29 de septiembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado que la resistencia a los antibióticos supone una grave amenaza para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Infecciones como la salmonelosis, la gonorrea, la neumonía y la tuberculosis son cada vez más difíciles de tratar a medida que disminuye la eficacia de los antibióticos.
Investigadores de la Universidad de Flinders y del SAHMRI enfatizan la urgente necesidad de una administración cautelosa de antibióticos en los centros residenciales de atención a personas mayores para proteger a los ancianos del desarrollo de "superbacterias", o bacterias resistentes a los antibióticos, que pueden ser mortales.
Un nuevo estudio publicado en el Journal of Infection investiga la conexión entre el uso generalizado de antibióticos en residencias de ancianos y las bacterias resistentes a los antibióticos resultantes en el intestino, que pueden transmitirse a otros residentes.
La autora principal y estudiante de doctorado, Sophie Miller, explica que El uso común de antibióticos en comprimidos en personas mayores da lugar a diferentes tipos de bacterias resistentes a los antibióticos en el intestino, conocidas como "superbacterias", que pueden aumentar la resistencia a otros antibióticos cruciales que salvan vidas..
Es probable que las altas tasas de prescripción de antibióticos en residencias de ancianos estén contribuyendo a la propagación de estas bacterias, lo que conlleva estancias hospitalarias más prolongadas, mayores gastos médicos y tasas de mortalidad más elevadas.
Esta tendencia no solo socava la eficacia del tratamiento antibiótico, sino que también supone un riesgo significativo de fracaso terapéutico en una comunidad ya de por sí vulnerable.
“Para responder eficazmente a la amenaza mundial que supone la resistencia a los antibióticos para la salud pública, es necesario comprender en detalle la influencia y el impacto de los patrones de prescripción de antibióticos”, afirma Sophie Miller.
Los investigadores analizaron muestras de heces recogidas de 164 residentes de cinco centros de atención a largo plazo para personas mayores en el sur de Australia para obtener más información sobre los genes que portan sus bacterias intestinales y que conducen a la resistencia a los antibióticos.
“Descubrimos que un antibiótico comúnmente recetado a residentes de centros de atención para personas mayores estaba fuertemente asociado con un aumento de la resistencia a otros antibióticos que no se les habían recetado”, afirma.
Resulta alarmante que la investigación revelara que casi todos los participantes portaban estos genes de resistencia sin presentar ningún síntoma, lo que genera gran preocupación por este grupo demográfico particularmente vulnerable.
“Nuestros hallazgos sugieren que incluso los antibióticos que normalmente no se asocian con modificaciones importantes en las bacterias intestinales pueden aumentar significativamente la presencia de genes de resistencia”, afirma Miller.
El profesor Geraint Rogers, autor principal del estudio, director del Programa de Microbioma y Salud del Huésped en SAHMRI y becario Matthew Flinders en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders, afirma que las implicaciones de este estudio van más allá de la atención individual del paciente.
“A medida que la población envejece y la esperanza de vida aumenta, las implicaciones de nuestros hallazgos subrayan la importancia de un enfoque holístico para antibiótico “La gestión en entornos de atención a largo plazo para personas mayores”, afirma el profesor Rogers.
Existe preocupación por la posibilidad de que los profesionales sanitarios estén recetando medicamentos en exceso. antibióticos, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones bacterianas resistentes, y los hallazgos de este estudio sugieren la necesidad de extremar la precaución al prescribirlos a pacientes mayores.”
Link de referencia
https://www.medindia.net/news/antibiotic-resistant-bacteria-in-aged-care-facilities-217003-1.htm