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infección del tracto urinario

Tratamiento de infecciones del tracto urinario (ITU) en Hyderabad, India

Una infección del tracto urinario (ITU) es una enfermedad que puede afectar cualquier parte del sistema urinario, incluyendo los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Las mujeres son más propensas que los hombres a padecer una ITU. Una infección de vejiga puede ser extremadamente dolorosa e incómoda. Sin embargo, si una ITU se extiende a los riñones, puede tener consecuencias graves.

Los antibióticos se utilizan con frecuencia para tratar las infecciones del tracto urinario. Sin embargo, existen medidas que puedes tomar para reducir las probabilidades de contraer una infección urinaria.

Síntomas

Las infecciones del tracto urinario pueden no generar síntomas con frecuencia, pero cuando lo hacen, pueden incluir lo siguiente:

  • Deseo intenso y constante de orinar

  • Al orinar, se siente ardor.

  • evacuar pequeñas cantidades de orina con regularidad

  • Orina con aspecto turbio

  • Orina de color escarlata, rosa brillante o color cola: esto indica la presencia de sangre en la orina.

  • Orina con olor fuerte

  • Molestias pélvicas en mujeres, particularmente en la zona media de la pelvis y alrededor del hueso púbico.

  • En las personas mayores, las infecciones del tracto urinario (ITU) pueden pasar desapercibidas o diagnosticarse erróneamente como otras enfermedades.

Causas

  • En la mayoría de los casos, las infecciones del tracto urinario se originan cuando las bacterias entran en las vías urinarias a través de la uretra y se multiplican en la vejiga. Aunque el sistema urinario está diseñado para impedir el paso de estos diminutos intrusos, estas defensas fallan ocasionalmente. En tal caso, las bacterias pueden proliferar y causar una infección en toda regla en el sistema urinario.
  • Las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres y dañan la vejiga y la uretra.
  • Infección del tracto urinario (cistitis): esta forma de infección urinaria suele estar causada por Escherichia coli (E. coli), una bacteria común en el tracto gastrointestinal. Sin embargo, en ocasiones, otras bacterias también pueden ser la causa.
  • La cistitis puede ser causada por la actividad sexual, pero no es necesario ser sexualmente activa para padecerla. Debido a su anatomía —en particular, la corta distancia entre la uretra y el ano, y entre la abertura uretral y la vejiga— todas las mujeres corren el riesgo de sufrir cistitis.
  • Infección del tracto urinario (uretritis): cuando las bacterias gastrointestinales se desplazan del ano a la uretra, puede producirse esta forma de infección urinaria. Además, debido a la proximidad de la uretra femenina a la vagina, las enfermedades de transmisión sexual, como el herpes, la gonorrea, la clamidia y el micoplasma, pueden causar uretritis.

Elementos de riesgo

Las infecciones del tracto urinario son frecuentes en las mujeres, y muchas de ellas sufren más de una infección a lo largo de su vida. Las mujeres tienen mayor probabilidad de padecer infecciones urinarias si presentan los siguientes factores de riesgo:

  • La anatomía femenina. 

  • Comportamiento sexual: las infecciones urinarias son más comunes en mujeres sexualmente activas que en mujeres no sexualmente activas. 

  • Existen ciertos tipos de métodos anticonceptivos; las mujeres que usan diafragmas como método anticonceptivo, así como las que usan espermicidas, pueden correr un mayor riesgo.

  • Menopausia: La disminución de los estrógenos circulantes después de la menopausia produce cambios en el sistema urinario que aumentan la susceptibilidad a las infecciones.

Otros factores de riesgo para las infecciones urinarias son los siguientes:

  • Anomalías en el tracto urinario: los bebés que nacen con anomalías en el tracto urinario que impiden que la orina salga del cuerpo normalmente o que provocan que se acumule en la uretra tienen más probabilidades de contraer infecciones urinarias.

  • Obstrucciones del tracto urinario. Los cálculos renales o el agrandamiento de la próstata pueden provocar que la orina quede atrapada en la vejiga, aumentando el riesgo de infecciones urinarias.

  • Un sistema inmunitario debilitado (la diabetes y otras afecciones que debilitan el sistema inmunitario —la lucha del cuerpo contra los patógenos—) podría aumentar el riesgo de infecciones urinarias.

  • Inserción de catéter. Las personas que no pueden orinar por sí mismas y orinan a través de un tubo (catéter) tienen un mayor riesgo de contraer infecciones del tracto urinario.

  • En esta categoría pueden entrar las personas hospitalizadas, las personas con problemas neurológicos que les dificultan controlar su capacidad para orinar y las personas paralizadas.

  • Una operación urológica reciente —ya sea una cirugía urinaria o una revisión médica del sistema urinario— puede aumentar las probabilidades de contraer una infección del tracto urinario.

Diagnóstico en los hospitales CARE 

Las siguientes pruebas y técnicas se utilizan para detectar infecciones del tracto urinario:

  • Se analizará una muestra de orina: Su médico podría solicitarle una muestra de orina para analizar la presencia de glóbulos blancos, glóbulos rojos o bacterias. Para evitar la contaminación de la muestra, es posible que le indiquen que limpie la zona genital con una toallita antiséptica antes de recoger la orina.
  • En el laboratorio se cultivan microorganismos del sistema urinario. A veces, después de un análisis de orina, se realiza un urocultivo. Esta prueba le informa al médico sobre la bacteria que causa la infección y qué medicamentos serán más eficaces.
  • Si usted padece infecciones frecuentes y su médico sospecha que se deben a anomalías en las vías urinarias, es posible que le realicen una ecografía, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Su médico también podría utilizar un medio de contraste para visualizar mejor las estructuras del sistema urinario.
  • Inspección del interior de la vejiga mediante un endoscopio: Si usted sufre infecciones urinarias recurrentes, su médico puede realizarle una cistoscopia, que consiste en insertar un tubo largo y delgado con una lente (cistoscopio) en la uretra y la vejiga para examinar el interior de ambas. 

Tratamiento en los hospitales CARE

  • En la mayoría de los casos, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las infecciones urinarias. Los medicamentos administrados y la duración del tratamiento dependen de su estado de salud y del tipo de bacteria detectada en la orina. Una infección leve puede curarse con antibióticos y otros medicamentos recetados por el médico. 
  • Los síntomas de la infección urinaria suelen desaparecer a los pocos días de comenzar el tratamiento. Sin embargo, es posible que deba continuar tomando antibióticos durante una semana o más. Complete el tratamiento con antibióticos.
  • Si tiene una infección urinaria no complicada que se presenta estando usted sano, su médico podría recetarle un tratamiento más corto, como un antibiótico durante uno a tres días. Sin embargo, la suficiencia de este tratamiento breve para curar la infección dependerá de sus síntomas específicos y su historial médico.

Si usted padece infecciones urinarias frecuentes, su médico podría ofrecerle tratamientos específicos, tales como:

  • Antibióticos a dosis bajas, normalmente durante seis meses, aunque a veces durante más tiempo.

  • Si sus enfermedades son causadas por la actividad sexual, se debe administrar una sola dosis de antibióticos después de la relación sexual.

  • Si usted es posmenopáusica, puede beneficiarse de un tratamiento con estrógenos vaginales.

Estilos de vida y remedios caseros

Las infecciones del tracto urinario (ITU) pueden ser bastante molestas, pero hay medidas que puede tomar para aliviar las molestias mientras espera que los antibióticos hagan efecto. Considere estas sugerencias:

  • Mantente hidratado: Consume abundante agua. La hidratación ayuda a diluir la orina y a eliminar las bacterias.
  • Evite las bebidas irritantes: Evite tomar café, alcohol o refrescos con zumo de cítricos o cafeína hasta que la infección haya desaparecido. Estas bebidas pueden irritar la vejiga y aumentar las ganas de orinar.
  • Utilice una compresa tibia: Aplique una almohadilla térmica tibia, pero no excesivamente caliente, en la zona abdominal para aliviar la presión o las molestias en la vejiga.

Preguntas Frecuentes

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