Los trasplantes se han convertido en un procedimiento quirúrgico común en el que se extrae un órgano, como un riñón, un pulmón o un hígado, de un donante y se implanta en el cuerpo del paciente para reemplazar un órgano dañado o faltante. El trasplante de órganos es una bendición para muchos pacientes que, de otro modo, no sobrevivirían sin estos órganos vitales.
Otro trasplante de órgano que se investiga desde hace muchos años es el de pene. El trasplante de pene se ha realizado varias veces en todo el mundo con algunos éxitos. Un trasplante de pene es muy diferente de un implante de pene. En un implante de pene, se coloca un dispositivo dentro del pene para ayudar a pacientes con disfunción eréctil, enfermedad de Peyronie, priapismo isquémico y otros trastornos similares.
Por otro lado, el trasplante de pene es un procedimiento quirúrgico en el que el paciente recibe un nuevo pene, generalmente un aloinjerto de un donante humano. Si bien también se investiga el trasplante de un pene cultivado artificialmente, sigue siendo un procedimiento complejo que requiere más investigación y avances tecnológicos para convertirse en una práctica más común y exitosa.
El trasplante de pene puede realizarse en candidatos que sufren de disfunción eréctil o ausencia de pene debido a lesiones, agenesia congénita, extirpación del pene por enfermedades como el cáncer o micropene severo. Dado que el trasplante de pene conlleva riesgos, como cualquier otro trasplante, y no es un procedimiento común, el paciente debe cumplir ciertos requisitos para ser candidato. Estos requisitos incluyen:
Los solicitantes deben ser varones cisgénero de entre 18 y 69 años.
El candidato no debe tener antecedentes de VIH o hepatitis.
El candidato no debe tener antecedentes de cáncer durante al menos cinco años antes de la cirugía.
El paciente no debe tener ninguna condición que le impida tomar medicamentos inmunosupresores.
Un implante de pene inflable consta de dos cilindros, un depósito y una bomba que un profesional sanitario implanta quirúrgicamente en el cuerpo.
Los cilindros se insertan en el pene y unos tubos los conectan a un depósito independiente situado debajo de los músculos abdominales inferiores. Este depósito contiene un líquido, y una bomba también está conectada al sistema, ubicada bajo la piel suelta del escroto, entre los testículos.
Para lograr una erección con el implante inflable, se activa la bomba en el escroto. Es importante destacar que al presionar la bomba no se ejerce presión alguna sobre los testículos. La bomba traslada el líquido del depósito a los cilindros del pene, inflándolos hasta alcanzar el nivel de dureza deseado. Una vez erecto, la erección puede mantenerse el tiempo que se desee, incluso después de alcanzar el orgasmo. Para volver al estado flácido, al presionar una válvula en la bomba, el líquido regresa al depósito, desinflando el pene.
En cambio, un implante de pene no inflable consta de dos varillas de silicona sólidas y flexibles. Este tipo de dispositivo no requiere un mecanismo de bombeo. Para usar el implante, se presiona manualmente el pene para extender la varilla hasta su posición. La dureza se mantiene constante, lo que permite usar el implante durante el tiempo que se desee, incluso después del orgasmo. Tras usar el implante, se vuelve a presionar manualmente el pene para retraer la varilla.
Los implantes de pene, también conocidos como prótesis de pene, son dispositivos que se implantan quirúrgicamente en el pene para tratar la disfunción eréctil (DE) que no responde bien a otros tratamientos. Existen dos tipos principales de implantes de pene: los inflables y los maleables (flexibles). A continuación, ofrecemos una descripción general del procedimiento para cada tipo:
Implantes de pene inflables:
Implantes de pene maleables:
Como cualquier otro trasplante, el trasplante de pene conlleva sus propios factores de riesgo. Además, dado que se requieren más trasplantes exitosos e investigación en este campo, es fundamental extremar las precauciones para evitar dichos factores. A medida que se realizan más investigaciones y operaciones, pueden surgir nuevos factores de riesgo. Algunos factores de riesgo comunes asociados con un trasplante de pene son:
La principal preocupación en un trasplante de pene es el rechazo del órgano donado por parte del organismo del paciente. Por lo tanto, los pacientes deben tomar medicamentos inmunosupresores a diario de por vida. Estos medicamentos suprimen la respuesta del sistema inmunitario contra el órgano donado. Dado que el sistema inmunitario está suprimido médicamente, el paciente puede ser más propenso a otras infecciones comunes. Además, los medicamentos inmunosupresores no garantizan que el organismo no rechace el órgano donado. Existe entre un 6 % y un 18 % de probabilidad de rechazo.
Otro factor de riesgo asociado a la cirugía de trasplante de pene es el estrechamiento de la uretra debido al tejido cicatricial resultante de la cirugía. Por lo tanto, el paciente podría experimentar problemas al orinar.
Además, el tejido cicatricial puede provocar que algunas zonas de la piel no reciban un riego sanguíneo adecuado. Esto conlleva la muerte y el desprendimiento del tejido cutáneo en esa zona.
Una lesión en el pene afecta psicológicamente al paciente. Aunque un trasplante exitoso puede ayudarle a llevar una vida normal, es posible que aún tenga dificultades psicológicas para aceptar el nuevo órgano y adaptarse a la nueva normalidad.
Es fundamental tener en cuenta que el proceso de curación de cada persona es único, por lo que los tiempos de recuperación pueden variar. Generalmente, el dolor, la hinchazón y las molestias deberían disminuir en una semana, aunque puede persistir cierta sensibilidad hasta seis semanas.
Su médico podría recetarle antibióticos, analgésicos u otros medicamentos, y es importante seguir sus instrucciones. Algunas personas controlan el dolor con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre, como aspirina, ibuprofeno o naproxeno, pero consulte con su médico sobre otras opciones si los AINE no son adecuados para usted.
Para favorecer la cicatrización y prevenir infecciones, limpie y seque suavemente las zonas afectadas con regularidad. Lávese las manos antes de cambiar los vendajes y de ir al baño.
Para reducir el dolor y la hinchazón, puede ser beneficioso aplicar una bolsa de hielo en las zonas afectadas durante un máximo de 10 minutos cada vez, varias veces al día.
Durante la recuperación, es recomendable evitar levantar objetos pesados o realizar ejercicios extenuantes que puedan ejercer presión sobre las incisiones.
El trasplante reconstructivo de pene en CARE Hospitals puede ayudarle a recuperar la confianza perdida y a llevar una vida plena. Contamos con un equipo de atención integral e instalaciones de primer nivel a su disposición. Para obtener más información sobre el procedimiento y comprobar si es un buen candidato, póngase en contacto con nosotros hoy mismo.
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