Golimumab es un valioso anticuerpo monoclonal humano que actúa como inmunosupresor para diversas afecciones crónicas. Este tratamiento actúa sobre el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), una molécula proinflamatoria, lo que lo convierte en un inhibidor del TNF.
La Organización Mundial de la Salud ha reconocido la inyección de golimumab como medicamento esencial. Los pacientes pueden recibir golimumab mediante inyección subcutánea, lo que facilita su acceso a quienes requieren atención continua. La Agencia Europea de Medicamentos y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos han aprobado golimumab para el tratamiento de enfermedades autoinmunes.
Este artículo abarca todo lo que los pacientes deben saber sobre este medicamento: desde su mecanismo de acción hasta la dosis adecuada y los posibles efectos secundarios.
Golimumab pertenece a una clase de medicamentos llamados bloqueadores del TNF. Esta terapia biológica se une a las moléculas de TNF-alfa en el cuerpo e impide que se unan a los receptores. El sistema inmunitario produce TNF-alfa, que en exceso puede causar inflamación y dolor. Golimumab ayuda a reducir estos síntomas al bloquear este proceso inflamatorio.
Los médicos recetan golimumab principalmente para enfermedades autoinmunes. Este medicamento trata la enfermedad de moderada a grave. artritis reumatoide (combinado con metotrexato), artritis psoriásica activa, espondilitis anquilosante y colitis ulcerosaLos niños de 2 años o más con artritis idiopática juvenil poliarticular activa también pueden beneficiarse de este tratamiento.
La dosis estándar es una inyección subcutánea de 50 mg una vez al mes. El tratamiento de la colitis ulcerosa comienza con una dosis de 200 mg, seguida de 100 mg en la segunda semana y, posteriormente, 100 mg cada cuatro semanas. El medicamento debe conservarse refrigerado entre 2 °C y 8 °C. Usted o un familiar pueden administrar la inyección en casa con una jeringa precargada o una pluma autoinyectora tras recibir la capacitación adecuada.
Los siguientes son efectos secundarios comunes de este medicamento:
Los efectos secundarios graves incluyen:
Golimumab actúa sobre una proteína llamada TNF-alfa, que desempeña un papel fundamental en los procesos inflamatorios, bloqueándola. El sistema inmunitario ataca los tejidos sanos debido a un exceso de TNF-alfa. Golimumab detiene este proceso dañino al unirse a dos formas de TNF-alfa en múltiples localizaciones. Este tratamiento biológico anti-TNF combate la inflamación desde su origen, en lugar de solo enmascarar los síntomas.
Golimumab funciona eficazmente con varios medicamentos:
Consulte con su médico antes de comenzar a tomar cualquier medicamento nuevo. Informe a todos los médicos ajenos a su equipo de reumatología sobre su tratamiento con golimumab.
Su estado de salud determina la dosis:
Golimumab ofrece grandes beneficios a los pacientes que padecen afecciones inflamatorias crónicas. Este medicamento bloquea las proteínas TNF-alfa, responsables de la inflamación dolorosa, y proporciona alivio cuando otros tratamientos no son efectivos. Muchos pacientes encuentran conveniente su esquema de dosificación mensual, ya que simplifica su tratamiento en comparación con otros medicamentos que requieren una administración más frecuente.
La libertad de autoadministrarse las inyecciones de golimumab en casa supone una gran diferencia para muchos pacientes. Una vez que aprenden la técnica adecuada, pueden controlar su tratamiento sin tener que acudir a la clínica constantemente. Esta independencia resulta muy útil para personas con problemas de movilidad o con agendas muy apretadas.
Golimumab funciona muy bien con otros medicamentos como el metotrexato para crear potentes terapias combinadas para afecciones como la artritis reumatoide.
Los bloqueadores del TNF, como el golimumab, pueden aumentar el riesgo de infecciones, que constituyen el efecto secundario más grave. Un pequeño porcentaje de pacientes podría desarrollar linfoma o cáncer de piel. Su médico sopesará cuidadosamente estos riesgos con los beneficios que obtendrá al controlar su afección inflamatoria.
Debería notar mejorías en un plazo de 8 a 12 semanas. Algunos pacientes se sienten mejor durante la primera semana, aunque los beneficios suelen aparecer después de 6 semanas.
Tome la dosis olvidada en cuanto se acuerde. Si la demora es menor a dos semanas, puede continuar con su esquema original. Si la demora supera las dos semanas, debe comenzar un nuevo esquema a partir de la fecha de la inyección. Nunca duplique la dosis.
Solicite ayuda médica de inmediato llamando a los servicios de emergencia.
Este medicamento no es adecuado si padece infecciones activas, insuficiencia cardíaca moderada o grave, o esclerosis múltiple. Los pacientes con tuberculosis no tratada también deben evitarlo.
Tome su dosis una vez al mes o según lo prescrito por su médico.
Debe continuar con el tratamiento incluso después de que empiece a sentirse mejor. Los síntomas podrían reaparecer si lo interrumpe demasiado pronto.
Deje de tomar golimumab si desarrolla una infección grave. También debe interrumpir el tratamiento unas cinco semanas antes de cualquier cirugía programada. Consulte siempre con su médico antes de finalizar el tratamiento.
Los médicos no recomiendan tomar golimumab a diario. El medicamento se presenta en una jeringa precargada o en una pluma autoinyectora diseñada para uso mensual. La mayoría de los pacientes necesitan inyectarse una dosis de 50 mg cada 4 semanas. Este esquema ayuda a mantener niveles adecuados del medicamento en la sangre.
Sin duda, no existe un "mejor momento" para las inyecciones de golimumab. Puede administrársela usted mismo en cualquier momento del día. Sin embargo, los médicos recomiendan administrar cada dosis aproximadamente a la misma hora. De esta manera, su cuerpo mantiene niveles estables del medicamento.
Estas precauciones de seguridad son esenciales: