27 November 2024
La presión arterial alta, o hipertensión, es un factor de riesgo común para las enfermedades cardiovasculares (ECV) y requiere un control estricto para prevenir complicaciones graves de salud. Si bien no todas las personas con presión arterial alta necesitan medicamentos, los cambios en el estilo de vida suelen ayudar a mantener niveles saludables. Sin embargo, si no se trata, la presión arterial alta puede agravarse y convertirse en una afección descontrolada. Varios factores pueden contribuir a esto, algunos de los cuales podrían pasar desapercibidos.
Es alarmante que muchas personas con hipertensión arterial no controlada desconozcan su condición. Se considera hipertensión arterial no controlada cuando la presión arterial de una persona supera los 140/90 mmHg y no recibe tratamiento o este no es efectivo.
Un estudio reciente publicado en Red de jama Se descubrió que el 83.7 % de los adultos estadounidenses con presión arterial alta padecen hipertensión no controlada, lo que equivale a aproximadamente 100.4 millones de personas. Resulta alarmante que más de la mitad de estas personas (57.8 millones) desconozcan su condición. Los adultos jóvenes, especialmente aquellos entre 18 y 44 años, presentan tasas particularmente altas de desconocimiento, con casi el 70 % de quienes padecen hipertensión no controlada en este grupo de edad sin saberlo. Incluso entre quienes reciben tratamiento, el 70.8 % aún presenta presión arterial no controlada.
Estos hallazgos resaltan la urgente necesidad de mejorar la concientización, el diagnóstico y el tratamiento eficaz para reducir los riesgos asociados con la hipertensión arterial.
En conversación con el equipo de OnlyMyHealth, Dr. Anoop Agrawal, cardiólogo intervencionista consultor sénior, Hospitales CARE Banjara Hills, HyderabadSegún él, "la presión arterial no controlada suele ser consecuencia de factores relacionados con el estilo de vida, como malos hábitos alimenticios, consumo excesivo de sal, tabaquismo y falta de actividad física. La obesidad, especialmente la abdominal, aumenta significativamente la presión sobre el corazón y los vasos sanguíneos, lo que dificulta el control de la presión arterial".
Otro problema común es el incumplimiento del tratamiento farmacológico, donde los pacientes pueden saltarse dosis, tomar la medicación de forma irregular o interrumpirla sin supervisión médica. Además, algunas personas pueden necesitar ajustes en la dosis o una combinación de medicamentos para lograr un control óptimo de la presión arterial.
El estrés podría ser uno de los factores que aumentan sus niveles de presión arterial.
El Dr. Agrawal explica: «El estrés prolongado aumenta los niveles de hormonas como el cortisol, lo que puede provocar hipertensión sostenida. Los trastornos de salud mental, como la ansiedad y la depresión, complican aún más el control de la presión arterial al afectar los procesos fisiológicos y la adherencia al tratamiento. Los mecanismos de afrontamiento inadecuados, como comer en exceso, el consumo de alcohol o descuidar el autocuidado, pueden agravar el problema, lo que convierte al estrés y la salud mental en factores cruciales para la regulación de la presión arterial».
Ciertas afecciones subyacentes, a menudo denominadas hipertensión secundaria, pueden dificultar el control de la presión arterial. Entre ellas se incluyen la enfermedad renal, los desequilibrios hormonales (como los trastornos de la tiroides o los problemas suprarrenales) y la apnea del sueño, según el Dr. Agrawal.
En algunos casos, afecciones no diagnosticadas como la diabetes o la rigidez arterial también pueden interferir con un control eficaz de la presión arterial, lo que pone de relieve la necesidad de una evaluación médica exhaustiva.
La alimentación desempeña un papel crucial en el control de la presión arterial. Desde la elección de alimentos hasta la cantidad de sal que se consume, todo puede influir en los niveles de presión arterial.
Según Medline Plus, se recomienda limitar la ingesta de sodio a no más de 2,300 mg al día. El Dr. Agrawal afirma: «Una ingesta elevada de sodio está directamente relacionada con el aumento de la presión arterial, mientras que las dietas deficientes en potasio, magnesio y calcio pueden dificultar su regulación».
Además, según Medline Plus, también es crucial reducir las grasas saturadas a no más del 6% de las calorías diarias y las grasas totales al 27% de las calorías diarias.
También es crucial reducir la ingesta de alimentos procesados y azucarados, que contribuyen a problemas vasculares y aumento de peso, lo que complica aún más los esfuerzos de control, destaca el Dr. Agrawal, quien agrega que una dieta equilibrada y saludable para el corazón, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, puede mejorar significativamente el control de la presión arterial y la salud cardiovascular en general.
Link de referencia
https://www.onlymyhealth.com/why-blood-pressure-levels-are-not-going-down-12977820575