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Enfermedad arterial periférica

Tratamiento de la enfermedad arterial periférica en Hyderabad, India

La enfermedad arterial periférica (EAP) es la afección de los vasos sanguíneos del cuerpo, excluyendo los del cerebro y el corazón. En esta condición, los vasos sanguíneos se estrechan debido a la acumulación de depósitos grasos, lo que restringe el flujo sanguíneo hacia los brazos, las piernas, los riñones y el estómago. La EAP también se conoce como enfermedad arterial periférica o enfermedad vascular periférica, ya que afecta tanto a venas como a arterias. La EAP se observa con mayor frecuencia en personas mayores con aterosclerosis, una afección de los vasos sanguíneos que se caracteriza por su endurecimiento debido al envejecimiento. La enfermedad arterial periférica es un importante factor de riesgo de accidente cerebrovascular e infarto de miocardio, y los hombres tienen mayor probabilidad de padecerla que las mujeres. 

En los hospitales CARE, nuestro equipo multidisciplinario de médicos altamente cualificados y certificados, junto con otros profesionales sanitarios, ofrece una variedad de servicios de diagnóstico y tratamiento a pacientes con un amplio espectro de necesidades médicas. Mediante el uso de equipos de última generación equipados con tecnología moderna, nuestros especialistas médicos brindan atención integral a los pacientes para garantizar un diagnóstico, tratamiento y recuperación adecuados.

Síntomas

Con frecuencia, las personas que padecen enfermedad arterial periférica (EAP) desconocen su condición hasta que reciben un diagnóstico por otra enfermedad o problema. Sin embargo, existen algunos signos y síntomas de la enfermedad arterial periférica en pacientes que la padecen:

  • Pérdida de cabello o crecimiento lento del vello en piernas y pies,

  • Debilidad y entumecimiento de las piernas,

  • Un pie está más frío que el otro.

  • El crecimiento lento o la fragilidad de las uñas de los pies,

  • Llagas y úlceras en las piernas que no cicatrizan,

  • Piel de las piernas brillante o de color azul pálido,

  • Pulso muy débil o casi inexistente en piernas y pies,

  • Disfunción eréctil en hombres,

  • Claudicación intermitente: dolor constante en las piernas al caminar o estar de pie.

Causas

La causa más común de la enfermedad arterial periférica es la aterosclerosis, una afección caracterizada por la acumulación gradual de material graso en las arterias. Otras causas menos comunes de EAP son los coágulos sanguíneos en las arterias, las lesiones en las extremidades y las anomalías anatómicas de los músculos y ligamentos. 

Cíclos 

La enfermedad arterial periférica se puede clasificar en:

  • Etapa I (Asintomática): En esta etapa no se presentan síntomas notables.
  • Estadio IIa (claudicación leve): claudicación leve, caracterizada por dolor en las piernas que ocurre durante el ejercicio pero que no limita gravemente la actividad física.
  • Etapa IIb (claudicación moderada a grave): La claudicación se vuelve más pronunciada, lo que indica dolor moderado a grave en las piernas durante el ejercicio.
  • Estadio III (Dolor isquémico en reposo): Presencia de dolor isquémico en reposo, que indica dolor en las piernas incluso en reposo. Este es un estadio más avanzado de la enfermedad arterial periférica (EAP).
  • Estadio IV (Úlceras o Gangrena): Pueden desarrollarse úlceras o gangrena, lo que indica complicaciones graves. Este estadio implica una importante alteración del flujo sanguíneo, que provoca daño tisular y heridas que pueden no cicatrizar.

Los factores de riesgo

Los factores de riesgo que contribuyen a la enfermedad arterial periférica son:

  • Fumar

  • Consumo de tabaco

  • Obesidad

  • Revición de presión sanguínea

  • Diabetes

  • Colesterol alto

  • Alto nivel de homocisteína

  • Antecedentes familiares de accidente cerebrovascular e infarto.

Diagnóstico

Los especialistas cardiovasculares de los Hospitales CARE ofrecen diversos servicios de diagnóstico mediante procedimientos y pruebas adecuados para pacientes con una amplia gama de necesidades médicas. Los servicios de diagnóstico apropiados para diagnosticar la enfermedad arterial periférica son:

  • Índice tobillo-brazo: Esta es la prueba más común para la enfermedad arterial periférica, que compara la presión arterial en los tobillos con la de los brazos.

  • Ecografía, angiografía y análisis de sangre: Estas pruebas pueden realizarse para determinar el nivel de homocisteína en sangre, así como los niveles de colesterol y proteína C reactiva en sangre. 
  • Imágenes de ultrasonido Doppler: La ecografía Doppler es un procedimiento de imagen no invasivo que utiliza ondas sonoras para visualizar las arterias y medir el flujo sanguíneo en una arteria para detectar cualquier obstrucción.

  • Angiografía por tomografía computarizada (TC): La angiotomografía computarizada (angio-TC) es otro método diagnóstico no invasivo que permite obtener imágenes de las arterias del abdomen, la pelvis y las piernas. Este procedimiento diagnóstico resulta especialmente útil en pacientes con marcapasos o stent implantados.

  • Angiografía por resonancia magnética (ARM): La ARM es otra técnica de imagen que proporciona imágenes de las arterias pero sin utilizar rayos X.

  • Angiografía: La angiografía se suele realizar junto con un procedimiento de tratamiento vascular. En este método, se utiliza un medio de contraste para visualizar la arteria mediante rayos X y localizar la posición de la obstrucción. 

La enfermedad arterial periférica no diagnosticada puede ser peligrosa y provocar síntomas dolorosos, accidentes cerebrovasculares o infartos, e incluso la amputación de una extremidad. También puede causar problemas en las arterias carótidas y enfermedades de las arterias coronarias.

Tratamiento

Nuestros especialistas cardiovasculares certificados ofrecen consultas y tratamientos a pacientes con enfermedad arterial periférica (EAP) según la etapa y la gravedad de la enfermedad. El tratamiento de la EAP tiene dos objetivos principales:

  • Controlar los síntomas físicos para volver a las actividades normales sin causar esfuerzo.
  • Detener la progresión de la aterosclerosis en todo el cuerpo para reducir las probabilidades de sufrir enfermedades de las arterias coronarias, como un derrame cerebral o un ataque cardíaco.

Nuestros especialistas pueden recomendar cambios en el estilo de vida para controlar los síntomas físicos y la progresión de la aterosclerosis si la enfermedad arterial periférica se encuentra en una etapa temprana. Se pueden recomendar medicamentos para controlar las siguientes afecciones:

  • Colesterol- Los medicamentos para reducir los niveles de colesterol, llamados estatinas, pueden ayudar a disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

  • Diabetes- Los pacientes que ya toman medicamentos para la diabetes pueden necesitar modificar la dosis para controlar la enfermedad arterial periférica progresiva.

  • Presión arterial- A los pacientes con presión arterial alta se les pueden recomendar medicamentos para reducirla.

  • coágulos de sangre- Los médicos pueden recomendar medicamentos que aseguren un mejor flujo sanguíneo a través de las arterias y prevengan la formación de coágulos.

  • Alivio de los síntomas Algunos fármacos específicos pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad arterial periférica al aumentar el flujo sanguíneo a las extremidades, ya sea fluidificando la sangre, dilatando los vasos sanguíneos o ambas cosas. Estos medicamentos son especialmente útiles para tratar el dolor de piernas.

En algunos casos en los que la enfermedad arterial periférica provoca claudicación, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico, que puede incluir:

  • Angioplastia: Durante la angioplastia, se introduce un catéter en el vaso sanguíneo con un balón en su extremo que se infla y ensancha la arteria, aplanando la placa. También se puede colocar un stent para mantener la arteria abierta y permitir un flujo sanguíneo sin obstrucciones.
  • Revascularización quirúrgica: El cirujano puede crear una vía alternativa alrededor de la arteria obstruida utilizando un vaso sanguíneo del paciente de otra parte del cuerpo o mediante un injerto sintético para proporcionar un canal alternativo para el flujo sanguíneo.
  • Terapia trombolítica: Si un coágulo de sangre es la causa de la obstrucción de una arteria, un medicamento trombolítico puede ayudar a abrirla.

Médicos

Preguntas Frecuentes

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