La aterosclerosis es una afección silenciosa pero grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo la escuchamos en conversaciones médicas, pero ¿qué es exactamente la aterosclerosis? Es una enfermedad que provoca la acumulación de placa en las arterias, lo que resulta en un estrechamiento y endurecimiento de estos vasos sanguíneos vitales. Este proceso puede tener un impacto significativo en la salud, pudiendo causar enfermedad del corazón, golpes, y otros problemas cardiovasculares.
En este artículo, profundizaremos en los entresijos de la aterosclerosis y exploraremos qué causa esta afección, los signos y síntomas de la aterosclerosis y los factores de riesgo que hacen que algunas personas sean más propensas a desarrollarla.

La aterosclerosis es una afección que afecta a las arterias. Se produce cuando se acumula una sustancia pegajosa llamada placa en el interior de las paredes arteriales. Esta placa está compuesta de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias presentes en la sangre. A medida que se acumula la placa, provoca que las arterias se engrosen y endurezcan, reduciendo el espacio por donde fluye la sangre.
La aterosclerosis se puede considerar un proceso gradual que puede comenzar en la infancia y empeorar con el tiempo. A menudo se la denomina «endurecimiento de las arterias» porque reduce la flexibilidad de las paredes arteriales. Este estrechamiento disminuye la cantidad de sangre oxigenada que llega a los órganos y tejidos.
La aterosclerosis puede afectar las arterias de todo el cuerpo, incluidas las del corazón, el cerebro, los brazos, las piernas y los riñones. Dependiendo de las arterias afectadas, la aterosclerosis puede provocar diferentes problemas de salud.
No se sabe con certeza qué causa la aterosclerosis, pero se sabe que es un proceso gradual que puede comenzar en la adolescencia. La enfermedad se inicia con daños en la capa interna de una arteria. Estos daños pueden afectar a los vasos sanguíneos debido a diversos factores, como la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaquismo, la diabetes y la obesidad.
Una vez dañada la pared arterial, las células sanguíneas y otras sustancias comienzan a acumularse en la zona afectada. Con el tiempo, las grasas, el colesterol y otros materiales se depositan en las paredes arteriales, formando placa. Esta placa estrecha las arterias, disminuyendo el flujo sanguíneo. En ocasiones, la placa puede romperse, provocando la formación de un coágulo.
La inflamación también desempeña un papel crucial en la aterosclerosis. La inflamación crónica puede desencadenar la liberación de diversas sustancias en el cuerpo, lo que contribuye aún más al desarrollo de esta afección.
Las personas con frecuencia no perciben los signos de la aterosclerosis en sus etapas iniciales. Los síntomas suelen aparecer cuando una arteria se estrecha u obstruye gravemente, lo que puede afectar la calidad de vida. Los signos y síntomas de la aterosclerosis dependen principalmente de la parte del cuerpo afectada, como por ejemplo:
Varios factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar aterosclerosis. Algunos de ellos no podemos controlarlos, como la edad avanzada y los antecedentes familiares de cardiopatía o accidente cerebrovascular precoces. Sin embargo, existen muchos factores de riesgo que sí se pueden controlar, como:
La aterosclerosis afecta al sistema cardiovascular, pero sus complicaciones pueden tener consecuencias de gran alcance. Cuando la placa se acumula en las arterias, las estrecha, reduciendo el flujo sanguíneo a diversas partes del cuerpo y provocando graves problemas de salud, tales como:
A continuación se describen diversos métodos para diagnosticar la aterosclerosis:
En ocasiones, los médicos pueden realizar pruebas adicionales, como por ejemplo:
Entre las diversas opciones para tratar la aterosclerosis se incluyen cambios en el estilo de vida, medicamentos y procedimientos quirúrgicos:
Debe consultar a un médico si sospecha que tiene aterosclerosis. La detección temprana de los signos de aterosclerosis y el inicio oportuno del tratamiento pueden prevenir que esta afección empeore y reducir el riesgo de complicaciones graves. Es fundamental recordar que muchas personas desconocen la acumulación de placa hasta que sufren una emergencia como un derrame cerebral o un infarto. Podría notar síntomas de aterosclerosis si su arteria está obstruida en más del 70%. Sin embargo, los infartos y los derrames cerebrales pueden ocurrir sin previo aviso. Los chequeos regulares son esenciales, ya que los médicos pueden detectar la acumulación de placa antes de que se agrave. Si experimenta entumecimiento repentino, debilidad, dificultad para hablar o pérdida temporal de la visión, debe buscar atención médica de urgencia de inmediato.
Puedes tomar varias medidas para prevenir o retrasar la aterosclerosis, entre ellas:
La aterosclerosis afecta la salud de maneras que a veces pasan desapercibidas. Es una enfermedad que se desarrolla sigilosamente, a menudo sin síntomas hasta que está bastante avanzada. Por lo tanto, cuidar la salud cardiovascular es fundamental. Al adoptar un estilo de vida saludable, realizarse chequeos médicos periódicos y buscar atención médica cuando sea necesario, puede reducir el riesgo de aterosclerosis y sus complicaciones. Recuerde, la salud de su corazón está en sus manos, y pequeños pasos hoy pueden generar grandes beneficios en el futuro.
El tratamiento de la aterosclerosis incluye cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en ocasiones, intervenciones quirúrgicas. Su equipo médico puede crear un plan personalizado para reducir la posibilidad de coágulos sanguíneos, prevenir complicaciones, aliviar los síntomas y mejorar el flujo sanguíneo. Esto podría incluir seguir una dieta cardiosaludable, hacer ejercicio con regularidad y dejar de fumar. Los medicamentos pueden ayudar a controlar factores de riesgo como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes. En casos graves, podrían ser necesarios procedimientos como la angioplastia o la cirugía de bypass para ensanchar las arterias o eliminar obstrucciones.
La aterosclerosis puede comenzar en la primera infancia, aunque sus manifestaciones clínicas suelen aparecer en la edad adulta. Estudios de autopsia han mostrado evidencia de estrías grasas en las arterias de niños de tan solo 10 a 14 años. El proceso puede iniciarse en la lactancia; algunos estudios han encontrado estrías grasas en el 29 % de las aortas de menores de un año. Sin embargo, estos cambios son leves en la mayoría de los niños y pueden minimizarse o prevenirse con un estilo de vida saludable.
La aterosclerosis se puede confirmar mediante diversas pruebas diagnósticas. Estas incluyen análisis de sangre para comprobar los niveles de colesterol y glucosa, y pruebas de imagen como la angiografía, el electrocardiograma (ECG), la prueba de esfuerzo y la tomografía computarizada (TC). Técnicas más recientes, como la medición del grosor íntima-media carotídeo (GIMc), permiten detectar cambios vasculares precoces, incluso en niños y adultos jóvenes.
Puedes ayudar a reducir el riesgo de aterosclerosis consumiendo alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3. El pescado, sobre todo el rico en omega-3, puede ayudar a prevenir la formación de placa en las arterias. Los tomates y las cebollas contienen compuestos que favorecen la salud arterial. Los cítricos aportan flavonoides que pueden ser beneficiosos. Especias como el jengibre y la canela, las semillas de lino, las verduras crucíferas, la remolacha, la avena, los frutos secos, las verduras de hoja verde, el chocolate negro y el aceite de oliva se asocian a la posible prevención de la aterosclerosis.
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