Los ataques de pánico pueden ocurrir repentinamente y ser muy aterradores. Se acompañan de síntomas físicos y psicológicos, tan debilitantes que muchas personas comienzan a evitar situaciones que pueden desencadenarlos. Un trastorno de pánico, a veces llamado trastorno de pánico, se produce cuando una persona sufre ataques de pánico recurrentes y teme sufrir más. Experimentar un ataque de pánico mientras duerme o durante el día puede ser angustiante, pero comprender mejor el tema puede ayudar a controlar y prevenir estos episodios.

Los síntomas de un ataque de pánico varían de una persona a otra y suelen alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos. Tras el ataque, es posible que también te sientas cansado y agotado.
Los signos y síntomas comunes de los ataques de pánico incluyen:
Dado que estos síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades graves, se recomienda buscar orientación médica para el diagnóstico y el tratamiento del ataque de pánico.
Los ataques de pánico pueden tener diversas causas. Diversos factores pueden desencadenarlos. Estas causas incluyen:
Los siguientes son algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir un ataque de pánico en las personas:
El diagnóstico del trastorno de pánico requiere una evaluación exhaustiva por parte de un profesional de la salud. El diagnóstico generalmente comprende lo siguiente:
El tratamiento eficaz del trastorno de pánico suele combinar algunos de los siguientes enfoques:
Tratamientos naturales para los ataques de pánico — Algunos de estos remedios para los ataques de pánico también pueden ayudar a las personas:
Una combinación de cambios en el estilo de vida y estrategias de afrontamiento puede ayudar a prevenir los ataques de pánico. Estas incluyen:
Si no se trata, un ataque de pánico y el trastorno de pánico pueden afectar casi todos los aspectos de su vida. Puede vivir constantemente con el miedo a sufrir más ataques y abstenerse de participar en las actividades diarias. Este miedo puede provocar un deterioro drástico en su calidad de vida.
Las complicaciones relacionadas con los ataques de pánico incluyen las siguientes:
Debe buscar ayuda médica si experimenta síntomas de ataques de pánico, especialmente si:
Si sufres ataques de pánico o crees que podrías tener un trastorno de pánico, no dudes en pedir ayuda. Consulta con un profesional de la salud sobre tus síntomas y la causa de tus ataques de pánico, y habla sobre cómo obtener ayuda y encontrar un tratamiento eficaz. Busca un/a equidad en salud mental Un profesional con quien podrá analizar en detalle sus problemas relacionados con este asunto en concreto.
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Un ataque de pánico es una sensación de miedo o malestar intenso que alcanza su punto máximo rápidamente y suele ir acompañada de muchos síntomas físicos, como palpitaciones, dificultad para respirar, mareo, sudoración excesiva y temblores. Puede provocar una sensación de desconexión con la realidad, pérdida de control y miedo a morir o a volverse loco.
Respuesta: Para controlar un ataque de pánico, practique la respiración profunda, concéntrese en una imagen o frase tranquilizadora y asegúrese de que desaparecerá. Manténgase conectado con su cuerpo tocando o agarrándose a objetos a su alrededor. Evite la cafeína y el azúcar, y busque un lugar tranquilo si es posible. Utilice métodos de atención plena y relajación de forma rutinaria para prevenir y curar los ataques de pánico.
Respuesta: Un ataque de pánico en sí mismo no causa daño físico, pero puede ser extremadamente angustiante y aterrador. Si se repite, puede generar conductas de evitación, lo que lleva al aislamiento social e incluso aumenta la ansiedad. Ante un caso grave y frecuente de ataque de pánico, se debe brindar ayuda inmediata para prevenir su impacto en la vida diaria de la persona.
Respuesta: Los ataques de pánico suelen durar de 5 a 20 minutos, aunque algunos síntomas pueden persistir durante una hora. Su intensidad máxima suele alcanzarse durante los primeros 10 minutos. Aunque breve, la experiencia puede parecer mucho más larga debido al miedo y la incomodidad extremos.
Respuesta: Los ataques de pánico repentinos pueden deberse al estrés, a cambios importantes en la vida o a problemas de salud. También pueden ser consecuencia de un desequilibrio en la química cerebral, factores hereditarios y el consumo de sustancias. Es posible identificar los desencadenantes y obtener ayuda profesional para saber cómo afrontar estos episodios.
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