El sangrado interno puede causar calambres o dolor intenso en la zona abdominal.
La fatiga o el cansancio pueden ser signos de pérdida de sangre por hemorragia interna.
Los hematomas e hinchazón repentinos en el cuerpo pueden indicar una pérdida interna de sangre.
La taquicardia o aumento rápido de la frecuencia cardíaca puede ocurrir debido a una hemorragia interna.
La piel pálida, fría y sudorosa puede ser consecuencia de una pérdida significativa de sangre por hemorragia interna.