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Fibras Uterinas

Tratamiento de fibromas uterinos en Hyderabad

Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas uterinos, son tumores benignos que se desarrollan en el útero. Están formados por el músculo uterino y el tejido conectivo. También llamados leiomiomas, si bien no son cancerosos, pueden causar diversas alteraciones en el cuerpo de la mujer según su tamaño. 

Además del tamaño, la forma y la ubicación en el útero, incluso la cantidad de fibromas influye directamente en sus efectos a largo plazo en el organismo. Su tamaño varía desde ser casi imperceptible hasta formar una estructura pesada similar a un tallo, que se extiende hasta la caja torácica. Los fibromas pueden ubicarse en la pared uterina, dentro del útero o incluso en su superficie externa. 

Los fibromas son un fenómeno común que se observa en el cuerpo femenino a cualquier edad; sin embargo, se diagnostican principalmente en mujeres en edad fértil. 

Síntomas

Dado que los fibromas no suelen tener un impacto significativo en el cuerpo femenino, es decir, no presentan síntomas inmediatos en sus etapas iniciales, resulta casi imposible diagnosticarlos individualmente. De hecho, muchas mujeres pueden tener estos fibromas durante toda su vida sin saberlo hasta el final. Se recomienda un examen pélvico o una ecografía prenatal para detectar esta afección. 

Aun así, en caso de una propagación anormal de múltiples nódulos ramificados, algunos de los síntomas que se observan comúnmente son los siguientes:

  • Sangrado menstrual abundante

  • ciclo menstrual prolongado (sangrado)

  • Dolor y molestias pélvicas

  • Micción frecuente o tendencia a orinar

  • malestar estomacal y estreñimiento

  • Dolor de espalda y músculos de las piernas doloridos

  • Retención urinaria

Generalmente se clasifican según su ubicación: los fibromas intramurales (los más comunes) se encuentran dentro de la pared muscular; los fibromas subserosos se forman fuera del útero (serosa); los fibromas pediculados son una extensión (con forma de tallo) de los subserosos; y los fibromas submucosos se desarrollan en la capa media del útero, conocida como miometrio. De todos ellos, los submucosos son los menos frecuentes. El patrón de crecimiento de estos fibromas también puede variar, desde un crecimiento lento hasta un crecimiento repentino. Asimismo, es posible que se produzca una disminución en su tamaño.

Causas 

La investigación clínica y la experiencia señalan las siguientes direcciones para determinar las causas de los fibromas, dado que no existen hallazgos concluyentes al respecto:

  • Historia familiar y genética: Debido a un patrón en la historia genética, se pueden observar fibromas que difieren de las células musculares uterinas normales.

  • Factores hormonales: Las dos hormonas, estrógeno y progesterona, que estimulan la regeneración del endometrio con cada ciclo menstrual, también podrían estimular el crecimiento de estos fibromas. En comparación, los fibromas tienen mayor capacidad de recepción de estrógeno y progesterona que el músculo uterino. Además, se observa una tendencia a la reducción de su tamaño tras la menopausia debido a la disminución en la producción hormonal por parte del organismo.

  • Embarazo: Los fibromas pueden desarrollarse durante el embarazo debido a que el cuerpo experimenta un aumento en la secreción hormonal.

  • Factores relacionados con el crecimiento: Cualquier sustancia adicional que pueda alterar o utilizarse para mantener los niveles hormonales y químicos del cuerpo, como la insulina, también puede ser responsable del crecimiento de los fibromas.

  • Matriz extracelular o MEC: Al igual que en la estructura de ladrillos y cemento, la matriz extracelular (MEC) es el compuesto responsable de la unión celular. También facilita cambios en los factores de crecimiento, lo que puede provocar alteraciones biológicas en las células y, por consiguiente, la formación de fibromas.

Factores de riesgo

Además del cuerpo femenino durante la edad reproductiva, algunos factores de riesgo específicos que se sabe que influyen en los fibromas son los siguientes:

  • Edad

Se sabe que las mujeres mayores, especialmente entre los 30 y los 40 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar fibromas que las mujeres jóvenes. Además, la menarquia precoz también puede indicar un impacto hormonal que, a su vez, puede manifestarse en forma de fibromas.

  • Raza

Un estudio sugiere la existencia de algún elemento genético que aumenta la tendencia a desarrollar fibromas severos en mujeres afroamericanas.

  • Medidas de control de la natalidad

Los métodos anticonceptivos como las píldoras u otros similares que provocan un cambio en la composición hormonal del cuerpo pueden dar lugar a la formación de fibromas.

  • Factores ambientales 

Factores como la dieta y los hábitos alimenticios (que pueden indicar deficiencias o incluso afecciones como la obesidad, es decir, que no se encuentran dentro de los parámetros normales de un cuerpo sano), así como antecedentes de abuso que provocan problemas psicológicos como estrés o ansiedad, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibromas. El consumo de alcohol también puede considerarse un factor que contribuye a esta afección.

  • Historia familiar

En estudios con antecedentes familiares, se ha observado que si las mujeres mencionan que la madre o la hermana de una persona tiene antecedentes de fibromas, es muy probable que dicha persona tenga mayor riesgo o predisposición a desarrollarlos. Esto puede atribuirse a la composición celular y las características corporales de la familia.

Diagnóstico

Una consulta con tu ginecólogo te ayudará a identificar el problema. El diagnóstico de los miomas uterinos incluye una exploración pélvica en la que el médico revisará el útero para detectar cualquier anomalía en su tamaño, forma o estado. Tras la exploración pélvica, puedes preguntarle a tu médico cualquier duda que tengas sobre los miomas uterinos. Puedes hablar sobre la cantidad de miomas, su tamaño, su ubicación, si están creciendo con el tiempo y cuáles son tus opciones de tratamiento. 

Los miomas uterinos también pueden detectarse durante una revisión ginecológica rutinaria si el médico observa alguna irregularidad durante la consulta. Una vez que el médico confirme la presencia de miomas uterinos, puede solicitar las siguientes pruebas para obtener un diagnóstico preciso de su afección: 

  • Ultrasonido: Una ecografía será la primera prueba diagnóstica que su médico podría solicitar para confirmar la presencia de miomas. Esta prueba utiliza ondas sonoras para generar una imagen del útero, lo que permite al médico identificar, localizar y medir el tamaño de los miomas. La ecografía puede realizarse externamente, colocando el aparato sobre el abdomen, o transvaginal. 

  • Análisis de sangre: Además de una prueba de imagen como la ecografía, su médico también podría solicitarle análisis de sangre para identificar la causa de la formación de fibromas. Los fibromas también pueden provocar sangrado menstrual anormal, lo que podría ser un indicador de anemia por pérdida de sangre, un trastorno hemorrágico o problemas de tiroides.

  • Imágenes de Resonancia Magnética (MRI): Si una ecografía no es suficiente para visualizar bien el útero y los fibromas, el médico podría solicitar una resonancia magnética (RM) para obtener una imagen más detallada. Esta prueba mostrará información más precisa sobre el tamaño, el crecimiento y la ubicación de los fibromas. 

  • HisterosonografíaLa histerosonografía, también conocida como ecografía con infusión salina, permite al médico visualizar el revestimiento interno del útero. En este procedimiento diagnóstico, se introduce solución salina estéril en el útero para facilitar la visualización de sus paredes internas. Esta prueba puede detectar problemas graves derivados de los miomas, como la infertilidad causada por la obstrucción de las trompas de Falopio. 

  • HisteroscopiaEste procedimiento diagnóstico incluye la inserción de un dispositivo similar a un telescopio en el cuello uterino que permite al médico examinar la abertura cervical y el revestimiento del útero. 

  • Exploración por tomografía computarizada (TC): Una tomografía computarizada (TC) utiliza rayos X para crear imágenes detalladas de sus órganos internos desde múltiples ángulos.

  • Sonohisterografía: Esta prueba consiste en insertar un pequeño catéter en la vagina e inyectar solución salina en el útero. El líquido añadido proporciona una imagen más nítida del útero en comparación con una ecografía estándar.

  • Laparoscopia: En este procedimiento, se realiza una pequeña incisión en la parte inferior del abdomen. Se inserta un tubo delgado y flexible con una cámara para examinar de cerca los órganos internos.

Tratamiento 

Existen diversas opciones de tratamiento para los fibromas uterinos. El tratamiento que elija dependerá de factores como el número, el tamaño y la ubicación del fibroma, su edad, cualquier otro problema de salud que pueda tener, etc. Puede consultar con su ginecólogo sobre los tratamientos disponibles para los fibromas uterinos y analizarlos en detalle antes de tomar una decisión. Algunos de los tratamientos más comunes son: 

1. Medicamentos

Los medicamentos para los fibromas uterinos actúan sobre las hormonas que controlan el ciclo menstrual. Ayudan a controlar síntomas como el sangrado abundante y la presión pélvica. Estos medicamentos no eliminan los fibromas, pero pueden ayudar a reducirlos.

Entre los tipos de medicamentos se incluyen:

  • Agonistas de GnRH: Estos medicamentos reducen las hormonas estrógeno y progesterona, provocando un estado similar a la menopausia temporal. Esto detiene la menstruación, reduce el tamaño de los fibromas y mejora la anemia. Algunos ejemplos son leuprolida (Lupron Depot), goserelina (Zoladex) y triptorelina (Trelstar). Los efectos secundarios, como los sofocos, son frecuentes, y su uso prolongado puede causar pérdida ósea. Generalmente se utilizan durante un máximo de seis meses, pero pueden combinarse con dosis bajas de estrógeno o progestina (terapia de reemplazo hormonal) para reducir los efectos secundarios y prolongar su uso hasta 12 meses. Los médicos pueden recetarlos para reducir el tamaño de los fibromas antes de una cirugía o para facilitar la transición a la menopausia.
  • Antagonistas de GnRH: Estos medicamentos controlan el sangrado abundante en mujeres premenopáusicas, pero no reducen el tamaño de los fibromas. Se pueden usar hasta por dos años, a menudo con terapia complementaria para disminuir los efectos secundarios como los sofocos o la pérdida ósea.
  • DIU liberador de progestina: Este dispositivo puede ayudar a reducir el sangrado abundante causado por los fibromas, pero no los reduce ni los elimina. Además, previene el embarazo.
  • Ácido tranexámico: Un medicamento no hormonal que se toma en los días de sangrado abundante para aliviar el flujo menstrual.
  • Otros medicamentos
    • Píldoras anticonceptivas de baja dosis: Puede ayudar a controlar el sangrado, pero no reduce el tamaño de los fibromas.
    • AINE (por ejemplo, ibuprofeno o naproxeno): Ayuda a aliviar el dolor, pero no reduce el sangrado ni el tamaño del fibroma.
    • Vitaminas y suplementos de hierro: Recomendado para personas con sangrado abundante y anemia.

2. Tratamiento no invasivo

Un procedimiento no invasivo para reducir el tamaño de los fibromas podría ser una opción de tratamiento para usted. En una cirugía de ultrasonido focalizado guiada por resonancia magnética (RM), se utiliza un transductor de ultrasonido mientras la paciente se encuentra dentro del escáner de RM para visualizar la posición exacta de los fibromas. Las ondas sonoras se concentran en esa zona para calentar los fibromas y reducirlos. Esta técnica es no invasiva, no requiere incisiones, preserva el útero y se puede realizar de forma ambulatoria.

3. Procedimientos mínimamente invasivos

Existen diversas opciones de procedimientos mínimamente invasivos para la extirpación o reducción de miomas uterinos. La embolización de la arteria uterina es un procedimiento eficaz para reducir el tamaño de los miomas. Se interrumpe el flujo sanguíneo hacia los miomas mediante la inyección de pequeñas partículas de un agente embólico en las arterias que irrigan el útero. Esto provoca que se reduzcan y mueran, y también ayuda a controlar otros síntomas. Otro procedimiento es la ablación por radiofrecuencia, en la que se utiliza energía de radiofrecuencia para reducir el tamaño de los vasos sanguíneos que irrigan los miomas, destruyéndolos eficazmente. La miomectomía laparoscópica o robótica es un procedimiento en el que se realiza una pequeña incisión en la zona abdominal para extirpar los miomas. La miomectomía histeroscópica puede realizarse si los miomas son submucosos. En este procedimiento, se introducen instrumentos a través de la vagina y el cuello uterino para acceder al útero y extirpar los miomas. También existe la opción de la ablación endometrial, en la que se introduce un instrumento en el útero y se utiliza calor, corriente eléctrica, agua caliente o microondas para destruir el revestimiento uterino. La mayoría de las mujeres que se someten a este procedimiento pueden no poder quedar embarazadas.

4. Procedimiento quirúrgico 

Si tiene fibromas uterinos grandes y múltiples que reaparecen a pesar de otros tratamientos, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos como la miomectomía abdominal y la histerectomía. La miomectomía abdominal es un procedimiento quirúrgico tradicional en el que se extirpan los fibromas del útero. Este procedimiento puede causar cicatrices en el útero y afectar la fertilidad. Por otro lado, la histerectomía consiste en la extirpación completa del útero y es la única solución definitiva para tratar los fibromas uterinos. Consulte con su médico antes de decidirse por una histerectomía, ya que este procedimiento es permanente. 

5. Procedimientos quirúrgicos tradicionales

Entre las opciones para cirugías abiertas tradicionales que implican una incisión más grande se incluyen:

  • Miomectomía abdominal: Este procedimiento extirpa los fibromas mediante una incisión grande en el abdomen. Suele recomendarse para personas con múltiples fibromas, fibromas muy grandes o fibromas ubicados en la profundidad del útero. Si bien puede ser una alternativa a la histerectomía para algunas mujeres, las cicatrices de la cirugía pueden reducir la probabilidad de futuros embarazos.
  • Histerectomía: Esta cirugía consiste en la extirpación del útero y es el único tratamiento definitivo y permanente para los fibromas uterinos.
    • Una histerectomía elimina la capacidad de tener hijos.
    • Si también se extirpan los ovarios, se induce la menopausia, tras la cual se puede optar por tomar terapia de reemplazo hormonal para controlar los síntomas de la menopausia, como los sofocos.
    • Muchas personas con fibromas uterinos pueden optar por conservar sus ovarios durante esta cirugía.

Riesgos

El tratamiento de los miomas uterinos, ya sea quirúrgico o no quirúrgico, conlleva riesgos potenciales. Estos riesgos dependen del tipo de tratamiento y de factores individuales. Algunos riesgos comunes son:

  • Sangría: Puede producirse un sangrado excesivo durante o después de la cirugía, especialmente con procedimientos como la miomectomía o la histerectomía.
  • Infección: Cualquier procedimiento quirúrgico conlleva un riesgo de infección, que puede requerir antibióticos o cuidados adicionales.
  • Daños a los órganos circundantes: Tratamientos como la cirugía o la embolización de la arteria uterina pueden afectar involuntariamente a órganos cercanos, como la vejiga o los intestinos.
  • Cicatrices: Los procedimientos quirúrgicos, como la miomectomía, pueden causar la formación de tejido cicatricial en el útero o el abdomen, lo que podría afectar la fertilidad o causar dolor.
  • Desafíos de fertilidad: Algunos tratamientos pueden afectar la capacidad de concebir, ya sea de forma temporal o permanente. Por ejemplo, una histerectomía elimina la posibilidad de embarazo.
  • Síntomas de la menopausia: Si se extirpan los ovarios durante la cirugía, puede producirse una menopausia precoz, que conlleva síntomas como sofocos, cambios de humor y pérdida ósea.
  • Frecuencia: Los tratamientos no quirúrgicos, como la medicación o la embolización de la arteria uterina, pueden no eliminar completamente los fibromas, y con el tiempo pueden desarrollarse nuevos fibromas.
  • Reacciones alérgicas o adversas: Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios por los medicamentos o complicaciones relacionadas con la anestesia utilizada durante los procedimientos.

Prevención

No existe mucha evidencia científica que aclare las razones por las que las mujeres en edad fértil desarrollan fibromas uterinos. Esto dificulta que las mujeres sepan qué podría causar la aparición de estos tumores benignos en el útero. Su médico podría recomendarle algunas medidas para ayudar a prevenir la aparición de fibromas; sin embargo, ante la escasez de evidencia científica, la prevención podría no ser posible. 

Lo positivo es que estos tumores no son cancerosos y, a menudo, no requieren tratamiento médico. El riesgo de desarrollar fibromas uterinos puede disminuirse llevando un estilo de vida saludable, consumiendo alimentos ricos en frutas y verduras, haciendo ejercicio con regularidad y acudiendo a revisiones ginecológicas periódicas, incluyendo opciones como la embolización de fibromas uterinos en Hyderabad. Algunas investigaciones también sugieren que el riesgo de desarrollar fibromas uterinos puede reducirse con el uso de anticonceptivos hormonales. Sin embargo, esta no es una solución permanente ni viable para todas las mujeres. Por lo tanto, cuidar la salud desde una edad temprana y llevar un estilo de vida saludable es la mejor manera de prevenir los fibromas.

Preguntas Frecuentes

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