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herpangina

La herpangina, una infección viral altamente contagiosa, afecta principalmente a niños menores de 10 años y puede causar fiebres alarmantes que alcanzan hasta 41.1 °C (106 °F). Exploremos los aspectos esenciales de la herpangina, desde sus causas y síntomas hasta su cura y medidas preventivas. Los lectores aprenderán a identificar la afección, comprender su progresión y saber cuándo buscar atención médica para sus hijos.

¿Qué es la herpangina?

La herpangina, una infección viral que afecta principalmente la orofaringe, se manifiesta con pequeñas úlceras similares a ampollas en la parte posterior de la garganta y el paladar. Esta afección representa un problema de salud importante, que afecta sobre todo a bebés y niños menores de 10 años. La herpangina suele resolverse en una semana sin complicaciones, pero en casos graves puede ser necesaria la atención médica.

Síntomas de la herpangina

Los síntomas de la herpangina suelen aparecer entre 3 y 5 días después de la exposición al virus.

Los síntomas iniciales suelen ser similares a los de las infecciones virales comunes, comenzando con:

  • Aparición repentina de fiebre, que en ocasiones alcanza hasta 106 °F (41 °C).
  • Dolor de cabeza persistente
  • Glándulas linfáticas inflamadas
  • Dolor de cuello
  • Dolor de garganta con dolor al tragar

La característica más distintiva de la herpangina se manifiesta como pequeñas protuberancias similares a ampollas en zonas específicas de la boca. Estas lesiones suelen aparecer:

  • En el paladar
  • En la parte posterior de la garganta
  • En las amígdalas
  • En la úvula
  • En la lengua

Estas ampollas se presentan inicialmente como pequeñas manchas de color rojo claro, de menos de medio centímetro de diámetro. A medida que la afección progresa, se convierten en úlceras caracterizadas por un color gris claro rodeadas por un borde rojo.

La presencia de estas dolorosas llagas conlleva varios síntomas secundarios:

Algunos niños podrían experimentar síntomas adicionales según el virus específico que cause la infección. Estos pueden incluir:

  • Debilidad muscular
  • Dificultades respiratorias
  • Dolor de espalda (más común en niños mayores)
  • Vómitos

Una preocupación importante asociada a la herpangina es el riesgo de deshidratación. Esto se debe principalmente a que el dolor de boca y garganta suele provocar una disminución en la ingesta de líquidos. Los signos de deshidratación incluyen:

Factores de riesgo y causas de la herpangina

Varios virus altamente contagiosos desencadenan la herpangina, siendo los coxsackievirus A y B los principales responsables. El ecovirus y el enterovirus 71 también contribuyen significativamente a causar esta afección.

La transmisión de la herpangina se produce a través de múltiples vías:

  • Contacto físico cercano con personas infectadas
  • Inhalación de gotitas respiratorias
  • Exposición directa a fluidos corporales, incluyendo saliva y mucosidad
  • Contacto con materia fecal contaminada

El virus presenta un periodo de incubación de tres a cinco días entre la exposición y la aparición de los síntomas. Las personas infectadas siguen siendo contagiosas durante tres a ocho semanas después del periodo de incubación, alcanzándose el pico de contagiosidad durante las dos primeras semanas.

Ciertos grupos presentan una mayor vulnerabilidad a la herpangina:

  • Niños menores de 10 años, especialmente aquellos que asisten a guardería o escuela.
  • Recién nacidos
  • Personas con sistemas inmunológicos comprometidos
  • Las mujeres embarazadas

Complicaciones de la herpangina

La deshidratación es la complicación más frecuente, principalmente debido a la disfagia que dificulta la ingesta de líquidos. Los signos de deshidratación en niños incluyen:

  • Sequedad bucal y disminución de la producción de lágrimas
  • Ojos hundidos y disminución de la micción
  • Somnolencia o irritabilidad inusuales
  • Fontanela hundida en la cabeza de los bebés

Ciertas cepas del virus, en particular el enterovirus 71, pueden provocar complicaciones neurológicas graves que requieren intervención médica inmediata. Estas complicaciones incluyen:

  • Encefalitis del tronco encefálico
  • Parálisis flácida aguda
  •  Meningitis aséptica
  • Miocarditis

En los lactantes, estas complicaciones incluyen insuficiencia hepática e inflamación del tejido cerebral. La afección rara vez resulta mortal, pero cuando se produce un fallecimiento, afecta principalmente a lactantes menores de un año.

Diagnóstico de la herpangina

  • Historia clínica: Los médicos inician el proceso de diagnóstico recopilando información detallada sobre:
    • Síntomas actuales
    • Historial clínico
    • Exposición reciente a personas infectadas
    • Momento estacional de los síntomas
  • Exploración física: El examen físico revela úlceras características en localizaciones específicas:
    • Región posterior de la faringe
    • Área del paladar blando
    • Pilares tonsilares anteriores
  • Análisis de laboratorio: Las pruebas de laboratorio solo son necesarias en circunstancias específicas:
    • Casos con complicaciones
    • Durante los brotes de enfermedades, para la recopilación de datos epidemiológicos
    • Situaciones que requieren diferenciación de condiciones graves
  • Pruebas adicionales: En los casos en que las pruebas resulten esenciales, existen varios métodos:
    • Aislamiento de enterovirus mediante cultivo celular (método de referencia)
    • Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
    • Ensayos inmunoabsorbentes ligados a enzimas (ELISA)
    • Mediciones de anticuerpos séricos
    • Las pruebas PCR ofrecen ventajas superiores, proporcionando resultados rápidos y precisos. 
    • Los análisis de sangre suelen mostrar recuentos normales de glóbulos blancos, aunque ocasionalmente puede presentarse linfocitosis. La medición de anticuerpos séricos requiere dos muestras tomadas con un intervalo de 2 a 3 semanas, mostrando un aumento de cuatro veces en los niveles de anticuerpos.

Tratamiento de la herpangina

Dado que la herpangina se origina por infecciones virales, los médicos se centran principalmente en controlar los síntomas y garantizar la comodidad del paciente durante todo el período de recuperación.

  • Medicamentos para la herpangina: Los tratamientos tópicos ofrecen alivio localizado de las llagas en la boca y el dolor de garganta. Estos incluyen:
    • Soluciones anestésicas a base de lidocaína
    • Enjuagues terapéuticos con agua salada después de las comidas
    • Esprays y geles bucales calmantes
    • Pastillas para la garganta (para niños de seis años o más)
  • Control de líquidos: Una hidratación adecuada desempeña un papel vital en la recuperación. Los líquidos recomendados incluyen:
    • productos lácteos fríos
    • Bebidas electrolíticas
    • Helado o paletas
    • Agua
  • Modificaciones en la dieta: Los alimentos blandos y suaves favorecen la recuperación y minimizan las molestias. Los pacientes deben evitar:
    • Bebidas calientes
    • Alimentos y bebidas ácidos
    • Platos picantes
    • Bocadillos salados
    • alimentos fritos

El reposo sigue siendo fundamental para la recuperación. Los pacientes deben aislarse en habitaciones bien ventiladas para minimizar la transmisión del virus. 

Cuándo ver a un doctor

La asistencia médica se vuelve crucial al detectar estas señales de alerta:

  • Fiebre superior a 41 °C (106 °F) que dura más de cinco días
  • Incapacidad para beber o comer durante 24 horas
  • Llagas en la boca que persisten más de una semana
  • Vómitos o diarrea que se prolongan más de 24 horas

La deshidratación constituye una preocupación primordial que requiere una rápida intervención médica. 

Prevención de la herpangina

El lavado frecuente de manos es fundamental para la prevención y resulta vital para reducir la transmisión viral. Una correcta higiene de manos se vuelve esencial después de:

  • Cambiando pañales
  • Usar el baño
  • Alimentando niños
  • Manipulación de artículos contaminados

Mantener un ambiente limpio desempeña un papel crucial en la prevención. Esto incluye desinfectar con frecuencia las superficies y los objetos que se tocan habitualmente en toda la casa. Las áreas que requieren especial atención son:

  • Manijas de puerta
  • Controles remotos
  • Tiradores de cajones
  • Manijas de refrigerador

Las familias que cuidan a personas infectadas deben implementar medidas preventivas específicas. La persona afectada necesita aislamiento en una habitación bien ventilada hasta que mejoren los síntomas.

Conclusión

La herpangina sigue siendo una afección manejable a pesar de sus síntomas molestos y su alta contagiosidad. Si bien la infección afecta principalmente a niños pequeños, una comprensión adecuada y una actuación rápida pueden reducir significativamente su impacto en la vida diaria. Los padres y cuidadores deben recordar que la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en 7 a 10 días sin complicaciones graves.

Una correcta hidratación, el control del dolor y el descanso adecuado son esenciales durante toda la recuperación. Los médicos recalcan que, si bien los antibióticos no ofrecen ningún beneficio contra esta infección viral, seguir las recomendaciones dietéticas y mantener una buena higiene ayuda a prevenir su propagación.

Preguntas Frecuentes

1. ¿Con qué frecuencia se presenta la herpangina?

La herpangina se presenta con frecuencia en bebés y niños menores de 10 años, con mayor incidencia durante los meses de verano y otoño. Esta afección se manifiesta con mayor frecuencia en entornos educativos, propagándose rápidamente en guarderías y colegios donde los niños mantienen un contacto cercano.

2. ¿Cómo afecta la herpangina al cuerpo de un niño?

El virus afecta a varios sistemas del cuerpo, causando pequeñas protuberancias similares a ampollas en la boca, principalmente en la parte posterior de la garganta y el paladar. Estas llagas dolorosas suelen provocar disminución del apetito y dificultad para tragar. Los niños pueden presentar debilidad muscular, dificultad para respirar y, en algunos casos, dolor de espalda. La enfermedad suele causar fiebre alta, que alcanza los 41 °C (106 °F).

3. ¿Cuánto dura la herpangina?

La mayoría de los niños experimentan una mejoría de los síntomas en un plazo de 7 a 10 días. Durante este periodo, las personas infectadas siguen siendo contagiosas y pueden transmitir el virus durante tres a ocho semanas después de la infección inicial. El periodo de incubación suele ser de 3 a 5 días entre la exposición y la aparición de los síntomas.

4. ¿Qué alimentos son buenos para la herpangina?

Ciertos alimentos favorecen la recuperación y proporcionan bienestar:

  • Proteínas suaves e insípidas:
    • Carnes molidas
    • Huevos revueltos
    • Ensalada de pollo
  • Productos lácteos calmantes:
  • Carbohidratos suaves:
    • Panes blandos
    • cereales cocidos
    • Puré de papas

Los pacientes deben evitar los alimentos ácidos, picantes o calientes que puedan irritar las llagas en la boca.

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