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Niveles bajos de neutrófilos

Los niveles bajos de neutrófilos, también conocidos como neutropenia, pueden ser una afección grave que afecta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Esto ocurre cuando la cantidad de neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco, disminuye por debajo de los niveles normales en el torrente sanguíneo.

Comprender qué significan los niveles bajos de neutrófilos es fundamental para cuidar la salud de manera efectiva. Un nivel bajo de neutrófilos puede hacer que una persona sea más susceptible a infecciones y enfermedades. Exploremos las causas, los síntomas y los tratamientos para esta afección. También hablaremos sobre cuándo consultar a un médico y cómo prevenir su aparición o agravamiento.

¿Qué son los neutrófilos?

Los neutrófilos son un elemento esencial del sistema inmunológico, que protege al cuerpo contra las infecciones. Estos glóbulos blancos, conocidos como leucocitos polimorfonucleares (PMN), son el tipo de células inmunitarias más abundante en el torrente sanguíneo. Constituyen entre el 50 % y el 75 % del total de glóbulos blancos, lo que subraya su importancia para el mantenimiento de la salud general.

La función principal de los neutrófilos es actuar como la primera línea de defensa del organismo contra los patógenos invasores. Cuando bacterias, hongos u otros microorganismos dañinos entran en el cuerpo, los neutrófilos se encuentran entre las primeras células inmunitarias en responder. Se desplazan rápidamente al foco de la infección, donde capturan y destruyen a estos invasores mediante diversos mecanismos.

Cuando el nivel de neutrófilos es bajo, una afección conocida como neutropenia, la capacidad del cuerpo para combatir infecciones se ve significativamente comprometida. Esto puede hacer que las personas sean más susceptibles a diversas enfermedades y complicaciones. 

Síntomas de niveles bajos de neutrófilos

Los síntomas de la neutropenia pueden variar de una persona a otra, y no todos presentarán los mismos signos. Algunos indicadores comunes de neutropenia incluyen:

  • Fiebre: Este suele ser el primer signo de infección en personas con un recuento bajo de neutrófilos. A veces se le denomina neutropenia febril.
  • Cansancio extremo (fatiga): Las personas pueden sentirse inusualmente cansadas o débiles debido a la infección.
  • Infecciones recurrentes o persistentes: Las infecciones que duran mucho tiempo o que son recurrentes pueden ser un signo de niveles bajos de neutrófilos.
  • Dolor de garganta (faringitis): Este puede ser un síntoma común debido a una mayor susceptibilidad a las infecciones.
  • Úlceras en la boca: Pueden aparecer llagas dolorosas en la boca, también conocidas como mucositis.
  • Pérdida de apetito: Algunas personas pueden experimentar una disminución del deseo de comer.
  • Ganglios linfáticos inflamados: Esto puede significar que el cuerpo está combatiendo una infección.
  • Diarrea: Los problemas gastrointestinales pueden deberse a infecciones.
  • Síntomas urinarios: Estos síntomas pueden incluir ardor al orinar, urgencia miccional o aumento de la frecuencia urinaria.

Causas de niveles bajos de neutrófilos

Los niveles bajos de neutrófilos, también conocidos como neutropenia, pueden ocurrir debido a diversas razones. 

  • Condiciones genéticas: Algunas personas nacen con trastornos hereditarios que afectan la producción o la función de los neutrófilos, como la neutropenia étnica benigna (NEB), la neutropenia cíclica y la neutropenia congénita grave.
  • Infecciones: Infecciones bacterianas, virales y parasitarias como el VIH, hepatitis, tuberculosis, y la sepsis puede causar una disminución en el recuento de neutrófilos. 
  • Cáncer y tratamientos relacionados: Cánceres de sangre Enfermedades como la leucemia y el linfoma pueden afectar la capacidad de la médula ósea para producir glóbulos blancos sanos, incluidos los neutrófilos. Además, los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden dañar o destruir los neutrófilos. médula ósea que los produce.
  • Medicamentos: Entre ellos se incluyen algunos antibióticos, medicamentos antipsicóticos y fármacos utilizados para tratar el hipertiroidismo.
  • Deficiencias nutricionales: Una ingesta insuficiente de vitaminas y minerales esenciales como la vitamina B12, el ácido fólico o el cobre en la dieta puede provocar una disminución en la producción de neutrófilos.
  • Condiciones autoinmunes: El lupus, la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn pueden causar niveles bajos de neutrófilos. En estos casos, el sistema inmunitario ataca y destruye inadvertidamente los neutrófilos sanos.
  • Neutropenia idiopática crónica: Se trata de un tipo específico de neutrófilo de bajo nivel que no tiene una causa aparente. 

Diagnóstico

Para confirmar la neutropenia, los médicos recurren a pruebas y exámenes específicos.

  • Hemograma completo (CBC) o recuento sanguíneo completo (FBC): Esta prueba mide la cantidad de cada tipo de célula sanguínea, incluidos los neutrófilos. 
  • Examen de médula ósea: Si los análisis de sangre iniciales indican niveles bajos de neutrófilos, el siguiente paso en el diagnóstico suele ser un examen de médula ósea. Existen dos métodos para examinar la médula ósea. El primero es la aspiración de médula ósea, en la que se extraen células de la médula, al igual que en una muestra de sangre. El segundo es la biopsia de médula ósea, que consiste en extraer una pequeña muestra de la parte más sólida y ósea de la médula para estudiar su estructura.
  • Prueba de anticuerpos antineutrófilos: Puede ayudar a descartar la neutropenia autoinmune. 
  • Estudios citogenéticos: Se realizan para examinar las propiedades hereditarias de las células y los cromosomas, ya que cualquier anomalía estructural en las células de la médula ósea puede estar precedida por cambios citogenéticos.

Tratamiento

El tratamiento para los niveles bajos de neutrófilos depende del problema subyacente y de la gravedad del cuadro clínico. Incluye:

  • antibióticos: Cuando una persona con niveles bajos de neutrófilos desarrolla fiebre, los médicos suelen recetar antibióticos como medida de precaución. 
  • Factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF): Este tratamiento estimula la médula ósea para que produzca más glóbulos blancos, incluidos los neutrófilos. El G-CSF beneficia varios tipos de neutropenia, incluidas las causadas por la quimioterapia. 
  • Quimioterapia: Resulta útil si la neutropenia se debe a una neoplasia maligna en la médula ósea.
  • Cambio de medicamentos: Si ciertos medicamentos están provocando niveles bajos de neutrófilos, actualizar el régimen de medicación puede ayudar a solucionar el problema. 
  • Corticosteroides: Los médicos pueden recetar corticosteroides a personas con enfermedades autoinmunes para reducir la respuesta inmunitaria del cuerpo y evitar que ataque a los neutrófilos.
  • Trasplantes de células madre: Los médicos pueden considerar el trasplante de células madre como una opción de tratamiento para algunos tipos de neutropenia grave, en particular las causadas por problemas de médula ósea.

Cuándo ver a un doctor

Si tiene niveles bajos de neutrófilos, es fundamental que esté atento a su salud y busque atención médica de inmediato cuando sea necesario. Consulte a un médico si:

  • Su temperatura corporal aumenta a 100.4 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o más durante más de una hora.
  • Tienes una temperatura inferior a 98.6 grados Fahrenheit. 
  • Tienes escalofríos, dolores corporales, fatiga extrema, dolor de garganta, llagas en la boca o una tos nueva o que empeora.
  • Usted experimenta síntomas gastrointestinales como diarrea, vómitos, dolor abdominal o síntomas urinarios, incluyendo ardor o dolor al orinar, aumento de la frecuencia urinaria u orina oscura.
  • Presentas flujo vaginal inusual o irritación. 
  • Experimentas cambios en tu estado mental, como confusión o pérdida repentina de memoria, palidez, dolor en el pecho, taquicardia o dificultad para respirar. 

Prevención

Si bien algunos tipos de neutropenia no se pueden prevenir, existen varias estrategias para minimizar el riesgo y controlar la afección de manera eficaz.

  • En pacientes sometidos a quimioterapia, los médicos pueden ajustar el plan de tratamiento para prevenir la disminución de neutrófilos. Esto podría implicar retrasar el siguiente ciclo de quimioterapia o reducir la dosis. En ocasiones, los médicos pueden sugerir inyecciones del factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) para estimular la producción de glóbulos blancos y, por consiguiente, aumentar los neutrófilos.
  • Una buena higiene es fundamental para prevenir infecciones cuando los niveles de neutrófilos son bajos. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar un desinfectante de manos a base de alcohol es esencial. 
  • Evitar el contacto con personas enfermas y lugares concurridos puede ayudar a disminuir el riesgo de exposición a patógenos dañinos. 
  • Es fundamental manipular y preparar correctamente los alimentos. Esto incluye lavar bien las frutas y verduras, mantener las carnes crudas separadas de otros alimentos y cocinar los platos a la temperatura adecuada. También es recomendable evitar los productos lácteos no pasteurizados y las carnes poco cocinadas.
  • También es crucial prevenir lesiones y tratar rápidamente cualquier corte o raspadura.
  • Siguiendo estas medidas preventivas, las personas con niveles bajos de neutrófilos pueden reducir significativamente su riesgo de infecciones y mantener una mejor salud general.

Preguntas Frecuentes

1. ¿Cuáles son los niveles normales de neutrófilos?

Los niveles normales de neutrófilos suelen oscilar entre 2,500 y 7,000 neutrófilos por microlitro de sangre. 

2. ¿A quién afecta la neutropenia?

La neutropenia puede afectar a personas de todas las edades. Es frecuente en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia, y aproximadamente el 50 % de ellos desarrolla niveles bajos de neutrófilos. Los niños menores de dos años pueden presentar neutropenia autoinmune primaria. Algunos grupos étnicos, como los de ascendencia africana, de Oriente Medio y del Caribe, pueden tener una afección denominada neutropenia étnica benigna.

3. ¿Cómo afecta la neutropenia a mi cuerpo?

Cuando los niveles bajos de neutrófilos debilitan el sistema inmunitario, al cuerpo le resulta más difícil combatir las infecciones. Esto aumenta la vulnerabilidad a las infecciones bacterianas y fúngicas. 

4. ¿Qué significa tener un nivel bajo de neutrófilos?

Un nivel bajo de neutrófilos indica que la capacidad de su cuerpo para combatir infecciones ha disminuido. Cuanto menor sea su recuento de neutrófilos, mayor será su riesgo de infección.

5. ¿Es curable la hiponeutrófilos?

El tratamiento para los niveles bajos de neutrófilos depende de la causa. Algunos tipos no requieren tratamiento, mientras que otros pueden controlarse con antibióticos, corticosteroides o fármacos que estimulan la producción de glóbulos blancos. En ocasiones, tratar la afección subyacente o ajustar la medicación puede ayudar a restablecer los niveles normales de neutrófilos.

6. ¿Qué debo comer si tengo un nivel bajo de neutrófilos?

Concéntrese en llevar una dieta variada con prácticas adecuadas de seguridad alimentaria. Evite los productos lácteos no pasteurizados, las carnes crudas o poco cocidas y las frutas y verduras sin lavar. 

7. ¿Cómo puedo aumentar mis neutrófilos de forma natural?

Para favorecer la producción de neutrófilos en tu organismo, asegúrate de obtener los nutrientes adecuados, especialmente vitamina B12 y ácido fólico. Sin embargo, es necesario abordar la causa subyacente. 

Dr. Kunal Chhattani

como uno Equipo médico de CARE

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