¿Sabías que nuestro cuerpo está compuesto principalmente de agua, aproximadamente un 78%? El cerebro y el corazón contienen un 73% de agua, y los pulmones un asombroso 83%. El cuerpo corre el riesgo de deshidratarse cuando pierde más líquidos de los que ingiere. Esto puede causar graves problemas de salud si no se trata.
Tu cuerpo no puede realizar sus funciones básicas sin suficiente agua. Varias señales de alerta indican pérdida de líquidos: dolores de cabeza, cansancio, mareos, sequedad en la boca y orina oscura. Estas señales requieren atención, ya que la deshidratación grave puede provocar complicaciones peligrosas como insuficiencia renal, golpe de calor y shock.
La mayoría de los casos leves se pueden tratar fácilmente en casa. Es importante que todos sepan cómo detectar, tratar y prevenir este problema de salud común para mantenerse sanos.
La sed y la orina oscura son las primeras señales de deshidratación. El cuerpo presenta estos síntomas cuando pierde más líquido:
Los bebés muestran signos a través de fontanelas hundidas (puntos blandos en la cabeza), menos pañales mojados y llanto sin lágrimas.
Los síntomas de deshidratación en mujeres y hombres también pueden incluir ojos hundidos, piel seca y mayor confusión.
El cuerpo puede perder líquidos de diversas maneras:
Muchas personas no beben suficiente agua durante el día debido a sus apretadas agendas o al acceso limitado al agua.
La deshidratación se desarrolla en fases distintas:
Estos grupos se enfrentan a mayores riesgos de deshidratación:
La deshidratación no tratada puede desencadenar graves problemas de salud. Estos incluyen:
Los médicos utilizan múltiples métodos para identificar la deshidratación.
La gravedad determina el tratamiento adecuado para la deshidratación.
Busque ayuda médica inmediata para:
Los padres deben buscar ayuda si su bebé presenta disminución en la cantidad de pañales mojados, no llora con lágrimas o tiene somnolencia inusual.
Sea proactivo y beba líquidos con regularidad durante todo el día.
Además del agua, existen varias opciones caseras para restablecer la hidratación:
El agua es esencial para la vida de nuestro cuerpo. Ahora sabemos por qué una hidratación adecuada es vital para nuestra salud y bienestar general.
Tu cuerpo te avisa cuando el nivel de líquidos baja demasiado. Presta atención a síntomas como sed, dolor de cabeza, orina oscura y fatiga. Ten en cuenta que tu cuerpo empieza a experimentar una leve deshidratación incluso antes de que sientas sed.
Un tratamiento sencillo para la deshidratación en casa, como beber agua o tomar bebidas con electrolitos, puede solucionar la mayoría de los casos leves. La atención médica se hace necesaria en casos de deshidratación moderada a grave, especialmente en grupos vulnerables como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Un enfoque proactivo es lo más efectivo. Tu cuerpo mantiene un equilibrio adecuado de líquidos cuando bebes agua durante todo el día, especialmente al hacer ejercicio o en climas cálidos. Las opciones naturales como el agua de coco o una mezcla de azúcar, sal y agua pueden rehidratarte rápidamente en casos leves de deshidratación.
El cuerpo humano se adapta a muchos desafíos de forma asombrosa, pero no puede funcionar sin suficiente agua. Presta atención a las señales de tu cuerpo y bebe agua antes de tener sed. Haz de la hidratación una prioridad diaria. Algo tan básico como beber suficiente agua podría salvarte la vida algún día.
Tu cuerpo te envía señales claras cuando necesita más líquidos. Si ignoras estas señales de advertencia, podrías experimentar:
¡Por supuesto! Los estudios demuestran que la leche funciona mejor que el agua para rehidratarte.
La explicación científica es sencilla. La leche tiene la proporción ideal de agua (89% de su volumen), proteínas, grasas y electrolitos. Estos nutrientes ayudan al estómago a retener líquidos durante más tiempo. El sodio de la leche actúa como una esponja que ayuda al cuerpo a retener agua y a producir menos orina.
Los científicos realizaron pruebas con hombres adultos y descubrieron que tanto la leche entera como la desnatada los mantenían mejor hidratados que el agua, incluso 3 o 4 horas después. Por lo tanto, la leche es la mejor opción para rehidratarse.
Para obtener resultados rápidos, elige bebidas con electrolitos en lugar de agua sola. Evita el alcohol, ya que aumenta la frecuencia urinaria y empeora la deshidratación.
Los estudios sugieren que usar una pajita ayuda a beber más sin tanto esfuerzo. Además, es mejor beber a sorbos durante todo el día en lugar de beber grandes cantidades de golpe.
También ayuda consumir alimentos ricos en agua, como sandía, naranjas, pepinos y apio. Después de hacer ejercicio, repón los líquidos perdidos bebiendo 1.5 litros (tres tazas) por cada kilogramo de peso que pierdas durante el entrenamiento.
Las Academias Nacionales de EE. UU. sugieren que los hombres beban unos 15.5 vasos (3.7 litros) de agua al día, mientras que las mujeres necesitan 11.5 vasos (2.7 litros). Los alimentos aportan aproximadamente el 20 % de esta agua.
Tus necesidades cambian en función de lo siguiente:
Tu cuerpo sabe lo que te conviene: si tu orina es clara o de color amarillo pálido, probablemente estés bebiendo suficiente agua.