La trombocitopenia inmunitaria (PTI), también conocida como púrpura trombocitopénica idiopática, causa hematomas y sangrado inexplicables. Tanto niños como adultos pueden padecer este trastorno sanguíneo. Los adultos con PTI suelen tener un proceso más prolongado que dura meses o años, mientras que en los niños los síntomas a menudo desaparecen en semanas o meses. Las mujeres jóvenes tienen mayor probabilidad de desarrollar esta afección. Si bien la PTI es tratable, en raras ocasiones sus complicaciones pueden ser graves.
Este artículo abarca los aspectos clave de los síntomas de la púrpura trombocitopénica inmunitaria (PTI), su diagnóstico y las opciones de tratamiento. Los lectores aprenderán sobre las señales de alerta que requieren atención médica y obtendrán consejos prácticos para controlar eficazmente este trastorno sanguíneo.
Tu sistema inmunitario puede atacar y destruir por error las plaquetas de la sangre. Cuando hay pocas plaquetas, la sangre tiene dificultades para coagularse correctamente. Esto puede provocar hematomas con facilidad, sangrado prolongado o pequeñas marcas rojas en la piel conocidas como petequias.
La PTI se manifiesta de forma diferente en niños y adultos. Los niños suelen recuperarse espontáneamente en cuestión de meses. Los adultos tienden a padecer la enfermedad durante más tiempo. El trastorno puede afectar a cualquier persona, aunque las mujeres jóvenes y los niños de entre 1 y 6 años presentan un mayor riesgo. La Sociedad Americana de Hematología indica que la PTI se manifiesta con recuentos de plaquetas inferiores a 100 000/μL y un exantema purpúrico. Existen dos tipos de PTI:
Las personas con PTI suelen notar hematomas con facilidad y pequeños puntos rojos llamados petequias en la piel. Los siguientes son signos y síntomas comunes de la PTI:
En la mayoría de los casos de PTI, se forman anticuerpos que destruyen las plaquetas del organismo. Las infecciones virales suelen desencadenar esta respuesta inmunitaria en los niños. Algunos medicamentos, como heparina, antibióticos, y los anticonvulsivos también pueden provocar PTI.
El siguiente grupo enfrenta un mayor riesgo:
Los médicos diagnostican la PTI descartando otras causas potenciales de trombocitopenia.
La evaluación inicial de su médico incluye un análisis de sangre mediante un hemograma completo y un frotis de sangre periférica. Estas pruebas suelen mostrar un recuento reducido de plaquetas, mientras que los niveles de glóbulos rojos y blancos se mantienen normales. Sus síntomas podrían llevar a los médicos a recomendar otras pruebas, como la función tiroidea o los parámetros de coagulación. Los adultos mayores o los pacientes con síntomas inusuales necesitan un examen de médula ósea.
Cada paciente requiere un enfoque de tratamiento individualizado según su riesgo de sangrado. La mayoría de los niños responden bien a la observación expectante; aproximadamente el 80 % se recupera de forma natural en el plazo de un año. Los pacientes adultos suelen necesitar intervención, ya que en todos los casos, salvo uno, se desarrolla PTI crónica. El tratamiento incluye:
Busque atención médica de inmediato si los primeros auxilios básicos no logran detener el sangrado. Consulte también a su médico si aparecen moretones inexplicables o pequeñas manchas rojas en la piel; estos podrían indicar un empeoramiento de su estado.
La mayoría de las personas pueden controlar eficazmente la trombocitopenia inmunitaria con los cuidados adecuados, a pesar de las dificultades que presenta. Es importante reconocer los síntomas a tiempo. Estos incluyen hematomas inusuales, pequeños puntos rojos en la piel y sangrado inexplicable. El médico diagnostica la PTI mediante análisis de sangre y exploraciones para determinar la causa del bajo recuento de plaquetas.
Cada persona necesita un enfoque de tratamiento único. Muchos niños evolucionan favorablemente con observación y seguimiento. Los adultos pueden necesitar medicamentos como corticosteroides o, en algunos casos, una esplenectomía. Encontrar el tratamiento adecuado requiere tiempo y paciencia. Además, la comunicación regular con los médicos ayuda a controlar los síntomas y a mantener una buena calidad de vida.
El conocimiento permite a los pacientes sobrellevar mejor la PTI. Una buena comprensión de su enfermedad, un tratamiento constante y la atención a los cambios en los síntomas les ayudan a desenvolverse con este trastorno sanguíneo. Las personas con PTI pueden llevar una vida plena y activa con el apoyo médico adecuado, incluso con los desafíos que conlleva.
La PTI no es una enfermedad grave para la mayoría de los niños y adultos. Las personas con PTI crónica suelen vivir décadas después del diagnóstico. Sin embargo, en raras ocasiones, la PTI grave puede provocar hemorragias internas peligrosas. Las hemorragias cerebrales potencialmente mortales ocurren en aproximadamente el 0.5-1 % de los niños con recuentos plaquetarios muy bajos.
Actualmente no existe una cura definitiva para la PTI. La enfermedad puede entrar en remisión durante largos periodos, a veces de por vida. La mayoría de los niños (alrededor del 80 %) se recuperan en 12 meses sin tratamiento. Los pacientes adultos suelen necesitar tratamiento, ya que más del 50 % desarrolla PTI crónica. El tratamiento ayuda a mejorar el recuento de plaquetas en muchos pacientes.
Los niños de 1 a 6 años tienen mayor riesgo, especialmente los varones. Las mujeres de mediana edad contraen PTI entre 2 y 3 veces más a menudo que los hombres. Las personas con enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide presentan un mayor riesgo. El riesgo también aumenta en personas con ciertas infecciones, como la de H. pylori. hepatitis C y VIH.
La mayoría de los casos se deben a un ataque erróneo del sistema inmunitario contra las plaquetas. Esta respuesta inmunitaria suele producirse tras infecciones virales en niños. Muchos medicamentos también pueden provocar la destrucción de plaquetas.
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