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7 de septiembre de 2023

El ataque silencioso: una epidemia de conjuntivitis azota durante el monzón.

Varios grupos tienen mayor riesgo de contraer conjuntivitis (conjuntivitis viral) durante la temporada de monzones y en entornos donde prevalecen las enfermedades infecciosas. 

Con la llegada del monzón, la alta humedad, la escasa luz solar y la humedad ambiental crean el entorno perfecto para la proliferación de bacterias, virus, hongos y alérgenos. En consecuencia, se observa un aumento notable de enfermedades infecciosas durante esta temporada. La conjuntivitis viral encabeza la lista, acompañada de un incremento en afecciones infecciosas e inflamatorias como el sarpullido, las úlceras corneales y la sequedad ocular, conocida como queratoconjuntivitis.

Identificar los síntomas de estas infecciones oculares es crucial para obtener atención médica a tiempo. Los pacientes con conjuntivitis pueden presentar enrojecimiento ocular, hinchazón de los párpados, lagrimeo, picazón, dolor al mover los ojos, sensibilidad a la luz brillante, sensación de arenilla en los ojos y secreción pegajosa. A medida que la infección se extiende a las zonas contiguas, pueden aparecer fiebre leve, dolor de garganta y dolor de oído. Estas infecciones son altamente contagiosas y se transmiten por contacto y por vía aérea, especialmente en ambientes cerrados con aire acondicionado. En poco tiempo, todas las personas a su alrededor pueden estar infectadas sin darse cuenta.

Varios grupos tienen mayor riesgo de contraer conjuntivitis (conjuntivitis viral) durante la temporada de lluvias y en entornos donde abundan las enfermedades infecciosas. Estos grupos incluyen:

  • Niños en edad escolar: Debido al contacto cercano con otros niños y a la exposición a superficies compartidas.
  • Profesionales del software informático: El tiempo prolongado frente a la pantalla y los espacios de trabajo compartidos pueden aumentar el riesgo de infección.
  • Viajeros en transporte público local (autobús): Los entornos de transporte público abarrotados pueden facilitar la propagación de infecciones.
  • Usuarios de piscinas: Las piscinas pueden ser focos de bacterias y virus, lo que puede provocar infecciones oculares.
  • Usuarios de lentes de contacto: El manejo o la limpieza inadecuados de las lentes de contacto pueden aumentar el riesgo de infección.
  • Diabéticos: Las personas con diabetes pueden tener sistemas inmunológicos debilitados, lo que las hace más susceptibles a las infecciones.
  • Pacientes con problemas de tiroides: Los trastornos de la tiroides pueden afectar al sistema inmunitario, haciendo que las personas sean más vulnerables a las infecciones.
  • Personas con dolencias articulares: Algunos trastornos articulares pueden requerir medicamentos que pueden debilitar el sistema inmunológico.
  • Deficiencia de vitamina D: Los niveles bajos de vitamina D se han asociado con una mayor susceptibilidad a las infecciones.

Es importante tener en cuenta que, si bien estos grupos pueden tener un mayor riesgo, cualquiera puede contraer conjuntivitis si se expone al virus. Practicar una buena higiene y tomar medidas preventivas puede ayudar a reducir las probabilidades de infección para todos.

Un diagnóstico rápido y la atención especializada bajo la supervisión de un oftalmólogo son esenciales. La medicación adecuada y las medidas preventivas son fundamentales para evitar la transmisión del virus.

Medidas proactivas para proteger su preciada vista

Para minimizar el riesgo de contraer conjuntivitis o cualquier otra infección ocular durante el monzón, se deben tomar medidas proactivas:

  • Higiene de manos: Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente después de tocar superficies en lugares públicos.
  • Evite las piscinas: Absténgase de usar las piscinas durante el monzón, ya que pueden convertirse en focos de microorganismos dañinos.
  • Limita el tiempo frente a la pantalla: Reduce el tiempo prolongado frente a la pantalla, especialmente frente a ordenadores y dispositivos electrónicos, para aliviar la fatiga visual.
  • Mantente hidratado: Mantén una ingesta adecuada de líquidos y consume frutas de temporada ricas en vitaminas y minerales para reforzar el sistema inmunitario.
  • Suplementos para la salud ocular: Considere agregar suplementos de vitamina C y vitamina A a su dieta, ya que desempeñan un papel vital en el mantenimiento de la salud ocular.
  • Ejercicio regular: Realice ejercicio regularmente para fortalecer su sistema inmunológico general.
  • Precauciones con el maquillaje de ojos: Tenga cuidado con el maquillaje de ojos y asegúrese de retirarlo con agua tibia antes de dormir para evitar irritaciones e infecciones.
  • Humidificadores: Utilice humidificadores en casa y en la oficina para mantener niveles de humedad adecuados y prevenir la sequedad ocular.
  • Gafas protectoras: Utilice gafas protectoras en casa y en la oficina durante el trabajo para proteger sus ojos de los irritantes ambientales.
  • Lágrimas artificiales: Si se produce una infección, utilice gotas de lágrimas artificiales según lo prescrito por su oftalmólogo para lubricar los ojos y aliviar las molestias.
  • Busque atención médica: Si experimenta algún síntoma de infección ocular, consulte a un oftalmólogo de inmediato para recibir el tratamiento adecuado.

Con la llegada del monzón, no olvidemos los riesgos que supone para nuestra vista. Adoptando medidas preventivas y buscando atención médica a tiempo, podemos proteger nuestra visión y disfrutar de la belleza de la temporada sin contagiarnos de conjuntivitis. Recuerda: un poco de precaución puede ser fundamental para cuidar tu vista y garantizar una experiencia segura y placentera durante el monzón para todos.