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Hipertensión pulmonar

Tratamiento de la hipertensión pulmonar en Hyderabad, India

Tratamiento de la hipertensión pulmonar en los hospitales CARE de la India

La hipertensión pulmonar es una afección que provoca presión arterial elevada o excesiva. Puede afectar las arterias pulmonares y el lado derecho del corazón. También se conoce como hipertensión arterial pulmonar (HAP) y es responsable de la obstrucción y constricción de las arterias. 

Pueden dañarse, estrecharse o incluso colapsar. El flujo sanguíneo pulmonar se ve afectado y se ralentiza, lo que aumenta la presión en las arterias pulmonares y provoca lesiones. Esto puede incrementar la presión sobre el corazón y debilitar sus funciones. La insuficiencia cardíaca se debe principalmente al aumento de la presión sobre el sistema cardíaco.

La hipertensión pulmonar puede progresar lentamente y ser mortal. En los hospitales CARE, ofrecemos diversos tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Podemos mejorar su calidad de vida, pero recuerde que la mayoría de los casos son incurables.

¿Cuáles son los diferentes tipos de hipertensión pulmonar?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la hipertensión pulmonar en cinco grupos según sus causas subyacentes.

  • Grupo 1: Hipertensión pulmonar debida a hipertensión arterial pulmonar (HAP). La HAP puede ser consecuencia de diversos factores, como enfermedades subyacentes y ciertos medicamentos. Provoca el estrechamiento, engrosamiento o rigidez de las arterias pulmonares, lo que restringe el flujo sanguíneo y aumenta la presión arterial pulmonar.
  • Grupo 2: Hipertensión pulmonar secundaria a cardiopatía izquierda. Cuando se producen problemas en el lado izquierdo del corazón, encargado de bombear sangre al resto del cuerpo, repercuten en el lado derecho y en toda la circulación pulmonar. Esto puede provocar una acumulación de sangre en el corazón, elevando la presión arterial pulmonar.
  • Grupo 3: Hipertensión pulmonar asociada a enfermedad pulmonar o hipoxia. Ciertas afecciones pulmonares provocan la constricción de las arterias pulmonares, lo que reduce el flujo sanguíneo y aumenta la presión arterial pulmonar.
  • Grupo 4: Hipertensión pulmonar debida a obstrucciones en los pulmones. Los coágulos de sangre o el tejido cicatricial resultante obstruyen el flujo sanguíneo normal a través de los pulmones, lo que provoca un esfuerzo adicional en el lado derecho del corazón y un aumento de la presión arterial pulmonar.
  • Grupo 5: Hipertensión pulmonar asociada a otras enfermedades. La hipertensión pulmonar coexiste con diversas afecciones, como trastornos sanguíneos y metabólicos, y los mecanismos precisos que la desencadenan en estos casos no siempre están bien definidos.

Síntomas 

Existen numerosos indicadores o signos que pueden observarse durante el desarrollo de la hipertensión pulmonar. Si bien pueden tardar años en empeorar, siempre se recomienda consultar a un profesional médico si persisten los siguientes síntomas:

  • Falta de aire o disnea: esto puede observarse inicialmente durante el ejercicio.

  • Fatiga

  • Mareos o desmayos

  • presión en el pecho

  • Dolor de pecho

  • Hinchazón (edema) en los tobillos

  • Edema en las piernas

  • Edema en el abdomen (ascitis)

  • Coloración azulada de los labios y la piel (cianosis)

  • Pulso rápido

  • Latidos cardíacos fuertes (palpitaciones)

Los síntomas mencionados pueden deberse a muchas razones. Siempre se recomienda realizarse un chequeo médico anual para detectar cualquier signo o síntoma. 

Hoy en día, muchas personas optan por dispositivos de diagnóstico médico en el hogar, como un tensiómetro. Estos aparatos pueden medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Si tiene tendencia a la hipertensión o la hipotensión, es recomendable realizarse un examen físico diario.

Riesgos

Las personas que se encuentran en el grupo de edad de 30 a 60 años son más propensas a la hipertensión pulmonar que las mayores de 60 años. Es principalmente debido al estrés de la clase laboral que se producen afecciones como la hipertensión pulmonar. 

Desde el punto de vista médico, el envejecimiento puede catalizar el desarrollo de hipertensión arterial pulmonar. También se observa hipertensión arterial pulmonar idiopática en personas jóvenes.

Pueden existir riesgos adicionales para el desarrollo de hipertensión pulmonar. 

  • Antecedentes familiares o razones genéticas

  • Tener sobrepeso

  • Trastornos de la coagulación de la sangre.

  • Antecedentes genéticos de coágulos sanguíneos en los pulmones

  • Exposición al amianto

  • Cardiopatía congénita

  • Vivir a gran altitud

  • Consumo de medicamentos para adelgazar

  • Consumo de drogas ilegales como la cocaína

  • Consumo de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para curar la depresión y la ansiedad.

Diagnóstico

  • Las pruebas físicas y médicas no permiten diagnosticar la etapa de desarrollo de la hipertensión pulmonar. 

  • Solo se detecta cuando está en una etapa avanzada, pero aun así los signos y síntomas son similares a los de otras afecciones pulmonares y cardíacas.

  • Los médicos de los hospitales CARE realizarán una exploración física y una revisión para analizar todos los síntomas. Deberá proporcionar sus antecedentes familiares y médicos.

  • Las pruebas son principalmente análisis de sangre y pruebas de imagen que pueden diagnosticar la hipertensión pulmonar.

  • Análisis de sangre: estos análisis pueden detectar las complicaciones y otras causas de hipertensión pulmonar.

  • Radiografías de tórax: los médicos obtendrán imágenes del corazón, los pulmones y el tórax para detectar cualquier agrandamiento de las arterias pulmonares y del ventrículo derecho.

  • Electrocardiograma (ECG): Un electrocardiograma permite detectar los patrones eléctricos del corazón y las arritmias. Es una prueba no invasiva que revela signos de agrandamiento o sobrecarga del ventrículo derecho.

  • El ecocardiograma, que examina las imágenes en movimiento del corazón mediante ondas sonoras, permite a los médicos conocer el estado de las válvulas y las funciones cardíacas. Se puede examinar la presión y el grosor del ventrículo derecho. Estas pruebas también se pueden realizar durante el ejercicio, por ejemplo, en una cinta de correr o una bicicleta estática. Además, se puede utilizar una máscara para evaluar la función cardíaca y pulmonar. 

  • Cateterismo cardíaco derecho: Esta prueba diagnóstica, que se realiza tras un ecocardiograma, consiste en la inserción de un catéter en una vena. El catéter es un tubo delgado y flexible que se introduce por la ingle. Se guiará hasta el ventrículo derecho y las arterias pulmonares para su análisis. 

  • Tras el diagnóstico de hipertensión pulmonar, se realizan otras pruebas confirmatorias para conocer la posición del órgano.

  • Tomografía computarizada: es una prueba de imagen para conocer el estado interno y mostrar las obstrucciones. 

  • Las resonancias magnéticas se realizan para conocer el flujo sanguíneo dentro de las arterias pulmonares y el funcionamiento del ventrículo derecho.

  • Se realiza una prueba de función pulmonar para conocer el flujo de aire interno y la capacidad pulmonar.

  • El sueño se estudia para medir la actividad cerebral, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el nivel de oxígeno, etc. 

  • La gammagrafía V/Q utiliza un trazador que permite monitorizar el flujo sanguíneo y el flujo de aire. 

  • También se puede realizar una biopsia pulmonar abierta para comprobar la causa de la hipertensión pulmonar.

  • Los médicos podrían realizar pruebas genéticas para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento 

El tratamiento de la hipertensión pulmonar (HP) es altamente individualizado y depende del tipo específico de HP y de sus afecciones de salud subyacentes. Su equipo médico adaptará el tratamiento a sus necesidades particulares.

Actualmente, existe tratamiento directo para dos tipos de hipertensión pulmonar:

  • Hipertensión arterial pulmonar (HAP).
  • Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica (HPTEC).

Para la HAP, las opciones de tratamiento incluyen:

  • Bloqueadores de los canales de calcio: Medicamentos que pueden reducir la presión arterial en las arterias pulmonares y en el cuerpo.
  • Diuréticos: "Pastillas para eliminar el exceso de líquido".
  • Oxigenoterapia: Si su sangre carece de suficiente oxígeno.
  • Vasodilatadores pulmonares: Medicamentos que relajan las arterias pulmonares, mejorando el flujo sanguíneo y reduciendo el esfuerzo cardíaco.

El tratamiento de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC) comprende:

  • Anticoagulantes: Medicamentos para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
  • Septostomía auricular con balón (BAS): Un procedimiento utilizado para estabilizar a personas con hipertensión pulmonar mientras esperan un trasplante de pulmón.
  • Angioplastia pulmonar con balón (APB): Procedimiento que utiliza un balón para expandir la arteria pulmonar mediante un catéter, especialmente cuando la cirugía abierta no es posible.
  • Medicación: El uso de un estimulador de la guanilato ciclasa soluble (SGCS) para retrasar la progresión de la enfermedad.
  • Endarterectomía pulmonar (EAP): Cirugía para eliminar coágulos de sangre en los pulmones, que ofrece una posible cura para los pacientes con CTEPH.

En el caso de la hipertensión pulmonar asociada a problemas cardíacos o pulmonares, el tratamiento se centra en abordar las afecciones subyacentes, que pueden variar considerablemente de una persona a otra. Puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, medicamentos para controlar problemas como la hipertensión o la insuficiencia cardíaca, oxigenoterapia y, potencialmente, procedimientos quirúrgicos como la reparación de válvulas cardíacas.

Las opciones de tratamiento para la hipertensión pulmonar asociada con otras afecciones médicas (Grupo 5 de la OMS) están en constante evolución, y su médico trabajará estrechamente con usted para determinar el plan de atención más adecuado.

En los casos graves de hipertensión pulmonar, el trasplante de pulmón puede ser una opción de último recurso.

Medicamentos 

Se proporcionan muchos medicamentos que pueden mejorar afecciones como la hipertensión pulmonar. Los signos y síntomas pueden disminuir con la ayuda de:

  • Vasodilatadores- Son vasodilatadores que relajan y abren los vasos sanguíneos. Favorecen el flujo sanguíneo y se prescriben en forma de epoprostenol. 

  • Estimuladores GSC- Esto aumenta el óxido nítrico, lo que relaja aún más las arterias pulmonares y la presión en los pulmones. 

  • Antagonistas del receptor de endotelina- Estos fármacos inducen la producción de endotelina, la cual puede estrechar las paredes de los vasos sanguíneos. Ejemplos: bosentán, macitentán y ambrisentán. 

  • Calcio en altas dosis Estos se denominan bloqueadores de canales y relajan las paredes de los vasos sanguíneos y los músculos.

  • Warfarina- Es un anticoagulante y ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos en las arterias pulmonares.

  • Digoxina- ayudar al corazón a latir más rápido y bombear más sangre.

  • Diuréticos- Ayudan a los riñones a eliminar el exceso de líquido y se conocen como diuréticos; reduciendo la carga sobre el corazón.

  • terapias de oxígeno

Cirugías

  • septostomía auricular- Se trata de una cirugía a corazón abierto que se realiza cuando los medicamentos no surten efecto. El cirujano crea una abertura entre las aurículas izquierda y derecha del corazón para aliviar la presión sobre este.

  • Trasplante de pulmón o de corazón-pulmón Si alguien padece hipertensión pulmonar idiopática, puede someterse a un trasplante. 

Es recomendable consultar con el médico sobre todos los posibles efectos secundarios posteriores al procedimiento quirúrgico antes de recibir el tratamiento. 

Prevención

Prevenir la hipertensión pulmonar no siempre está completamente a su alcance, ya que ciertos factores de riesgo escapan a su control. Si usted presenta estos factores de riesgo, su médico podría recomendarle exámenes regulares para evaluar la salud de su corazón y pulmones.

Sin embargo, existen medidas proactivas que puede tomar para minimizar su riesgo de hipertensión pulmonar:

  • Establece una rutina de ejercicios: Consulte a su médico para determinar qué ejercicios son seguros para usted y crear un plan de ejercicios adecuado.
  • Adopte una dieta saludable para el corazón: Disminuya su riesgo evitando los alimentos procesados, la comida rápida y los alimentos con alto contenido de sal y grasas saturadas.
  • Dejar de fumar y consumir tabaco: Fumar y consumir tabaco son los principales factores de riesgo de problemas cardíacos y pulmonares. Aunque dejar de fumar puede ser difícil, sobre todo para quienes lo han hecho durante mucho tiempo, su médico puede ofrecerle recursos y los grupos de apoyo pueden ser beneficiosos.
  • Cumplir con los regímenes de medicación: Tome los medicamentos recetados para la presión arterial y otras afecciones según las indicaciones de su médico.

¿Por qué elegir los hospitales CARE?

Los hospitales CARE en India son reconocidos por ofrecer los mejores tratamientos del país, con tecnología de vanguardia y la asistencia de profesionales médicos de primer nivel. Nuestro objetivo es brindar a nuestros pacientes la mejor ayuda en diagnóstico y tratamiento. Nuestro equipo integral de expertos lo guiará en cada procedimiento. Esperamos lograr la mejor recuperación posible.

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