Los cálculos ureterales afectan a millones de personas en todo el mundo, lo que los convierte en una afección dolorosa y muy extendida. Los hombres tienden a desarrollarlos con mayor frecuencia que las mujeres.
Estos depósitos minerales se acumulan en el uréter, el conducto delgado y largo que conecta el riñón con la vejiga. La formación de cálculos varía de una persona a otra, aunque generalmente comienza cuando los minerales de la orina cristalizan y se agrupan. Dolor agudo, sangre en la orina y la necesidad frecuente de orinar indican la presencia de un cálculo. Los pacientes necesitan un tratamiento adecuado para evitar complicaciones. Existen varias opciones de tratamiento, dependiendo de la ubicación y el tamaño del cálculo. El reto radica en la prevención, ya que la mitad de los pacientes desarrollan otro cálculo en un plazo de cinco años.
Este artículo desglosa los diferentes tipos de cálculos ureterales y explica sus mecanismos, señales de alerta y tratamientos más eficaces para controlar esta afección tan extendida.
Los cálculos ureterales son masas minerales que se alojan en el uréter, el conducto que conecta los riñones con la vejiga. Estos cálculos se originan en los riñones y se desplazan por el uréter. Los médicos denominan a esta afección ureterolitiasis. Los cálculos pequeños pasan fácilmente por el uréter, pero los más grandes pueden obstruir el flujo de orina.
Las piedras pequeñas pueden pasar desapercibidas. Sin embargo, las piedras más grandes producen varios síntomas molestos. A continuación, se describen algunos síntomas comunes de cálculos ureterales:
Las personas con cálculos ureterales tienden a moverse constantemente, a diferencia de quienes padecen otros tipos de dolor estomacal, que prefieren permanecer quietas.
La orina contiene minerales y sales que pueden acumularse y cristalizar formando cálculos. Esto suele ocurrir por no beber suficiente agua. Los altos niveles de sustancias en la orina, como calcio y oxalato, ácido úricoEl fosfato, la cistina o la xantina también pueden provocar la formación de cálculos.
Algunos grupos tienen mayor probabilidad de desarrollar cálculos ureterales.
Los cálculos ureterales requieren tratamiento inmediato para evitar problemas graves. Las siguientes son complicaciones comunes de los cálculos ureterales:
Los médicos diagnostican cálculos ureterales mediante:
Los cálculos pequeños, de menos de 5 mm, se eliminan de forma natural con una hidratación adecuada. Los cálculos más grandes requieren los siguientes tratamientos:
Necesitas atención médica inmediata si experimentas:
Estos síntomas podrían indicar complicaciones como una infección o una obstrucción completa que requieren tratamiento urgente.
Casi la mitad de las personas que padecen cálculos renales vuelven a tenerlos en un plazo de 5 años. La prevención se vuelve crucial y debe incluir lo siguiente:
Los cálculos ureterales son una de las afecciones más dolorosas que puede experimentar un paciente. El proceso desde el diagnóstico hasta el tratamiento puede resultar abrumador, pero la medicina moderna ofrece diversas maneras de tratarlos eficazmente. Los cálculos pequeños suelen eliminarse espontáneamente con una buena hidratación y el control del dolor. Cuando los cálculos son más grandes, los médicos deben intervenir con procedimientos como la litotricia o la ureteroscopia.
Quienes ya han tenido cálculos renales deben tomar en serio las medidas preventivas. Las visitas regulares al médico ayudan a detectar posibles problemas a tiempo. El dolor puede ser intenso, pero los cálculos ureterales suelen ser tratables y no ponen en peligro la vida.
Debe buscar atención médica de inmediato si experimenta síntomas graves como dolor intenso, fiebre o dificultad para orinar. Un tratamiento rápido previene el daño renal y las infecciones peligrosas. Millones de personas en todo el mundo padecen cálculos ureterales, pero una buena prevención y un cuidado adecuado reducen considerablemente su frecuencia y su impacto en la vida.
Los cálculos ureterales pueden variar de leves a graves según:
Los cálculos ureterales rara vez ponen en peligro la vida. Sin embargo, algunas situaciones requieren atención inmediata:
La piedra en sí no difiere; solo importa su ubicación:
El tiempo de paso de las piedras varía según:
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