Intervenciones vasculares y no vasculares pulmonares en Hyderabad, India
El término enfermedad vascular se refiere a cualquier afección que afecte a los vasos sanguíneos. El sistema vascular o circulatorio se refiere a esta red. La palabra «vascular» proviene del latín y significa recipiente hueco. Incluso si todo el sistema vascular se extendiera de extremo a extremo, podría dar varias vueltas al mundo.
La enfermedad vascular pulmonar (EVP) abarca un amplio espectro de afecciones que afectan los vasos sanguíneos de los pulmones. La sangre desoxigenada fluye desde el lado derecho del corazón hacia los pulmones a través de estos vasos. Durante el proceso de oxigenación, la sangre desoxigenada circula por las arterias pulmonares. Tras salir de los pulmones, las venas pulmonares transportan la sangre oxigenada al lado izquierdo del corazón, desde donde se distribuye por todo el cuerpo. Mediante la respiración, al exhalar dióxido de carbono, la sangre se oxigena nuevamente. Además de causar problemas cardiovasculares, una enfermedad vascular pulmonar puede reducir la calidad de vida del paciente.
Los hospitales CARE brindan atención multidisciplinaria altamente especializada a pacientes con afecciones vasculares pulmonares complejas. Los neumólogos y cardiólogos de nuestro grupo trabajan en estrecha colaboración entre sí y con cirujanos cardíacos y torácicos, así como con otros cardiólogos.
Síntomas de la enfermedad vascular pulmonar
Embolia pulmonar
Las personas con embolia pulmonar pueden experimentar los siguientes síntomas:
- Falta de aliento
- Dolor de pecho
- Tos
- Tosiendo sangre
- Fiebre
- Frecuencia cardíaca rápida
- Respiración rápida
- Desmayo
- Hipertensión pulmonar
La hipertensión pulmonar puede causar los siguientes síntomas:
- Falta de aliento
- Cansancio extremo (fatiga)
- Capacidad reducida para hacer ejercicio
- Dolor de pecho
- Tosiendo sangre
- Ronquera
Causas de la enfermedad vascular pulmonar
- Embolia pulmonarUn coágulo de sangre en las piernas o la pelvis suele provocar una embolia pulmonar. Este coágulo puede desprenderse y viajar a través de una vena hasta la arteria pulmonar. Las personas que se han sometido recientemente a procedimientos médicos o quirúrgicos que requirieron reposo prolongado en cama, las personas con antecedentes de coágulos sanguíneos y las personas que utilizan terapia de reemplazo hormonal o anticonceptivos orales tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos.
- Hipertensión pulmonarLa hipertensión pulmonar puede tener una causa genética o, en ocasiones, una causa desconocida (idiopática). Se presenta de diversas formas, cada una con un tratamiento diferente. Según los médicos, se puede clasificar en cinco grupos:
- Diferentes causas pueden provocar hipertensión arterial pulmonar (HAP).
- Las enfermedades del corazón izquierdo pueden causar hipertensión arterial pulmonar.
- La condición de tener presión arterial alta debido a una enfermedad pulmonar o deficiencia de oxígeno (hipoxia).
- La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica también se denomina hipertensión pulmonar tromboembólica.
- Las causas y los desencadenantes de la hipertensión pulmonar tromboembólica no están claros.
¿Cuál es el diagnóstico de la enfermedad vascular pulmonar?
Para identificar la enfermedad vascular periférica (EVP) y especificar el trastorno concreto, se emplean diversas pruebas diagnósticas, complementadas con una evaluación exhaustiva del historial clínico. Estas pruebas aportan información valiosa sobre la naturaleza y la gravedad de la afección. Las siguientes pruebas se utilizan habitualmente:
- Tomografía computarizada (TC): Las tomografías computarizadas (TC) utilizan rayos X para crear imágenes transversales detalladas del cuerpo. En el contexto de la enfermedad vascular periférica (EVP), las TC pueden revelar anomalías en los vasos sanguíneos y evaluar el flujo sanguíneo.
- Ecocardiograma: Un ecocardiograma utiliza ondas de ultrasonido para generar imágenes del corazón en tiempo real. Esta prueba ayuda a evaluar la función de bombeo del corazón y a detectar cualquier anomalía en los vasos sanguíneos.
- Radiografía de tórax: Las radiografías de tórax se utilizan para visualizar el corazón y los pulmones, proporcionando información sobre su estructura y posibles signos de problemas vasculares o afecciones relacionadas.
- Cateterismo cardíaco derecho y prueba de vasodilatación: Este procedimiento invasivo consiste en la inserción de un catéter en el corazón para medir las presiones y evaluar el flujo sanguíneo. A menudo, se realiza simultáneamente una prueba de vasodilatación para evaluar la respuesta de los vasos sanguíneos a ciertos medicamentos.
- Angiografía pulmonar: Una angiografía pulmonar es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza un medio de contraste y rayos X para visualizar las arterias pulmonares. Puede identificar coágulos de sangre u otras anomalías que afectan el flujo sanguíneo en los pulmones.
Estas pruebas ayudan a los médicos a comprender lo que ocurre en su cuerpo y a decidir la mejor manera de tratar el problema en función de los resultados.
Opciones de tratamiento para las enfermedades vasculares pulmonares
El tratamiento de las enfermedades vasculares pulmonares implica un enfoque integral dirigido a controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida y abordar las causas subyacentes. La elección del tratamiento depende del tipo y la gravedad específicos de la enfermedad vascular pulmonar. A continuación, se detallan algunas opciones de tratamiento:
- Medicamentos:
- Vasodilatadores: Fármacos que relajan y dilatan los vasos sanguíneos, reduciendo el esfuerzo del corazón y mejorando el flujo sanguíneo. Algunos ejemplos son los bloqueadores de los canales de calcio, los análogos de la prostaciclina y los inhibidores de la fosfodiesterasa-5.
- Anticoagulantes: Para prevenir la formación de coágulos sanguíneos y reducir el riesgo de embolia pulmonar.
- Diuréticos: Para controlar la retención de líquidos y reducir la tensión sobre el corazón.
- Oxigenoterapia: A menudo se prescribe oxígeno suplementario para asegurar que el cuerpo reciba un suministro adecuado de oxígeno. Esto es particularmente importante en afecciones donde hay un intercambio de oxígeno deficiente en los pulmones.
- Rehabilitación pulmonar: programas de ejercicio personalizados y educación para mejorar la resistencia física, la función pulmonar y el bienestar general.
- Trasplante de pulmón: En casos graves donde otros tratamientos resultan ineficaces, se puede considerar un trasplante de pulmón. Este suele reservarse para pacientes con enfermedad vascular pulmonar terminal.
- Endarterectomía pulmonar: Específicamente para la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC), este procedimiento quirúrgico consiste en eliminar los coágulos de sangre de las arterias pulmonares para mejorar el flujo sanguíneo.
- Angioplastia pulmonar con balón: Otra intervención para la CTEPH, este procedimiento consiste en inflar un balón en las arterias pulmonares estrechadas para ensancharlas y mejorar el flujo sanguíneo.
- Terapias inhaladas: Se pueden utilizar medicamentos inhalados, como análogos de la prostaciclina o óxido nítrico, para dilatar los vasos sanguíneos directamente en los pulmones.
- Terapias dirigidas: Los avances en la comprensión de los mecanismos moleculares de las enfermedades vasculares pulmonares han dado lugar a terapias dirigidas que pretenden modificar el proceso de la enfermedad a nivel celular.
- Antibióticos y medicamentos antivirales: En los casos en que las infecciones contribuyen a las enfermedades vasculares pulmonares, se pueden prescribir antibióticos o medicamentos antivirales apropiados.
- Modificaciones en el estilo de vida: Dejar de fumar, mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y controlar otras afecciones de salud como la diabetes y la hipertensión son componentes cruciales para el manejo de las enfermedades vasculares pulmonares.
¿Cómo se trata la enfermedad vascular pulmonar?
Embolia pulmonar
- A menudo resulta difícil diagnosticar una embolia pulmonar. El diagnóstico se realiza identificando los síntomas y revisando el historial médico del paciente, junto con pruebas rutinarias como radiografías de tórax y electrocardiogramas.
- Se puede realizar un análisis de sangre, llamado dímero D, para descartar una embolia pulmonar, así como una angiografía por tomografía computarizada (TC), una técnica de diagnóstico por imágenes que implica rayos X, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas (RM).
- En una situación de emergencia, una prueba llamada ecocardiograma a pie de cama puede ayudar a diagnosticar una embolia pulmonar (EP). Se utiliza ultrasonido para obtener imágenes del corazón. Además, las ecografías pueden detectar coágulos en las venas pélvicas o de las piernas, que podrían contribuir a una EP.
- La embolia pulmonar se puede tratar con anticoagulantes. Las personas con dificultad respiratoria también pueden recibir oxígeno suplementario. A los pacientes con insuficiencia cardíaca persistente y alto riesgo de embolia pulmonar se les suelen recetar trombolíticos, que disuelven los coágulos en las arterias pulmonares. La cirugía para extraer el coágulo es otra opción si estos tratamientos no funcionan.
Hipertensión pulmonar
- En el caso de la hipertensión arterial pulmonar (HAP), es difícil realizar un diagnóstico precoz, ya que muchos pacientes presentan pocos o ningún síntoma o simplemente aparentan estar debilitados. Una persona diagnosticada con HAP puede desarrollarla a cualquier edad, pero la edad promedio es de 50 años.
- El médico examina los síntomas del paciente y otros factores como la edad y las afecciones médicas preexistentes para determinar el diagnóstico. Las personas que presentan signos de insuficiencia cardíaca derecha suelen buscar atención médica en una etapa avanzada de la enfermedad.
- La hipertensión pulmonar no tiene cura, aunque los fármacos básicos, como los anticoagulantes o la oxigenoterapia, pueden aliviar sus síntomas. Un paciente con hipertensión arterial pulmonar puede recibir diversos tratamientos, como prostaciclina, antagonistas del receptor de endotelina o inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5.
- Al eliminar el coágulo y el material cicatricial de los vasos sanguíneos (arterias) de los pulmones, la endarterectomía pulmonar puede curar la hipertensión pulmonar causada por una enfermedad tromboembólica crónica.
En casos graves, puede considerarse un trasplante de pulmón. Si la hipertensión pulmonar está asociada a enfermedades cardíacas o pulmonares, se recomienda tratar la afección subyacente.