El desarrollo anómalo de la oreja puede deberse a traumatismos o enfermedades. Si bien algunas anomalías no requieren intervención y pueden corregirse espontáneamente (por ejemplo, las causadas por una posición anómala dentro del útero), otras pueden requerir corrección quirúrgica, ya que dichas anomalías estructurales pueden dificultar el desarrollo normal de la persona. Los tratamientos no quirúrgicos de la oreja, como el uso de moldes, generalmente se emplean después del nacimiento, ya que en esa etapa el cartílago auricular es blando y moldeable. El moldeado externo no quirúrgico de la oreja se considera necesario para las malformaciones congénitas de la oreja que cursan con hipoacusia funcional.
La cirugía de reconstrucción del oído externo comprende diversos grados de reparación quirúrgica y puede realizarse para corregir la ausencia congénita de una oreja, otras afecciones médicas como la microtia y la anotia, y para corregir una deformación del oído externo causada por un traumatismo o lesión. La cirugía de reconstrucción del oído medio se realiza para la otitis media crónica (OMC), que se divide en oídos no colesteatomatosos y oídos colesteatomatosos. Los oídos no colesteatomatosos son más aptos para la cirugía reconstructiva del oído medio (reconstrucción timpánica). Básicamente, la reconstrucción timpánica consiste en la reparación del defecto de la membrana timpánica (miringoplastia) y la reparación del defecto de la cadena osicular (osiculoplastia).
La otoplastia es una cirugía estética que se realiza principalmente por motivos estéticos, pero que generalmente tiene un carácter reconstructivo. La timpanoplastia es otro procedimiento quirúrgico para reparar y reconstruir el oído medio (membrana timpánica) y así ayudar a restaurar la audición normal del paciente. Este procedimiento también puede incluir la reparación o reconstrucción de los huesecillos del oído medio (tímpanos), si fuera necesario. Tanto los huesecillos del oído medio como el tímpano deben funcionar en conjunto para que la audición sea normal en los seres humanos.
En los hospitales CARE, nuestro equipo multidisciplinario de especialistas en otorrinolaringología y cirugía estética ofrece un diagnóstico y tratamiento médico integral utilizando equipos de última generación equipados con la tecnología más avanzada y siguiendo protocolos y estándares internacionales para brindar atención postoperatoria integral a los pacientes, con seguimientos regulares y una guía adecuada para la recuperación completa de afecciones de salud específicas y generales.
Oído externo
Se recomienda la timpanoplastia del oído externo en los siguientes casos:
Tímpano perforado,
Tímpano hundido (atelectasia),
Anomalías del tímpano que provocan pérdida auditiva.
Las anomalías del tímpano y de los huesecillos del oído medio pueden producirse por lesiones, otitis media crónica, malformaciones congénitas o afecciones crónicas del oído como el colesteatoma.
Oído medio
Existen diversas afecciones que pueden requerir una otoplastia de la membrana timpánica del oído medio, especialmente anomalías congénitas. Algunas de las afecciones médicas que requieren otoplastia se enumeran a continuación:
Oreja prominente o saliente: Las orejas prominentes son una anomalía congénita en la que tienden a sobresalir de la cabeza sin causar ningún problema funcional. Esta condición puede deberse a una malformación del antihélix, a una concha auricular hipertrofiada o excesivamente profunda, o a una combinación de ambas. En estos casos, se puede realizar una otoplastia por motivos estéticos.
Microtia: La microtia se define como una deformidad incompleta de la oreja, generalmente asociada a atresia auditiva congénita. Puede presentarse como un trastorno aislado, como parte del complejo de microsomía hemifacial o como parte de algún complejo congénito.
Anotía: La anotia es la ausencia total del oído externo y del conducto auditivo. Esto puede considerarse una forma grave de microtia.
Traumatismo o neoplasia: Los traumatismos en la oreja pueden ser consecuencia de lesiones o accidentes. La exposición solar inevitable del hélix contribuye al desarrollo de neoplasias cutáneas, por lo que puede recomendarse su extirpación con un control preciso de los márgenes. A menudo es necesaria la reconstrucción para mejorar el aspecto físico y la función.
Implante coclear: La hipoacusia neurosensorial puede deberse a un defecto congénito, una enfermedad o un traumatismo del oído interno y, en casos graves, puede provocar una pérdida auditiva que, en ocasiones, hace que los audífonos no sean un tratamiento eficaz. Un implante coclear puede ayudar a maximizar la capacidad auditiva de los pacientes.
La reparación quirúrgica se realiza generalmente con fines estéticos y funcionales. Para la reparación y reconstrucción de deformidades del oído externo, se puede realizar una timpanoplastia, y para la reconstrucción o reparación de anomalías del oído medio, una otoplastia. Ambos procedimientos quirúrgicos son realizados por cirujanos otorrinolaringólogos y cirujanos plásticos altamente capacitados y certificados.
Tanto la timpanoplastia como la otoplastia se realizan bajo anestesia general administrada por nuestros anestesiólogos altamente experimentados junto con nuestros cirujanos otorrinolaringólogos y cirujanos estéticos.
La reconstrucción de la oreja, como cualquier procedimiento quirúrgico mayor, conlleva riesgos inherentes, incluyendo la posibilidad de sangrado, infección y reacciones adversas a la anestesia.
Los riesgos adicionales asociados con la reconstrucción de la oreja incluyen:
La reconstrucción de la oreja se realiza normalmente en un hospital o en una clínica quirúrgica ambulatoria, a menudo bajo anestesia general para asegurar que el paciente se encuentre en un estado similar al sueño y no sienta dolor durante la cirugía.
Durante el procedimiento:
Reconstrucción con cartílago costal: Existen diversos abordajes para la cirugía de reconstrucción de la oreja. Un método común es la reconstrucción autóloga, especialmente en niños con malformaciones congénitas de la oreja. Este procedimiento, que suele realizarse entre los 6 y los 10 años, consta de 2 a 4 intervenciones quirúrgicas. Los pasos incluyen:
Reconstrucción con implante: Otra opción consiste en la reconstrucción mediante un implante médico para la estructura de la oreja, evitando el uso de cartílago costal. En este procedimiento, el cirujano fija el implante en la oreja, cubriéndolo con un colgajo de piel del lateral de la cabeza. Se utiliza piel de otra parte del cuerpo para cubrir la nueva oreja. Por lo general, la reconstrucción con implante requiere una sola cirugía, y niños a partir de los 3 años pueden ser candidatos para esta opción.
Colocación de una oreja artificial: En casos donde el tejido de la oreja está gravemente dañado (p. ej., quemaduras), falta una gran parte de la oreja debido a una cirugía oncológica o han fracasado otros intentos de reconstrucción, se puede considerar la colocación de una oreja artificial. Esto implica extraer la parte restante de la oreja y fijar quirúrgicamente una prótesis al hueso en la zona de la oreja. Este método se utiliza con mayor frecuencia en adultos que en niños.
Después del procedimiento
La recuperación tras una reconstrucción de oreja varía según el tipo de cirugía realizada. Algunos procedimientos pueden requerir hospitalización, mientras que otros permiten que el paciente regrese a casa el mismo día.
Después de la cirugía, es posible que experimente:
Siga el plan de control del dolor prescrito por su médico. Si el dolor persiste o empeora con la medicación, comuníquese de inmediato con su médico.
Consulte con un miembro de su equipo de atención médica para obtener instrucciones sobre el cuidado de su oído después de la cirugía. Es posible que deba usar un cubreorejas durante varios días.
Evite dormir del lado donde se realizó la reconstrucción de la oreja y no se frote ni presione la oreja. Considere usar camisas con botones o con cuellos holgados.
Consulte con su médico cuándo puede retomar sus actividades diarias, incluyendo bañarse y realizar ejercicio físico. La supervisión constante es fundamental para los niños pequeños que se someten a una reconstrucción de oído, ya que los juegos bruscos o la actividad física intensa podrían poner en riesgo el oído en proceso de cicatrización.
Tras la reconstrucción de la oreja, es fundamental continuar con el seguimiento médico. Consulte con su médico sobre las citas necesarias después de la cirugía.
Resultados
La recuperación completa tras la reconstrucción de la oreja puede tardar hasta tres meses. Si no está satisfecho con los resultados, considere la posibilidad de hablar con su cirujano sobre la opción de una cirugía adicional para mejorar el aspecto de su oreja.
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