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Aneurisma de la aorta torácica y toracoabdominal

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Aneurisma de la aorta torácica y toracoabdominal

Tratamiento de aneurismas de aorta torácica y toracoabdominal en Hyderabad, India

La aorta es la principal arteria del cuerpo humano que lo irriga y suministra sangre oxigenada a los órganos y demás partes del cuerpo. Cuando se debilita, la sangre en su interior puede comprimir la pared arterial y provocar una protuberancia. Esta afección se conoce como aneurisma de aorta torácica. La protuberancia es un aneurisma que se forma dentro de la aorta.

La aorta puede disecarse debido a un aneurisma de la aorta torácica o un aneurisma torácico. La zona donde la aorta está debilitada se denomina torácica (pulmones) o toracoabdominal (tórax y abdomen).

La hemorragia interna puede ser mortal si la disección aórtica no se trata a tiempo. Estos aneurismas son grandes y crecen rápidamente, por lo que tienen mayor riesgo de romperse. En cambio, los aneurismas pequeños tienen menos probabilidades de romperse y son más fáciles de tratar. 

En caso de emergencia, el protocolo se planifica según la ubicación, el tamaño y la gravedad del aneurisma. La velocidad de crecimiento también puede variar; si crece rápidamente, se recomienda la cirugía. 

Los médicos de los hospitales CARE trabajan exclusivamente para diagnosticar y tratar afecciones como los aneurismas de la aorta torácica. 

Síntomas 

Un aneurisma puede crecer lentamente sin presentar síntomas. Algunos aneurismas de la aorta torácica son pequeños y tienden a permanecer así sin causar daños graves al organismo. 

Estos aneurismas de la aorta torácica pueden permanecer inmóviles, como una pequeña protuberancia, pero pueden expandirse si no se tratan. Es difícil predecir la velocidad de crecimiento de un aneurisma de la aorta torácica. 

Con el crecimiento del aneurisma de aorta torácica y toracoabdominal, una persona puede experimentar los siguientes síntomas:

  • Sensibilidad en el pecho
  • Dolor en el pecho 
  • El dolor de espalda
  • Ronquera
  • Tos
  • Dificultad para respirar

Estos aneurismas pueden desarrollarse en cualquier parte de la aorta, desde el corazón hasta el tórax y el abdomen. Los aneurismas torácicos se denominan aneurismas de la aorta torácica y los relacionados con el estómago, aneurismas de la aorta toracoabdominal.

Causas

Un aneurisma de la aorta torácica es una dilatación o abultamiento en la pared de la aorta, el gran vaso sanguíneo que transporta sangre oxigenada desde el corazón al resto del cuerpo. Varios factores pueden contribuir al desarrollo de un aneurisma de la aorta torácica, entre ellos:

  • Aterosclerosis: La causa más común de aneurismas de la aorta torácica es la aterosclerosis, una afección caracterizada por la acumulación de placa en las paredes internas de las arterias. Con el tiempo, esto puede debilitar la pared aórtica, haciéndola susceptible a un aneurisma.
  • Factores genéticos: Existe un componente genético en el desarrollo de los aneurismas aórticos. Las personas con antecedentes familiares de aneurismas aórticos tienen un mayor riesgo, y ciertos síndromes genéticos, como el síndrome de Marfan y el síndrome de Ehlers-Danlos, pueden predisponer a la formación de aneurismas.
  • Trastornos del tejido conectivo: Las afecciones que afectan al tejido conectivo, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Ehlers-Danlos y el síndrome de Loeys-Dietz, pueden debilitar las paredes de la aorta y contribuir a la formación de aneurismas.
  • Presión arterial alta (hipertensión): La hipertensión arterial persistente puede aumentar la presión sobre las paredes de la aorta, lo que podría provocar, con el tiempo, el desarrollo de un aneurisma.
  • Enfermedades inflamatorias: Las afecciones inflamatorias, como la arteritis de células gigantes o la arteritis de Takayasu, pueden causar inflamación de los vasos sanguíneos, debilitando las paredes arteriales y aumentando el riesgo de formación de aneurismas.
  • Infecciones: Las infecciones que afectan a la aorta, como la sífilis o las infecciones micóticas, pueden provocar inflamación y debilitar las paredes de los vasos, contribuyendo al desarrollo de un aneurisma.
  • Trauma o lesión: Los traumatismos aórticos, como los traumatismos contusos o las lesiones, pueden dañar la aorta y predisponerla a la formación de aneurismas. Esto se asocia con mayor frecuencia a lesiones traumáticas que al desarrollo espontáneo de aneurismas.
  • Edad y género: La edad avanzada es un factor de riesgo para los aneurismas aórticos, y el riesgo aumenta con la edad. Los hombres también se ven afectados con mayor frecuencia que las mujeres.

Riesgos 

Existen numerosos factores de riesgo asociados a los aneurismas de la aorta torácica que deben tomarse en serio.

  • Edad: cuando una persona tiene más de 65 años o alrededor de esa edad, es más propensa a sufrir aneurismas torácicos y otros aneurismas aórticos.

  • El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo asociados con los aneurismas aórticos torácicos y relacionados.

  • Hipertensión arterial: la hipertensión arterial puede dañar los vasos sanguíneos y contribuir a la formación de aneurismas aórticos torácicos y relacionados.

  • Acumulación de placas: La grasa y otras sustancias pueden acumularse alrededor de los vasos sanguíneos y dañar su revestimiento. Es frecuente en personas mayores y puede causar un aneurisma de la aorta torácica.

  • Genes e historial familiar: los jóvenes también pueden adquirir aneurismas aórticos torácicos y relacionados si tienen antecedentes familiares de los mismos.

  • Síndrome de Marfan y factores relacionados: afecciones como el síndrome de Loeys-Dietz, el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos vascular pueden contribuir al mismo.

  • Válvula aórtica bicúspide: si tiene 2 cúspides en lugar de 3, será propenso a sufrir aneurismas aórticos torácicos y relacionados.

Diagnóstico 

  • Las pruebas médicas, que incluyen exámenes físicos, chequeos rutinarios, ecografías, tomografías computarizadas y radiografías, pueden detectar aneurismas torácicos y aortos relacionados.

  • Se requerirá que el paciente informe sobre su historial médico y los medicamentos que haya tomado anteriormente. Los antecedentes familiares también se evaluarán de la misma manera.

  • Si los exámenes preliminares confirman la presencia de aneurismas aórticos torácicos y relacionados, los médicos realizarán los exámenes secundarios para brindar el tratamiento adecuado.

Pruebas de cribado 

  • Ecocardiograma: la aorta ascendente y el corazón se diagnostican mediante ondas sonoras. Se realiza para conocer y diagnosticar el funcionamiento de las cavidades y válvulas cardíacas. También puede utilizarse para el seguimiento de familiares y el diagnóstico de aneurismas aórticos torácicos y relacionados. Si el médico desea una imagen más detallada de la aorta, puede realizar un ecocardiograma transesofágico. 

  • La tomografía computarizada (TC) es una imagen transversal del cuerpo, y las imágenes de la aorta se obtienen mediante rayos X utilizando escáneres TC. Esta prueba permite determinar el tamaño y la ubicación del aneurisma. Durante el procedimiento, el paciente se recuesta en la camilla y, posiblemente, se inyecta un contraste intravenoso para visualizar mejor la aorta. En el caso de personas con síndrome de Marfan, se administra radioterapia diaria para controlar el estado de los aneurismas.

  • La resonancia magnética (RM) genera imágenes del cuerpo mediante ondas de radio y un campo magnético. Permite diagnosticar aneurismas aórticos torácicos y aórticos relacionados, así como determinar su tamaño y ubicación. La angiorresonancia magnética también se utiliza para evaluar el estado de la aorta.

  • Pruebas genéticas: si una persona tiene antecedentes familiares de aneurismas aórticos torácicos y relacionados o cualquier otra alteración genética, debería someterse a la prueba para conocer el riesgo de desarrollar la enfermedad. 

Tratamientos

La cirugía aórtica es el tratamiento definitivo para los aneurismas de la aorta torácica, y se utilizan diversos abordajes quirúrgicos:

  • Cirugía abierta tradicional:
    • Implica una incisión en la línea media del pecho.
    • Se extirpa el segmento dañado de la aorta y se reemplaza por un tubo de tela (injerto).
    • Indicado para aneurismas en la aorta ascendente y aneurismas complejos en las regiones torácica y abdominal.
  • Reparación aórtica endovascular torácica (TEVAR):
    • Un procedimiento mínimamente invasivo para aneurismas en la aorta descendente.
    • A través de pequeñas incisiones cerca de la ingle se accede a la arteria femoral.
    • Un catéter guía el injerto hasta el lugar del aneurisma, donde se despliega.
  • Reemplazo de la raíz aórtica:
    • Trata los aneurismas en la raíz aórtica, que conecta con el corazón.
    • Puede implicar el reemplazo de la válvula aórtica, o bien, pueden emplearse técnicas de preservación de la válvula para conservar la válvula natural.
    • Los cirujanos pueden emplear una combinación de técnicas, como una mezcla de cirugía abierta y métodos endovasculares, según las características específicas del aneurisma. Acudir a un centro especializado en aorta que se centre en el tratamiento de enfermedades aórticas puede ofrecer diversas opciones y mejorar el resultado general del tratamiento.

Monitoring 

  • El tratamiento, junto con la medicación y las pruebas de imagen, es supervisado por los médicos para tratar los aneurismas aórticos torácicos y relacionados.

  • Cada seis meses se realizan un ecocardiograma, una resonancia magnética y una tomografía computarizada para evaluar el estado de los aneurismas aórticos torácicos y relacionados. Los controles periódicos también son importantes para conocer su tasa de crecimiento. 

La cirugía 

  • Cuando los aneurismas de la aorta torácica y aortas relacionadas alcanzan entre 1.9 y 2.4 cm aproximadamente, se recomienda la cirugía. El tipo de cirugía dependerá de la condición, el tamaño y el tipo de aneurisma.

  • Cirugía a corazón abierto: tras extirpar la parte dañada de la aorta, se inserta un tubo sintético llamado injerto. Esta intervención se denomina cirugía a corazón abierto. 

  • La cirugía endovascular se realiza insertando el injerto en la aorta. Se realiza a través de la pierna y se instala como un hilo hasta la aorta. 

Prevención

Prevenir esta afección es un reto debido a la falta de medidas específicas; sin embargo, existen maneras de reducir el riesgo de aneurismas aórticos, en particular los causados ​​por la aterosclerosis. Considere los siguientes pasos:

  • Controlar la presión arterial y gestionar los niveles de colesterol.
  • Adopta una dieta saludable para el corazón, como la dieta mediterránea.
  • Absténgase de consumir todos los productos de tabaco.
  • Incorpore gradualmente al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, después de consultar con su médico sobre un nuevo régimen de ejercicios.
  • Programe un chequeo anual con un profesional de la salud y asista a todas las citas de seguimiento.

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