La hipertensión pulmonar es una afección que provoca presión arterial elevada o excesiva. Puede afectar las arterias pulmonares y el lado derecho del corazón. También se conoce como hipertensión arterial pulmonar (HAP) y es responsable de la obstrucción y constricción de las arterias.
Pueden dañarse, estrecharse o incluso colapsar. El flujo sanguíneo pulmonar se ve afectado y se ralentiza, lo que aumenta la presión en las arterias pulmonares y provoca lesiones. Esto puede incrementar la presión sobre el corazón y debilitar sus funciones. La insuficiencia cardíaca se debe principalmente al aumento de la presión sobre el sistema cardíaco.
La hipertensión pulmonar puede progresar lentamente y ser mortal. En los hospitales CARE, ofrecemos diversos tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Podemos mejorar su calidad de vida, pero recuerde que la mayoría de los casos son incurables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la hipertensión pulmonar en cinco grupos según sus causas subyacentes.
Existen numerosos indicadores o signos que pueden observarse durante el desarrollo de la hipertensión pulmonar. Si bien pueden tardar años en empeorar, siempre se recomienda consultar a un profesional médico si persisten los siguientes síntomas:
Falta de aire o disnea: esto puede observarse inicialmente durante el ejercicio.
Fatiga
Mareos o desmayos
presión en el pecho
Dolor de pecho
Hinchazón (edema) en los tobillos
Edema en las piernas
Edema en el abdomen (ascitis)
Coloración azulada de los labios y la piel (cianosis)
Pulso rápido
Latidos cardíacos fuertes (palpitaciones)
Los síntomas mencionados pueden deberse a muchas razones. Siempre se recomienda realizarse un chequeo médico anual para detectar cualquier signo o síntoma.
Hoy en día, muchas personas optan por dispositivos de diagnóstico médico en el hogar, como un tensiómetro. Estos aparatos pueden medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Si tiene tendencia a la hipertensión o la hipotensión, es recomendable realizarse un examen físico diario.
Las personas que se encuentran en el grupo de edad de 30 a 60 años son más propensas a la hipertensión pulmonar que las mayores de 60 años. Es principalmente debido al estrés de la clase laboral que se producen afecciones como la hipertensión pulmonar.
Desde el punto de vista médico, el envejecimiento puede catalizar el desarrollo de hipertensión arterial pulmonar. También se observa hipertensión arterial pulmonar idiopática en personas jóvenes.
Pueden existir riesgos adicionales para el desarrollo de hipertensión pulmonar.
Antecedentes familiares o razones genéticas
Tener sobrepeso
Trastornos de la coagulación de la sangre.
Antecedentes genéticos de coágulos sanguíneos en los pulmones
Exposición al amianto
Cardiopatía congénita
Vivir a gran altitud
Consumo de medicamentos para adelgazar
Consumo de drogas ilegales como la cocaína
Consumo de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para curar la depresión y la ansiedad.
Las pruebas físicas y médicas no permiten diagnosticar la etapa de desarrollo de la hipertensión pulmonar.
Solo se detecta cuando está en una etapa avanzada, pero aun así los signos y síntomas son similares a los de otras afecciones pulmonares y cardíacas.
Los médicos de los hospitales CARE realizarán una exploración física y una revisión para analizar todos los síntomas. Deberá proporcionar sus antecedentes familiares y médicos.
Las pruebas son principalmente análisis de sangre y pruebas de imagen que pueden diagnosticar la hipertensión pulmonar.
Análisis de sangre: estos análisis pueden detectar las complicaciones y otras causas de hipertensión pulmonar.
Radiografías de tórax: los médicos obtendrán imágenes del corazón, los pulmones y el tórax para detectar cualquier agrandamiento de las arterias pulmonares y del ventrículo derecho.
Electrocardiograma (ECG): Un electrocardiograma permite detectar los patrones eléctricos del corazón y las arritmias. Es una prueba no invasiva que revela signos de agrandamiento o sobrecarga del ventrículo derecho.
El ecocardiograma, que examina las imágenes en movimiento del corazón mediante ondas sonoras, permite a los médicos conocer el estado de las válvulas y las funciones cardíacas. Se puede examinar la presión y el grosor del ventrículo derecho. Estas pruebas también se pueden realizar durante el ejercicio, por ejemplo, en una cinta de correr o una bicicleta estática. Además, se puede utilizar una máscara para evaluar la función cardíaca y pulmonar.
Cateterismo cardíaco derecho: Esta prueba diagnóstica, que se realiza tras un ecocardiograma, consiste en la inserción de un catéter en una vena. El catéter es un tubo delgado y flexible que se introduce por la ingle. Se guiará hasta el ventrículo derecho y las arterias pulmonares para su análisis.
Tras el diagnóstico de hipertensión pulmonar, se realizan otras pruebas confirmatorias para conocer la posición del órgano.
Tomografía computarizada: es una prueba de imagen para conocer el estado interno y mostrar las obstrucciones.
Las resonancias magnéticas se realizan para conocer el flujo sanguíneo dentro de las arterias pulmonares y el funcionamiento del ventrículo derecho.
Se realiza una prueba de función pulmonar para conocer el flujo de aire interno y la capacidad pulmonar.
El sueño se estudia para medir la actividad cerebral, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el nivel de oxígeno, etc.
La gammagrafía V/Q utiliza un trazador que permite monitorizar el flujo sanguíneo y el flujo de aire.
También se puede realizar una biopsia pulmonar abierta para comprobar la causa de la hipertensión pulmonar.
Los médicos podrían realizar pruebas genéticas para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento de la hipertensión pulmonar (HP) es altamente individualizado y depende del tipo específico de HP y de sus afecciones de salud subyacentes. Su equipo médico adaptará el tratamiento a sus necesidades particulares.
Actualmente, existe tratamiento directo para dos tipos de hipertensión pulmonar:
Para la HAP, las opciones de tratamiento incluyen:
El tratamiento de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC) comprende:
En el caso de la hipertensión pulmonar asociada a problemas cardíacos o pulmonares, el tratamiento se centra en abordar las afecciones subyacentes, que pueden variar considerablemente de una persona a otra. Puede incluir cambios en la dieta y el estilo de vida, medicamentos para controlar problemas como la hipertensión o la insuficiencia cardíaca, oxigenoterapia y, potencialmente, procedimientos quirúrgicos como la reparación de válvulas cardíacas.
Las opciones de tratamiento para la hipertensión pulmonar asociada con otras afecciones médicas (Grupo 5 de la OMS) están en constante evolución, y su médico trabajará estrechamente con usted para determinar el plan de atención más adecuado.
En los casos graves de hipertensión pulmonar, el trasplante de pulmón puede ser una opción de último recurso.
Se proporcionan muchos medicamentos que pueden mejorar afecciones como la hipertensión pulmonar. Los signos y síntomas pueden disminuir con la ayuda de:
Vasodilatadores- Son vasodilatadores que relajan y abren los vasos sanguíneos. Favorecen el flujo sanguíneo y se prescriben en forma de epoprostenol.
Estimuladores GSC- Esto aumenta el óxido nítrico, lo que relaja aún más las arterias pulmonares y la presión en los pulmones.
Antagonistas del receptor de endotelina- Estos fármacos inducen la producción de endotelina, la cual puede estrechar las paredes de los vasos sanguíneos. Ejemplos: bosentán, macitentán y ambrisentán.
Calcio en altas dosis Estos se denominan bloqueadores de canales y relajan las paredes de los vasos sanguíneos y los músculos.
Warfarina- Es un anticoagulante y ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos en las arterias pulmonares.
Digoxina- ayudar al corazón a latir más rápido y bombear más sangre.
Diuréticos- Ayudan a los riñones a eliminar el exceso de líquido y se conocen como diuréticos; reduciendo la carga sobre el corazón.
terapias de oxígeno
septostomía auricular- Se trata de una cirugía a corazón abierto que se realiza cuando los medicamentos no surten efecto. El cirujano crea una abertura entre las aurículas izquierda y derecha del corazón para aliviar la presión sobre este.
Trasplante de pulmón o de corazón-pulmón Si alguien padece hipertensión pulmonar idiopática, puede someterse a un trasplante.
Es recomendable consultar con el médico sobre todos los posibles efectos secundarios posteriores al procedimiento quirúrgico antes de recibir el tratamiento.
Prevenir la hipertensión pulmonar no siempre está completamente a su alcance, ya que ciertos factores de riesgo escapan a su control. Si usted presenta estos factores de riesgo, su médico podría recomendarle exámenes regulares para evaluar la salud de su corazón y pulmones.
Sin embargo, existen medidas proactivas que puede tomar para minimizar su riesgo de hipertensión pulmonar:
Los hospitales CARE en India son reconocidos por ofrecer los mejores tratamientos del país, con tecnología de vanguardia y la asistencia de profesionales médicos de primer nivel. Nuestro objetivo es brindar a nuestros pacientes la mejor ayuda en diagnóstico y tratamiento. Nuestro equipo integral de expertos lo guiará en cada procedimiento. Esperamos lograr la mejor recuperación posible.
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