esta compleja afección afecta principalmente a los vasos sanguíneos de los riñones, lo que desencadena una serie de complicaciones que requieren atención médica inmediata.

El síndrome urémico hemolítico (SUH) se desarrolla cuando el daño a los vasos sanguíneos provoca la formación de pequeños coágulos en todo el cuerpo. Estos coágulos pueden afectar significativamente a diversos órganos, siendo los riñones los más vulnerables. Lo que hace que el SUH sea particularmente preocupante es su capacidad para desencadenar tres problemas principales:

  • Destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica)
  • Reducción de plaquetas en sangre (trombocitopenia)
  • Posible insuficiencia renal
  • Impacto en otros órganos, incluyendo el corazón y el cerebro

Aunque cualquier persona puede desarrollar SUH, afecta con mayor frecuencia a niños menores de 10 años. El desencadenante más común es una infección por cepas específicas de la bacteria Escherichia coli (E. coli). Sin embargo, otros factores como el embarazoEl cáncer o las enfermedades autoinmunes también pueden conducir a su desarrollo.

Tipos de síndrome urémico hemolítico

Los tres tipos principales de SUH incluyen:

  • Síndrome urémico hemolítico típico: La forma más común, generalmente desencadenada por infecciones bacterianas que afectan a los intestinos. Este tipo representa el 90% de todos los casos en niños.
  • SUH atípico (SUHa): El síndrome urémico hemolítico atípico es una enfermedad renal genética rara que afecta a menos de una persona por cada millón. Esta forma puede presentarse durante todo el año y no requiere una enfermedad gastrointestinal para desencadenar los síntomas.
  • Síndrome urémico hemolítico secundario: Este tipo se desarrolla junto con otras afecciones médicas y representa un porcentaje menor de casos.

Síntomas del síndrome urémico hemolítico

Los siguientes son algunos síntomas comunes de la enfermedad del síndrome urémico hemolítico (SUH):

A medida que la enfermedad progresa, se desarrollan síntomas más graves debido al daño en los vasos sanguíneos:

  • Se hacen evidentes cambios físicos, como palidez en la piel, particularmente en las mejillas y los párpados inferiores. 
  • Los pacientes también pueden experimentar hematomas inexplicables o pequeñas manchas rojas en la piel, lo que indica daño en los vasos sanguíneos.

¿Cuáles son los factores de riesgo y las causas del SUH?

Esta afección se origina principalmente por infecciones bacterianas específicas, aunque diversos otros factores pueden desencadenar su aparición.

  • Causas primarias: El desencadenante más común es la infección por ciertas cepas de la bacteria E. coli, especialmente la E. coli O157:H7, que produce una toxina dañina llamada Shiga. Esta bacteria suele entrar en el cuerpo a través de:
    • Carne poco cocida, especialmente carne molida
    • Leche o zumo de frutas sin pasteurizar
    • Frutas y verduras sin lavar
    • Piscinas o lagos contaminados
    • Contacto directo con personas infectadas
  • Causas secundarias: En algunos casos, el SUH puede desarrollarse como efecto secundario de ciertos medicamentos, entre ellos:
    • Quimioterapia fármacos (bleomicina, cisplatino, gemcitabina)
    • Medicamentos inmunosupresores
    • Quinina para el tratamiento de la malaria

Factores de riesgo

Varios factores aumentan la probabilidad de que una persona desarrolle SUH. Estos incluyen:

  • Los niños menores de 5 años se enfrentan a un riesgo significativamente mayor, mostrando casi cinco veces más probabilidades de desarrollar la afección en comparación con los adultos mayores. 
  • Sistema inmunitario debilitado
  • Antecedentes familiares de síndrome urémico hemolítico (SUH)
  • Embarazo o parto reciente
  • Duración prolongada de la diarrea antes de la hospitalización

Complicaciones del síndrome urémico hemolítico

Las complicaciones más graves pueden incluir:

  • Insuficiencia renal aguda que requiere diálisis en el 50-70% de los pacientes
  • Problemas neurológicos, incluyendo convulsiones, derrame cerebral y coma
  • Complicaciones cardíacas y miocardiopatía
  • Problemas graves del tracto digestivo, incluyendo daño intestinal
  • Problemas de coagulación sanguínea que pueden provocar sangrado

Diagnóstico

El médico comienza con una exploración física completa y revisa el historial clínico del paciente, incluyendo enfermedades o síntomas recientes. Si se sospecha de síndrome urémico hemolítico (SUH), se realizan varias pruebas para confirmar el diagnóstico.

Las pruebas diagnósticas clave incluyen:

  • Análisis de sangre para detectar glóbulos rojos dañados y recuento bajo de plaquetas, y evaluar la función renal mediante los niveles de creatinina.
  • Análisis de orina para comprobar niveles inusuales de proteínas y sangre en la orina
  • Análisis de muestra de heces para identificar E. coli O157:H7 y otras bacterias que podrían desencadenar el síndrome urémico hemolítico (SUH).
  • Pruebas genéticas en casos de sospecha de SUH atípico para identificar anomalías hereditarias

Tratamientos

La piedra angular del tratamiento del síndrome urémico hemolítico (SUH) consiste en cuidados de apoyo, con varios enfoques clave:

  • Manejo de fluidos: La administración de líquidos intravenosos y suplementos nutricionales a través de sondas de alimentación ayuda a mantener niveles adecuados de hidratación y nutrición.
  • Transfusiones de sangre: Los pacientes reciben glóbulos rojos y plaquetas para tratar los síntomas de la anemia y mejorar la coagulación sanguínea.
  • Apoyo renal: La diálisis puede ser necesaria para limpiar la sangre mientras los riñones se recuperan; algunos pacientes requieren tratamiento a largo plazo.
  • Control de la presión arterial: Los medicamentos ayudan a reducir la presión arterial y a minimizar el daño renal.

Para los pacientes con síndrome urémico hemolítico atípico, los médicos prescriben medicamentos especializados como eculizumab o ravulizumab. Estos tratamientos requieren la vacunación previa contra el meningococo y el neumococo para prevenir posibles complicaciones.

Cuándo ver a un doctor

Si aparece alguno de estos signos de alarma, póngase en contacto con un médico inmediatamente:

  • Diarrea con sangre o diarrea que dura más de tres días
  • Hinchazón inusual en cualquier parte del cuerpo
  • Hematomas o sangrado inexplicables
  • Fatiga o debilidad extrema
  • Disminución de la frecuencia de la micción

Prevención

Si bien algunos casos pueden no ser prevenibles, particularmente aquellos vinculados a factores genéticos, muchos otros pueden evitarse prestando atención a la seguridad alimentaria y la higiene personal.

Medidas esenciales de prevención:

  • Cocine la carne completamente hasta alcanzar una temperatura interna de al menos 160° F (71° C).
  • Evite la leche, los zumos y la sidra sin pasteurizar.
  • Limpie regularmente los utensilios de cocina y las superficies donde se colocan los alimentos.
  • Mantén los alimentos crudos separados de los alimentos cocinados.
  • Guarda la carne por separado en el refrigerador.
  • Lávese bien las manos, especialmente antes de comer y después de usar el baño.
  • Evite nadar en zonas de agua contaminada.
  • Manténgase alejado de las piscinas cuando experimente diarrea

Conclusión

El síndrome urémico hemolítico sigue siendo una afección grave que requiere atención inmediata y cuidados médicos adecuados. Aunque es poco frecuente, su impacto puede ser severo, sobre todo en niños pequeños y personas mayores. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes se recuperan por completo con una intervención médica oportuna y los cuidados de apoyo apropiados. El seguimiento y la monitorización regulares ayudan a controlar eficazmente las posibles complicaciones a largo plazo.

Comprender las señales de alerta y los factores de riesgo ayuda a las personas a buscar atención médica rápidamente. Medidas preventivas sencillas, como la manipulación adecuada de los alimentos, la cocción completa de la carne y una buena higiene, pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar síndrome urémico hemolítico (SUH). Los padres, cuidadores y médicos deben estar atentos a las señales de alerta temprana, especialmente después de enfermedades gastrointestinales, ya que una actuación rápida suele conducir a mejores resultados.

Preguntas Frecuentes

1. ¿A quién afecta el síndrome urémico hemolítico?

Aunque el síndrome urémico hemolítico puede afectar a cualquier persona, ciertos grupos presentan un mayor riesgo. Los niños menores de 5 años son especialmente vulnerables y muestran las tasas de incidencia más altas. Esta afección afecta con mayor frecuencia a niños pequeños de entre 6 meses y 4 años de edad.

Los factores de riesgo incluyen:

  • Sistemas inmunológicos debilitados
  • Predisposición genética
  • Embarazo o parto reciente
  • Uso de ciertos medicamentos.

2. ¿Es contagioso el síndrome urémico hemolítico?

El síndrome urémico hemolítico en sí no es contagioso y no se transmite de persona a persona. Sin embargo, la bacteria E. coli, que comúnmente causa el SUH, sí puede transmitirse entre individuos. La transmisión suele ocurrir a través de:

  • Consumir alimentos o bebidas contaminados
  • Nadar en agua contaminada
  • contacto directo con personas infectadas
  • Exposición a heces de animales contaminadas

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