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Pericarditis

La pericarditis, un problema cardíaco común, afecta la membrana protectora que rodea el corazón, causando molestias y preocupación a muchas personas. Se produce cuando esta membrana, llamada pericardio, se inflama. Puede afectar a cualquier persona, a cualquier edad, y repercute en la salud cardiovascular en general. Comprender la pericarditis es fundamental para reconocer sus síntomas y recibir el tratamiento adecuado.

Este artículo profundiza en el mundo de la pericarditis para ofrecerle una visión clara. Exploraremos los diferentes tipos de pericarditis, sus causas y los signos a los que debe prestar atención. Aprenderá sobre los factores de riesgo, las posibles complicaciones y cómo los médicos diagnostican esta afección. 

¿Qué es la pericarditis?

La pericarditis es una inflamación del pericardio, una membrana delgada, de dos capas y llena de líquido que recubre la superficie externa del corazón. Esta membrana protectora lubrica el corazón, lo protege de infecciones y evita que se expanda demasiado. Cuando se produce la pericarditis, el pericardio se enrojece e inflama, de forma similar a la piel inflamada alrededor de una herida. Este problema cardíaco puede afectar a cualquier persona, pero es más común en hombres de entre 16 y 65 años. La pericarditis suele desarrollarse repentinamente y puede durar semanas o meses. En ocasiones, puede provocar derrame pericárdico, donde se acumula líquido entre las capas del pericardio. 

Tipos de pericarditis

La pericarditis presenta varios tipos según su duración y causas: 

  • La pericarditis aguda se desarrolla repentinamente, con síntomas que duran menos de cuatro a seis semanas.
  • La pericarditis persistente dura de cuatro a seis semanas, pero menos de tres meses, a pesar del tratamiento. 
  • La pericarditis crónica dura más de tres meses.
  • La pericarditis recurrente se produce cuando los síntomas reaparecen después de un período asintomático de al menos cuatro semanas. 
  • Pericarditis infecciosa causada por virus, bacterias u hongos.
  • Pericarditis idiopática sin causa aparente conocida.
  • La pericarditis traumática es consecuencia de lesiones torácicas. 
  • La pericarditis urémica se desarrolla como consecuencia de una insuficiencia renal.
  • La pericarditis maligna está asociada al cáncer.

Comprender estos tipos ayuda a diagnosticar y tratar adecuadamente este problema cardíaco.

Causas de la pericarditis 

La pericarditis tiene diversas causas, tanto infecciosas como no infecciosas. 

  • Pericarditis infecciosa:
    • Los virus son los culpables más comunes, incluidos los coxsackievirus, los echovirus y los adenovirus. 
    • Aunque menos frecuentes en los países desarrollados, las infecciones bacterianas también pueden provocar pericarditis. 
    • La tuberculosis es prevalente en los países en desarrollo, especialmente entre las personas seropositivas. 
    • En casos raros, hongos como el Histoplasma o parásitos como el Toxoplasma pueden causar pericarditis, particularmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
  • Pericarditis no infecciosa:
    • Enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide.
    • Afecciones metabólicas como la insuficiencia renal.
    • Los traumatismos, ya sean por lesiones o procedimientos médicos, también pueden desencadenar pericarditis.
    • Algunos medicamentos, incluidos ciertos tratamientos contra el cáncer, pueden causar este problema cardíaco.
  • Pericarditis idiopática:
    • En hasta el 90% de los casos, la causa sigue siendo desconocida, lo que da lugar a un diagnóstico de pericarditis idiopática.

Síntomas de pericarditis que debe conocer 

  • La pericarditis suele causar un dolor torácico agudo y punzante que aparece repentinamente. Esta molestia se localiza generalmente en el centro o el lado izquierdo del pecho y puede extenderse a uno o ambos hombros. 
  • El dolor empeora al acostarse o respirar profundamente, pero sentarse e inclinarse hacia adelante puede proporcionar alivio. 
  • Los pacientes pueden experimentar fiebre, debilidad y dificultad para respirar. 
  • Algunas personas experimentan palpitaciones, sintiendo que su corazón se salta latidos o late de forma irregular. 
  • En los casos crónicos, son frecuentes el cansancio y la dificultad para respirar. 
  • La pericarditis grave puede provocar hinchazón en el estómago, los pies y las piernas, además de hipotensión. 
  • Si presenta alguno de estos signos o síntomas de pericarditis, especialmente dolor en el pecho, busque atención médica de inmediato.

Factores de riesgo

La pericarditis puede afectar a cualquiera, pero ciertos factores aumentan el riesgo, como por ejemplo: 

  • Los hombres de entre 16 y 65 años tienen más probabilidades de desarrollar este problema cardíaco. 
  • Las personas que han sufrido un ataque cardíaco, una cirugía a corazón abierto o radioterapia tienen un mayor riesgo. 
  • Las enfermedades autoinmunes, la insuficiencia renal y el VIH/SIDA también aumentan las probabilidades de padecer pericarditis. 
  • Quienes tienen antecedentes de fiebre reumática o hipotiroidismo se enfrentan a un mayor riesgo. 
  • En casos raros, ciertos medicamentos como la fenitoína y la heparina pueden desencadenar pericarditis. 
  • Las personas que padecen tos seca frecuente, temperaturas corporales anormales o tienen vasos sanguíneos rotos en los pulmones y los ojos son más susceptibles. 
  • Entre el 15% y el 30% de los pacientes tratados por pericarditis aguda pueden sufrir recurrencias si no reciben la medicación adecuada.

Complicaciones de la pericarditis

La pericarditis puede provocar complicaciones graves si no se trata, tales como:

  • Taponamiento cardíaco (acumulación rápida de líquido en el pericardio, que comprime el corazón) 
  • Pericarditis constrictiva 
  • pericarditis efusiva crónica

Diagnóstico de pericarditis

El diagnóstico de la pericarditis implica una combinación de métodos. 

  • Historia clínica y auscultación: Los médicos suelen examinar a los pacientes y preguntarles sobre sus síntomas e historial médico. Escuchan el corazón con un estetoscopio, buscando un sonido característico llamado roce pericárdico. Este ruido se produce cuando las capas inflamadas del pericardio rozan entre sí. 
  • Análisis de sangre: Diferentes análisis de sangre ayudan a detectar signos de inflamación, infección o ataque cardíaco. 
  • Electrocardiograma: Un electrocardiograma (ECG) registra las señales eléctricas del corazón, mostrando cambios característicos en la pericarditis. En el ECG, la pericarditis muestra una elevación difusa del segmento ST y una depresión del segmento PR.
  • Radiografías de tórax: Una radiografía de tórax puede revelar un corazón agrandado.
  • Ecocardiograma: Esta ecografía crea imágenes del corazón, detectando acumulación de líquido o problemas de bombeo. 

En algunos casos, los médicos pueden realizar pruebas de imagen avanzadas, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones.

Tratamiento para la pericarditis

La elección del tratamiento para la pericarditis depende de su gravedad y de la causa subyacente:

  • Esperar y observar: Los casos leves pueden mejorar sin intervención, mientras que los más graves requieren atención médica. 
  • Medicación para la pericarditis: Los médicos pueden recetar analgésicos para controlar las molestias y reducir la inflamación. La colchicina, un medicamento antiinflamatorio, puede tratar la pericarditis aguda o prevenir las recurrencias. 
  • En algunos casos, es necesario el uso de corticosteroides o inmunosupresores para controlar la inflamación persistente. 
  • Si la causa es una infección bacteriana, los médicos pueden administrar antibióticos. 
  • Intervención quirúrgica: Para tratar la acumulación de líquido alrededor del corazón, los médicos realizan procedimientos como la pericardiocentesis para drenar el exceso de líquido. En casos graves de pericarditis constrictiva, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de parte o la totalidad del pericardio.

Cuándo ver a un doctor

  • Si experimenta nuevos síntomas de dolor en el pecho, es crucial buscar atención médica de inmediato. 
  • Muchos síntomas de la pericarditis se parecen a los de otras afecciones cardíacas y pulmonares, por lo que es fundamental realizarse un examen completo con un profesional de la salud. Esto es especialmente importante si tiene antecedentes de pericarditis aguda y nota que los síntomas reaparecen o que su estado cambia durante la recuperación. 
  • Esté atento a dolor en el pecho, fiebre y dificultad para respirar.

La intervención médica inmediata es vital para el diagnóstico y tratamiento adecuados de la pericarditis o cualquier otro problema cardíaco potencial.

Prevenciones

Si bien no siempre es posible prevenir la pericarditis, existen medidas para reducir el riesgo de padecerla, tales como: 

  • Proteja la zona del pecho durante las actividades para prevenir la pericarditis relacionada con lesiones.
  • El manejo de afecciones sistémicas crónicas, como las enfermedades autoinmunes (como el lupus o la artritis reumatoide), la enfermedad renal o el cáncer, es crucial.
  • Una dieta saludable para el corazón, evitar el café y el alcohol, dejar de fumar y técnicas de reducción del estrés como la meditación pueden ayudar. 
  • El seguimiento tras una cirugía cardíaca o un infarto es fundamental, ya que estos eventos pueden aumentar el riesgo de desarrollar pericarditis. El reposo, la actividad física moderada y una dieta saludable previenen significativamente las complicaciones. 

Conclusión

La pericarditis es una afección cardíaca que afecta la vida de muchas personas. Al reconocer los signos y factores de riesgo de la pericarditis, las personas pueden buscar atención médica oportuna, lo cual es vital para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Los diversos métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento que se presentan ofrecen esperanza a quienes padecen esta afección.

Comprender la pericarditis permite a los pacientes y a sus seres queridos participar activamente en el manejo de la enfermedad. Si bien la prevención no siempre es posible, adoptar un estilo de vida saludable para el corazón y seguir las recomendaciones médicas puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia. Recuerde: si experimenta dolor en el pecho u otros síntomas, consulte a un médico de inmediato. Con la atención y el manejo adecuados, muchas personas con pericarditis pueden llevar una vida plena y activa.

FAQ's

1. ¿Cuál es la diferencia entre miocarditis y pericarditis?

La miocarditis afecta al músculo cardíaco, mientras que la pericarditis implica la inflamación del pericardio, la membrana que lo recubre. Ambas afecciones pueden causar dolor torácico, pero el dolor de la pericarditis suele mejorar al sentarse e inclinarse hacia adelante. La miocarditis generalmente causa fatiga y dificultad para respirar. Ambas pueden ser consecuencia de infecciones virales, pero la pericarditis es más frecuente y suele tener un mejor pronóstico.

2. ¿A quién afecta la pericarditis?

La pericarditis puede afectar a cualquier persona, pero es más común en hombres de entre 16 y 65 años. Las personas con antecedentes de infarto, cirugía a corazón abierto o radioterapia tienen un mayor riesgo. Quienes padecen enfermedades autoinmunitarias, insuficiencia renal o VIH/SIDA también tienen mayor probabilidad de desarrollar pericarditis.

3. ¿Cómo afecta la pericarditis a mi cuerpo?

La pericarditis causa inflamación del pericardio, lo que provoca enrojecimiento e hinchazón. Esto puede causar dolor en el pecho, especialmente al respirar profundamente o al acostarse. En algunos casos, se puede acumular líquido entre las capas del pericardio, lo que puede afectar la capacidad del corazón para bombear sangre eficazmente.

4. ¿Qué tan grave es la pericarditis?

Si bien la pericarditis suele ser leve y autolimitada, en algunos casos puede ser grave. Las complicaciones pueden incluir taponamiento cardíaco, donde la acumulación de líquido alrededor del corazón dificulta su funcionamiento, o pericarditis constrictiva, donde el pericardio se engrosa y se endurece. Estas complicaciones pueden ser mortales si no se tratan con prontitud. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas con pericarditis se recuperan por completo.

5. ¿Desaparecerá la pericarditis por sí sola?

Los casos leves de pericarditis pueden resolverse sin tratamiento. Sin embargo, la mayoría requiere intervención médica para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. El tratamiento suele incluir medicamentos antiinflamatorios y reposo. La afección generalmente desaparece en tres meses, pero en algunos casos puede volverse crónica o recurrente. Hasta un 30 % de los pacientes pueden experimentar una recurrencia en los 18 meses posteriores al episodio inicial.

6. ¿Es seguro caminar con pericarditis?

Durante la pericarditis activa, es fundamental evitar la actividad física intensa. Caminar suavemente puede ser aceptable, pero siempre consulte primero con su médico. A medida que se recupere de la pericarditis, su médico le aconsejará que aumente su actividad física gradualmente. Para los atletas de competición, a menudo se recomienda una restricción mínima de tres meses, seguida de un seguimiento médico para descartar la presencia de la enfermedad antes de retomar la actividad deportiva.

7. ¿Qué alimentos son malos para la pericarditis?

Si bien no existe una dieta específica para la pericarditis, ciertos alimentos pueden agravar la inflamación. Se recomienda evitar las comidas fritas, grasosas y picantes, las carnes procesadas y los alimentos con alto contenido de sal. También se recomienda limitar el consumo de alcohol, cafeína y alimentos azucarados. Una dieta cardiosaludable con alimentos mínimamente procesados ​​suele ser beneficiosa. Consulte siempre con su médico para obtener asesoramiento dietético personalizado.

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